Sancionado por aliados de EEUU, un antiguo titán de la banca rusa se esconde en el sur de la Florida

Dentro de su condominio de $3.4 millones situado en lo alto de la Pequeña Moscú de Miami, el ex banquero ruso Lev Khasis no se deja ver mucho.

Desde la invasión rusa de Ucrania, Khasis ha visto la imposición de devastadoras sanciones estadounidenses contra estrechos colaboradores de Vladimir Putin, contra magnates de los medios de comunicación y exportadores rusos, contra políticos, e incluso varios antiguos compañeros de trabajo del gigante bancario estatal en que Khasis pasó años como alto ejecutivo, entre ellos su antiguo supervisor inmediato, el presidente ejecutivo.

Pero él no.

Khasis no está ni sorprendido ni asustado, según su abogado. El antiguo peso pesado de las finanzas, quien dejó su trabajo en Sberbank en Rusia dos días antes que las tropas rusas entraran en Ucrania, cree que no ha hecho nada malo y, desde luego, nada que merezca sanciones estadounidenses.

Pero eso no impidió que los gobiernos de Canadá y el Reino Unido incluyeran a Khasis en sus propias listas de sanciones, lo que significa que no puede hacer ninguna transacción financiera en esos países o con sus ciudadanos e instituciones financieras de todo el mundo. En general, Estados Unidos y sus aliados han coordinado sus campañas de sanciones contra los dirigentes rusos y los oligarcas e instituciones financieras que los ayudan.

Si las autoridades estadounidenses imponen sanciones, sería un golpe duro para Khasis, un ruso de 55 años que tiene la residencia permanente en Estados Unidos. Su esposa, nacida en Rusia, y varios de sus hijos son ciudadanos estadounidenses. Él y su familia se trasladaron a Estados Unidos en 2011, cuando se convirtió en ejecutivo de Walmart después de una exitosa carrera en el sector minorista ruso. Al año siguiente compró tres condominios en Sunny Isles Beach —la acaudalada ciudad costera al norte de Miami Beach— por más de $5 millones. En 2013 se incorporó a Sberbank y comenzó a dividir su tiempo entre Sunny Isles y Moscú.

Sunny Isles Beach suele llamarse la pequeña Moscú por su abanico adinerado de expatriados rusos, atraídos por el sol durante todo el año y las oportunidades financieras. Muchos son ricos y se han beneficiado de la economía rusa, pero no necesariamente oligarcas con megayates y mansiones. Khasis, en particular, es un empresario y capitalista típico que usa su posición en el sur de la Florida para invertir en bienes raíces locales que tienen dificultades y es uno de los fundadores de una empresa aeroespacial. Pero ahora está atrapado en el torbellino de la política mundial, tratando de distanciarse de un régimen que, en su país, está llevando a cabo una brutal guerra contra Ucrania, convirtiéndose en un paria internacional.

La situación de Khasis es un caso inusual que ilustra algunos de los retos a los que se enfrentan los funcionarios estadounidenses cuando tratan de castigar a los cercanos a Putin blandiendo el trabuco de las sanciones económicas: ¿qué debería pasar, si es que hay que hacer algo, con las personas que, en virtud de sus importantes cargos, ayudaron a apuntalar el gobierno de Putin y luego aparentemente cambiaron de opinión?

En los medios de comunicación rusos, los titulares recientes afirmaban que Khasis había “huido” de Moscú hacia el sur de la Florida, evocando imágenes de un desertor de la Guerra Fría.

Un titular de Moscow Times.
Un titular de Moscow Times.

Khasis declinó hacer declaraciones para este artículo. En un comunicado, su abogado dijo que Canadá había impuesto “erróneamente” sanciones a Khasis, creyendo que todavía trabajaba en el Sberbank y que el Reino Unido había seguido su ejemplo.

“Estamos presionando al gobierno canadiense para que corrija su error y avise a sus homólogos internacionales, como el Reino Unido, de lo mismo, ya que este error está afectando significativa y negativamente al señor Khasis y a su familia inmediata”, escribió el abogado Ashley Taborda en un correo electrónico.

En cuanto a las posibles sanciones de Estados Unidos, Taborda dijo: “No ha habido ninguna indicación por parte de las autoridades estadounidenses de que el señor Khasis vaya a ser incluido en ninguna lista de sanciones y no hay ninguna base para hacerlo”.

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Vehículos quemados se ven en la parte destruida de la planta metalúrgica Illich Iron & Steel Works, mientras el humo se eleva desde Metallurgical Combine Azovstal durante los fuertes combates, en una zona controlada por las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia en Mariupol, Ucrania, el lunes 18 de abril de 2022. Mariupol, un puerto estratégico en el Mar de Azov, ha sido asediado por las tropas rusas y las fuerzas de las zonas separatistas autoproclamadas en el este de Ucrania durante más de seis semanas.

Estados Unidos ha impuesto sanciones a cientos de oligarcas, políticos y empresas rusas en represalia por la invasión de Ucrania, diciendo que congelará y confiscará sus activos —desde condominios hasta jets privados y megayates—, aunque para confiscar cualquier activo las autoridades federales deben demostrar que el dinero usado para comprarlos estaba vinculado a un delito.

El Departamento del Tesoro impuso sanciones limitadas al Sberbank el 24 de febrero, el mismo día de la invasión rusa, antes de colocar sanciones de bloqueo completas al banco más de un mes después, el castigo financiero más severo usado por Estados Unidos.

