San Antonio de Areco: los cinco lugares que tenés que visitar en una escapada de fin de semana

San Antonio de Areco es la escapada perfecta: está a 100 kilómetros del Obelisco y el viaje dura una hora por autopista. Y en ese trayecto se ve el corte transversal de la felicidad: se abandona la ciudad y el paisaje se va alejando del perfil urbano para penetrar la campiña bonaerense hasta llegar a destino y presentar el horizonte rural y mostrar el corazón del campo. Areco es un caso especial: es una localidad que ha crecido pero sigue siendo un pueblo grande con los códigos y señales propias de la pequeña escala. Sabores criollos y tradición, las claves para entender este pago gaucho.

“Acá todos nos conocemos y valoramos mucho el pasado”, cuenta el orfebre Mariano Draghi. El testimonio es un resumen del pueblo. El casco histórico ofrece todo lo que el visitante desea ver y sentir para disfrutar de una experiencia inolvidable. Boliches donde se juntan el peón rural, el turista, el estanciero y el vecino, mesas y mostradores donde aún el mundo se detiene para tomar un aperitivo y compartir una picada, viejas esquinas donde el tiempo se ha detenido, comedores que plantean una gastronomía respetuosa de los sabores criollos, elaboradora con productos locales, buena atención, excelente hotelería y una oferta cultural que nada tiene que envidiarle a una gran ciudad.

Tradición, arte, cultura, gastronomía, aire libre, sabores y aromas de campo en viejos boliches. Cada esquina es una foto inolvidable, caminar por sus calles es hacerlo dentro de una pintura gauchesca. Nada puede fallar en Areco: una escapada perfecta.