Salvini vuelve a la "zona roja" del virus en Mondragone donde fue rechazado

Roma, 3 jul (EFE).- El líder de la ultraderechista Lega, Matteo Salvini, volvió hoy por sorpresa a Mondragone, localidad cercana a Nápoles (sur de Italia) en la que se registraron un brote de coronavirus, muchas tensiones entre la población local y los migrantes, y donde fue recibido entre protestas en su última visita el pasado lunes.

En esta ocasión, la presencia de Salvini, anunciada a última hora, provocó menos tensión que hace cuatro días, cuando manifestantes boicotearon su discurso con gritos y pancartas en las que se leía "No eres bienvenido" o "Chacal, Mondragone no es una pasarela".

En esta ciudad costera se declaró la semana pasada una cuarentena obligatoria para los habitantes de varios bloques de viviendas, ocupados en su mayoría por migrantes búlgaros ante un nuevo brote de coronavirus que afectó a más de 60 personas, lo que provocó tensión con los vecinos locales y el despliegue del Ejército.

En sus dos visitas a la zona, el líder de la Lega aprovechó para cargar contra la comunidad gitana y los migrantes irregulares, aunque hoy lo hizo lejos de la zona aislada y con una fuerte presencia policial para evitar conflictos como el del pasado lunes.

Salvini visitó varios comercios locales y el paseo marítimo, desde donde criticó la gestión política de la región de Campania (donde se encuentran Nápoles y Mondragone) y del país, pidiendo de nuevo elecciones anticipadas.

Además, aseguró que volvería en más ocasiones al lugar pese a los incidentes de su primera visita, cuando los manifestantes le lanzaron agua y le impidieron finalizar su discurso.

Agentes antidisturbios cargaron contra los vecinos que protestaban, provocando situaciones de tensión.

La polémica comenzó cuando la semana pasada los migrantes aislados salieron a protestar contra el confinamiento obligatorio de dos semanas, ya que les impedía salir a trabajar en el campo, el único sustento para la mayoría de ellos.

Esto provocó el enfrentamiento con los vecinos locales, que les acusaron de expandir el virus, y se enfrentaron en varias peleas hasta que intervino el Ejército, solicitado por el presidente de la región de Campania, Vincenzo de Luca.

(c) Agencia EFE