El Sáhara es el mejor ejemplo de que Pedro Sánchez no le puede dar lecciones a Rusia

Se han cumplido seis meses desde que dio comienzo la guerra de Ucrania y el conflicto no tiene visos de finalizar pronto. Una invasión que ha puesto a Vladímir Putin en el centro de las críticas de los principales líderes internacionales, Pedro Sánchez incluido.

El presidente del Gobierno español ha intervenido en la reunión virtual de la Plataforma Internacional de Crimea y ha criticado a Rusia debido a que sus "actuaciones ilegales constituyen flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario y de los Derechos Humanos".

Pedro Sánchez no puede dar lecciones a Rusia tras lo que ha hecho con el Sáhara. (Photo by JON NAZCA/POOL/AFP via Getty Images)
Pedro Sánchez no puede dar lecciones a Rusia tras lo que ha hecho con el Sáhara. (Photo by JON NAZCA/POOL/AFP via Getty Images)

No es la primera vez que el mandatario hace alusión al derecho internacional, ya que en el mes de febrero, al comienzo de la guerra, hizo unas manifestaciones similares.

"España defenderá la legalidad internacional. España se desvivirá por el restablecimiento de la paz. España se mostrará solidaria con las poblaciones afectadas por este conflicto", aseveró.

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Toda una declaración de intenciones que, sin embargo, él mismo se ha saltado con su decisión respecto al Sáhara Occidental. En el mes de marzo, Sánchez apoyó que el territorio sea una provincia autónoma de Marruecos. Un giro histórico a la postura tradicional del país que causó una gran polémica.

Y es que hasta ese momento Madrid se había alineado siempre con las resoluciones de Naciones Unidas, que siempre han defendido que la solución al conflicto pasa por la celebración de un referéndum de autodeterminación, debido a que se trata todavía de un territorio pendiente de descolonización.

Es decir, por muchas lecciones que el presidente español le quiera dar a Rusia sobre legalidad internacional, lo cierto es que él ha sido el primero en saltársela en esta cuestión. Y esa postura, ciertamente, no ha sido muy comprendida en la sociedad.

De hecho, el propio Josep Borrell, que formó parte del Gobierno de Pedro Sánchez y ahora es el Alto Representante de la UE para asuntos exteriores, ha señalado que "la posición que tiene el Gobierno español era y es la de la Unión Europea. Es decir, defender la realización de una consulta para que sea el pueblo saharaui quien decida cómo quiere que sea su futuro. El Gobierno español no se ha alejado de esta posición".

Todo un jarro de agua fría para Marruecos y también para Sánchez, que consideró que "la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, es la base más seria, realista y creíble para resolver la disputa".

Por su parte, el Frente Polisario ha publicado un comunicado en el que manifiesta que “España debe asumir la claridad y contundencia del derecho internacional respecto a la cuestión del Sáhara Occidental, pero, lamentablemente, ha optado por ignorar y desacatar lo establecido por el derecho y la legalidad internacionales".

Así pues, le llueven los palos a Pedro Sánchez, mientras que intenta defender una postura en lo que se refiere a Rusia que no se sostiene por sus propias contradicciones.

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