Las sanciones de bloqueo le prohíben a las personas e instituciones financieras estadounidenses hacer cualquier tipo de transacción con el banco y las obligan a congelar todos sus activos bajo su control. Son un golpe directo al funcionamiento del sistema financiero ruso. Sberbank posee “la mayor cuota de mercado de depósitos de ahorro del país [y] es el principal acreedor de la economía rusa”, dijo el Tesoro.

Estados Unidos también añadió a su lista de sanciones a Herman Gref, presidente ejecutivo de Sberbank y ex jefe inmediato de Khasis. El anuncio describe a Gref como un “estrecho colaborador de Putin”, que se remonta a la época en la que trabajaban juntos para el alcalde de San Petersburgo en la década de 1990. Gref fue ministro de Comercio de Rusia antes de incorporarse a Sberbank.

Aunque el propio Khasis no es miembro del círculo íntimo de Putin, “es una figura extremadamente prominente en la banca estatal rusa, la mano derecha de Gref”, dijo Ilya Shumanov, director de Transparencia Internacional-Rusia, un grupo anticorrupción.

El papel de Khasis en Sberbank le llevó a escenarios de alto perfil. En 2013, él y otros funcionarios del banco se reunieron con Donald Trump en Moscú durante el concurso de Miss Universo de Trump, que el banco ruso patrocinó.

Después de conocer a Donald Trump en el certamen de Miss Universo, Lev Khasis dijo que el futuro presidente habló "de forma muy interesante e ingeniosa acerca del sector inmobiliario".
Después de conocer a Donald Trump en el certamen de Miss Universo, Lev Khasis dijo que el futuro presidente habló "de forma muy interesante e ingeniosa acerca del sector inmobiliario".

En un post de Facebook escrito en ruso, Khasis dijo que Trump habló “de forma muy interesante e ingeniosa sobre el sector inmobiliario, sus opiniones políticas, el concurso de Miss Universo [y] sus simpatías por Putin”.

‘Ministerio del Dinero’

Además de su trabajo en Rusia, Khasis tiene fuertes vínculos financieros con Estados Unidos.

Durante la recesión, Khasis desarrolló un negocio, junto con otros emigrantes rusos, consistente en comprar condominios baratos en el sur de la Florida, por lo general procedentes de ejecuciones hipotecarias, y alquilárselos a los lugareños, un reflejo de las fuerzas globales invisibles que conforman el mercado inmobiliario de Miami. Además, Khasis posee un condominio de casi $9 millones en Manhattan.

También cofundó una empresa de tecnología espacial con sede en California llamada Momentus. El año pasado, Khasis y su socio vendieron su participación en Momentus, después que la empresa reveló que el Departamento de Defensa de Estados Unidos calificó su propiedad rusa de “un riesgo para la seguridad nacional”. Entre los clientes de Momentus está la NASA y Lockheed Martin, el contratista de defensa estadounidense.

Khasis ha dicho que estaba planeando su salida de Sberbank mucho antes de irse. Pero las señales de que Rusia pronto invadiría Ucrania parecieron acelerar sus planes.

En un comunicado de prensa de del 15 de febrero, Khasis dijo que dejaría su puesto de primer vicepresidente en junio debido a sus “prioridades personales y profesionales” y que había tomado la decisión hace varios meses. En el comunicado se afirma que Khasis seguirá trabajando con Sberbank como consultor y dirigiendo su incipiente negocio de comercio electrónico.

“Lev Khasis es uno de los líderes que construyó la Sber que conocemos hoy, una empresa moderna con un modelo de negocio diversificado”, dijo Gref en un comunicado. “Lev fue pionero en la transformación de Sberbank en una empresa tecnológica e hizo mucho para mejorar la eficiencia de nuestra organización, crear nuevos servicios y productos, aumentar nuestra orientación al cliente y desarrollar la cultura corporativa de Sber”.

El director general de Sberbank, Herman Gref, a la izquierda, y el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, asisten a una reunión de cuestiones económicas celebrada por el primer ministro ruso, Mijail Mishustin, en Moscú.
El director general de Sberbank, Herman Gref, a la izquierda, y el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, asisten a una reunión de cuestiones económicas celebrada por el primer ministro ruso, Mijail Mishustin, en Moscú.

Las cosas cambiaron de repente cuando quedó ineludiblemente claro que Rusia invadiría Ucrania.

El 22 de febrero, un segundo comunicado de prensa de Sberbank afirmaba que Khasis dejaría el banco inmediatamente, renunciando a la empresa de asesoría y comercio electrónico. Las tropas rusas irrumpieron en la frontera dos días después. No hay constancia pública de que Khasis condenara la invasión, algo que probablemente pondría en peligro a sus amigos y familiares en Rusia.

La abogada de Khasis confirmó que “los planes de su cliente de dimitir del Sberbank y trasladarse permanentemente a Estados Unidos estaban en marcha desde hace tiempo, ya que su familia lleva viviendo en Estados Unidos desde 2011, pero fueron acelerados debido al empeoramiento de las condiciones geopolíticas”.

Añadió que “basándose en lo que hemos visto en los medios de comunicación, la marcha de Khasis ha enviado sin duda un mensaje claro, alto y rotundo sobre su opinión y sus sentimientos acerca del curso de acción que ha elegido Rusia”.