Sandra Ramos: una reflexión sobre nuestro entorno y estados alterados de conciencia

Entrodoscopes es el título de la seductora y, a un tiempo, alarmante instalación inmersiva de Sandra Ramos (La Habana, 1969), abierta ahora al público en el Lowe Art Museum de la Universidad de Miami. Compuesta por una gran pieza central que es secundada por cuatro instalaciones adyacentes que se integran a modo de constelación, Entrodoscopes es el fruto del premio Oolite que recibiera la artista cubana afincada en Miami en 2021 y que cuenta con la colaboración de Pavel Urquiza en la música y la producción de Escenale Set Designer LLC.

La entropía es una medida de la cantidad de desorden o caos en un sistema. En el contexto de la mecánica cuántica, la entropía también está relacionada con la información y la falta de conocimiento preciso sobre el estado cuántico de un sistema. Es este el punto de partida para Entrodoscopes, que propone a partir del acontecer más reciente, una reflexión sobre nuestro entorno y ese estado de consciencia alterado resultante de la invasión y distorsión generada por los medios y, en especial, social media.

Como en toda la trayectoria artística de Ramos, en Entrodoscopes se fusionan las vivencias personales y colectivas, generando un efectivo acercamiento desde lo personal a problemáticas contemporáneas de urgencia, que se mueven a partir del diálogo personal e íntimo entre el espectador y la obra.

'Entrodoscopes' es el título de la seductora y, a un tiempo, alarmante instalación inmersiva de Sandra Ramos  abierta ahora al público en el Lowe Art Museum de la Universidad de Miami.
'Entrodoscopes' es el título de la seductora y, a un tiempo, alarmante instalación inmersiva de Sandra Ramos abierta ahora al público en el Lowe Art Museum de la Universidad de Miami.

Asomarse al vórtice de Entrodoscopes, es como atreverse a la madriguera del conejo de Alicia. Uno se pregunta si caerá a través de toda la tierra. Tal es el efecto de agujero negro o gusano del tiempo que ejerce esta instalación. Con un ritmo vertiginoso revivimos hechos vitales que han marcado nuestro acontecer más reciente. La pandemia en distintos confines del mundo; el Me too; el Black Lives Matter; las protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba; el asalto al Capitolio en Washington el 7 de enero del mismo año; la campaña presidencial en los Estados Unidos; las protestas por el cambio climático; la sequía en África; la contienda del Newspace, entre otros, se amalgaman y, como mismo en nuestra cotidianidad, nos llegan distorsionados por la contracción espacio-temporal y el efecto de caleidoscopio, que funciona aquí como simulación del efecto de echo chamber producido por los media.

En la instalación central el espectador se aísla del contexto circundante al colocar la cabeza dentro de la estructura tubular bruñida.
En la instalación central el espectador se aísla del contexto circundante al colocar la cabeza dentro de la estructura tubular bruñida.

En la instalación central el espectador se aísla del contexto circundante. Una vez coloca la cabeza dentro de la estructura tubular bruñida, la poética reverberación de música e imágenes absorben por su belleza plástica, sorprendiéndonos, de a ratos, por la crudeza de los hechos que componen la imagen. Sólo entonces somos conscientes que tras el efecto caleidoscopio (atendiendo aquí a la etimología de la palabra: “Kállos” o “Kálos” = bello o hermoso; “eidos” = forma o imagen) se esconde de manera subversiva un efecto de Orange Clock, obligándonos de a una a tomar consciencia del estado de emergencia de nuestra existencia.

En el caso de las instalaciones adyacentes, asistimos a cajas de luz con imágenes fijas. En ellas, la artista parte de imágenes límites extraídas del acontecer noticioso (balseros cubanos rescatados por los guardacostas; George Floyd en el suelo mientras el policía hunde la rodilla en su cuello; soldados ucranianos en un tanque; lideres talibanes después de tomar Kabul.). En estos dispositivos Ramos ha preferido la imagen fija. El efecto caleidoscopio tiene aquí un efecto de repetición (como ritournelle fatídico que perpetúa el hecho aislado), al tiempo que obliga a revisitar la instalación central, ahora desde otra perspectiva.

La instalación, expuesta en la sala Lowe Creative Projects, puede ser apreciada desde el exterior del museo, al tiempo que el espectador ya imbuido del espíritu de la misma, ve transitar despreocupados a los transeúntes fuera del recinto.

Entrodoscopes es una excelente puesta en escena que en primera instancia, nos seduce por su incuestionable belleza, para luego hacernos conscientes de los mecanismos de distorsión y enajenación de los que somos víctimas a diario, alejándonos a anesteciándonos de problemáticas de urgencia de nuestra contemporaneidad.

‘Entrodoscopes’, de Sandra Ramos, en el Lowe Art Museum, 1301 Stanford Dr, Miami, FL 33146. Hasta el 8 de octubre.

Janet Batet es escritora, curadora y crítica de arte. Escribe para diferentes publicaciones, galerías y museos.