Salida. Los brasileños dueños de la exCurtiembre Yoma están por irse del país

El grupo brasileño Curtume CBR, dueño de la curtiembre que era de los Yoma en Nonogasta (Chilecito, La Rioja), analiza dejar el país. Para continuar operando, la empresa -que ocupa 800 empleados, tiene una capacidad de producción de 5500 cueros diarios y exporta el 98% de lo que produce- pidió asistencia económica al gobierno provincial. Primero planteó la necesidad de obtener US$15 millones para reiniciar la fabricación y ahora habla de unos US$7 millones.

La curtiembre que perteneció al Grupo Yoma quebró en 2007 y en 2008 reabrió de la mano de los brasileños de Bom Retiro SRL, quienes tiempo después se convirtieron en Curtume CBR SA. Se hicieron cargo cuando la administración de Cristina Kirchner a nivel nacional les devolvió los beneficios de la promoción industrial. En diciembre de ese año la entonces Presidenta recorrió la empresa y dijo: "Para nosotros era un compromiso de honor, porque si algo tiene este gobierno y el anterior, es cuidar el trabajo de los argentinos y producir puestos [de trabajo] nuevos".

Después de tres procesos licitatorios declarados desiertos, se quedaron con la empresa en abril de 2008; pagaron US$ 6 millones y asumieron el compromiso de invertir US$24 millones. Aunque el Banco Nación presentó un recurso de revisión, la Cámara Civil de Chilecito lo rechazó por "improcedente".

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Federico Zalazar, secretario del Sindicato de Empleados Curtidores de La Rioja (Secalar), explicó a LA NACION que desde mediados de junio la fábrica está parada: "Hemos tenido reuniones con el Gobierno riojano y la percepción es que los brasileños se van; pedimos recursos para empezar de nuevo. Los trabajadores les planteamos que si van a poner plata no sea para un privado al que no controlan. Nos aseguraron que la intención es reactivarla". No terminaron de cobrar septiembre.

El 97% de la producción de la curtiembre es para exportación; los principales mercados son China e India pero también venden a Italia, México y Estados Unidos. A comienzos de la pandemia, cuentan desde el sindicato, hubo problemas para el cobro de las operaciones a China; los cueros quedaron varados en los puertos. Hubo gestiones de la administración riojana de Ricardo Quintela ante la embajada de China para destrabar los desembolsos, negociaciones que fueron halagadas por el presidente de la firma, Gilmar Hart.

Hace unos días el gobernador se reunió con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a quien le planteó la situación. "La curtiembre está con dificultades por lo que estamos analizando conjuntamente con Nación, alternativas para mantener esas unidades de producción". El ministro de Producción riojano, Fernando Rejal, admitió que buscan inversores para que continúen las operaciones de la firma.

LA NACION intentó contactar al presidente de Curtume CBR, quien no respondió. "La empresa culpa al mercado de no poder seguir; desde que están no hicieron inversiones y para ganar productividad y competitivad hace falta invertir. Si la plata la pondrá el Estado que no sea para ellos", resumió Salazar.

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El sindicato, en un comunicado, señala que ven "como se llevan los cueros crudos desde Buenos Aires a Brasil para procesarlos y exportarlos, imposibilitándonos de hacer nuestro trabajo (.) La incertidumbre hace mucho daño. No saber si el mes que viene tendremos comida en nuestras mesas es la peor tortura (.). Necesitamos que la Provincia y Nación vean las mañas especulativas de extranjeros que solo piensan en beneficiarse de nuestra provincia y de nuestro país. Necesitamos que CBR S.A tome conciencia de lo que están haciendo, y revierta la situación".

Emir Yoma manejó, junto a sus hermanos Jorge y Karim, la curtiembre hasta 2005. La curtiembre entró en concurso de acreedores en 1998, fecha hasta la que se especuló con una sociedad con Nike que no llegó. En 2004 Yoma S.A. le debía al Banco Nación unos US$180 millones; en esa época se planteó que el presidente Néstor Kirchner quería hacer una expropiación. Fue el entonces jefe de Gabinete y hoy presidente Alberto Fernández quien lo detuvo.