San Lorenzo venció a Tigre, que sigue sin hacer goles en la Copa de la Liga Profesional

Adam Bareiro viene haciendo casi todos los goles de San Lorenzo; acaba de conseguir el que abrió el marcador del 2-0 sobre Tigre, por la Copa de la Liga Profesional, y lo festeja con Elián Irala.
Adam Bareiro viene haciendo casi todos los goles de San Lorenzo; acaba de conseguir el que abrió el marcador del 2-0 sobre Tigre, por la Copa de la Liga Profesional, y lo festeja con Elián Irala. - Créditos: @Fotobaires

La de San Lorenzo sobre Tigre fue una victoria vintage. La consiguió en el Nuevo Gasómetro gracias a futbolistas que en la pasada temporada lo llevaron a pelear bien alto. Se impuso con el talento de Nahuel “Perrito” Barrios, el olfato de Adam Bareiro y el despliegue de Malcom Braida. A ellos se sumó uno nuevo, que no vino de fuera, sino que se crió en el Bajo Flores: el mediocampista Elián Irala. El triunfo por 2 a 0 fue el primero del Ciclón por la Copa de la Liga Profesional y le permite llegar con tranquilidad al clásico con Huracán. “Esta tarde, cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar”, advertía la popular cuando apenas había pasado un par de minutos. Esa importancia tenía el encuentro de este sábado.

El San Lorenzo 2024 pasa por una crisis de confiabilidad. Está lejos de ser el que fue en la campaña pasada, cuando era contundente, tenía una defensa inexpugnable y un arquero, Augusto Batalla, en modo MVP. Este sábado, frente a Tigre, Rubén Darío Insua, el entrenador, se encomendó a siete futbolistas de las divisiones inferiores: Gonzalo Luján, Gastón Hernández, Agustín Giay, Irala, Francisco Perruzzi, Barrios e Iván Leguizamón. Todo un mensaje sobre los refuerzos que llegaron. Algunos, lesionados; otros, faltos de fútbol.

Un enganche de Nahuel Barrios, que viste la camiseta 10 y a los 25 años es uno de futbolistas que más tiempo llevan en San Lorenzo.
Un enganche de Nahuel Barrios, que viste la camiseta 10 y a los 25 años es uno de futbolistas que más tiempo llevan en San Lorenzo. - Créditos: @Fotobaires

Hace una semana, la derrota en el Cilindro de Avellaneda contra Racing había calado honda: por primera vez en mucho tiempo el equipo azulgrana había perdido el orden. Se descalabró. Y careció de respuestas ante un rival muy superior. Necesitaba pasar la página ante su gente después de empatar con Estudiantes; precisaba reencontrarse con su fútbol, volver a ser lo que fue. Y para eso, nada mejor que un oponente en horas bajas: para Tigre cruzar la mitad de la cancha con pelota dominada es un triunfo, y llegar al área ajena, casi una utopía. Lo evidenció el uruguayo Brahian Alemán, que se llevó ambas manos a la cara cuando su compañero Gonzalo Maroni desperdició la única jugada que creó el visitante en el primer tiempo: un suerte de penal en carrera que el ex futbolista de Boca y del propio San Lorenzo ejecutó bajo, débil y a las manos de Facundo Altamirano.

Por entonces, San Lorenzo ya ganaba por 1-0 gracias a su jugador franquicia, su capitán y su hombre-gol. Todo eso es Adam Bareiro, el ariete paraguayo que lidia con los defensores centrales del oponente en cada partido, y que también se sacrifica por su equipo y sale del área cada vez que la jugada lo requiere. El hombre que anotó más de 70% del total de los últimos 25 tantos del Ciclón: 18 goles llevan su firma. Claro que los derechos de autor de su tanto de cabeza de este sábado son compartidos con el Perrito Barrios, que hizo uno de sus clásicos quiebres de cintura, descolocó a su marcador y envió un centro flotado para que el 9 definiera a placer. Y el colombiano Jhohan Romaña estuvo cerca de anotar el segundo sobre el final de la etapa inicial: Matías Tagliamonte envió al córner un cabezazo suyo que sugería gol.

La pelota, Agustín Giay y Sebastián Medina, en una tarde soleada de recuperación para el Ciclón y más hundimiento para Tigre.
La pelota, Agustín Giay y Sebastián Medina, en una tarde soleada de recuperación para el Ciclón y más hundimiento para Tigre. - Créditos: @Fotobaires

En el segundo período una jugada le solucionó la tarde a San Lorenzo. El uruguayo Alemán, un creativo, se fue expulsado por un codazo a Giay. El ex integrante de Gimnasia y Banfield protestó y protestó, pero el VAR no llamó al árbitro Fernando Echenique (reemplazante del desgarrado Nicolás Ramírez) y la sanción se mantuvo. En los minutos siguientes, con un hombre menos, Tigre fue más. Perdido por perdido, cargó al ataque. Tuvo una posibilidad en los pies de Juan Cruz Esquivel, uno de los cuatro ingresantes que dispuso Gorosito para cambiarle la cara a su conjunto.

El gol de Adam Bareiro

Pero San Lorenzo aceleró a fondo. A punto estuvo de encontrar la tranquilidad un par de minutos más tarde. El Nuevo Gasómetro festejó otra conquista de Bareiro –otra vez...–, pero el VAR trazó las líneas y ahogó el grito a los hinchas. Ante un rival diezmado, cada avance podía terminar en un gol, pero este Ciclón padece sus limitaciones: a contramano de lo que supo ser, deja espacios enormes a espaldas de sus mediocampistas centrales. Y Tigre, entonces, lo intentó. Al menos, para ya no ser el único equipo que no tuviera goles en la Copa de la Liga.

Néstor Gorosito sigue sin sacar rendimiento de Tigre, que no logró hacer un gol en las seis fechas de la Copa de la Liga.
Néstor Gorosito sigue sin sacar rendimiento de Tigre, que no logró hacer un gol en las seis fechas de la Copa de la Liga. - Créditos: @Fotobaires

El local comenzó entonces un lapso de control de la pelota. Una calesita eterna: lateralizar el balón de una punta a la otra, mientras el visitante esperaba con un hombre menos. Dos menos: hubo una segunda tarjeta amarilla a Facundo Giacopuzzi. Aunque Tigre ni siquiera lo presionaba en la salida, San Lorenzo eligió los pases cortos, muchas veces hacia atrás. Los hinchas se fastidiaron. Con el reloj como aliado, el Ciclón se aferró al gol de Bareiro para obtener la victoria.

La necesitaba, aunque fuera por medio a cero. Sobre el final, el colombiano Diego Herazo anotó el segundo tanto con un cabezazo inatajable para Tagliamonte. La platea explotó y el delantero se ganó sus primeros aplausos. El triunfo –balsámico, necesario, merecido– desde hacía rato no estaba en discusión. Y en el Bajo Flores atronó: “El domingo, cueste lo que cueste… el domingo tenemos que ganar”. Pasó Tigre, que sigue en cero. Llega Huracán.

Compacto de San Lorenzo 2 vs. Tigre 0