El sacerdote Guillermo Marcó fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por la UADE

Otorgamos el Título de Doctor Honoris Causa al Presbítero Guillermo Marcó por su destacada trayectoria
Otorgamos el Título de Doctor Honoris Causa al Presbítero Guillermo Marcó por su destacada trayectoria - Créditos: @UADE

El sacerdote Guillermo Marcó fue distinguido el miércoles pasado con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) por su destacada trayectoria en los ámbitos educativo, social y religioso. Además, fue reconocido por su contribución a la promoción a la paz y a la lucha contra el narcotráfico.

Marcó es conocido por su labor como párroco de San Lucas, su liderazgo como director del Servicio de Pastoral Universitaria, con quienes promueve la inclusión de estudiantes con recursos escasos, y su compromiso como copresidente del Instituto del Diálogo Interreligioso (IDI) junto al rabino Daniel Goldman y al profesor Omar Abboud.

La entrega del título contó con la presencia de diferentes personalidades, como del rabino Goldman, Abboud, Jorge Argüello, Sergio Rubin, Jorge Aufiero, Santiago Otamendi, Adalberto Rodríguez Giavarini, Julio Saguier; monseñor Ariel Torrado Mosconi, Guillermo Yanco, Santiago Soldati, Teddy Karagozian, Diego Luciani, Esteban Santoro, Elsa Shaw y Alejandro Roemmers.

También estuvieron presentes autoridades académicas y miembros de la comunidad universitaria. Este fue un reconocimiento por parte de la casa de altos estudios para reconocer a aquellos que han dedicado su vida al servicio de la sociedad y la construcción de un mundo mejor.

Al recibir el título, Marcó contó: “Estaba cursando una licenciatura y me faltaba solo rendir dos exámenes y presentar la tesis. Estaba en una parroquia con mucha demanda pastoral y mi párroco de aquel entonces, un sacerdote muy trabajador, me dijo, ‘muy lindo estudiar, pero ¿a la gente quién la atiende?’. Fue así como postergué terminar y me dediqué 34 años a trabajar pastoralmente. Y como Dios no se deja ganar en generosidad, ahora me otorga el mayor título académico que puede dar una universidad.”

Marcó fue quien, por pedido de Jorge Bergoglio organizó la oficina de prensa del Arzobispado y fue ocho años portavoz público del entonces cardenal.

En el Aula Magna de la universidad, el presidente honorario, Héctor Masoero, oficializó la ceremonia: “Cuando apenas fue ordenado sacerdote, Marcó le pidió al entonces vicario de Flores que quería ejercer en ´algún pueblito del interior´, pero el hoy papa Francisco le respondió: ´Vos tenés perfil urbano, vas a ser más útil acá´. Y no se equivocó. El padre Marcó agregó la contención y contexto cuasi familiar a la meta fundamental de impulsar a los jóvenes a formarse, superarse a sí mismos y que la educación cambie sus vidas”.

Tras ello, agradeció su integridad y valentía ”por decir siempre la verdad, la infinita vocación de servicio, el amor por el prójimo y su sincera amistad”.

El Doctorado Honoris Causa es un reconocimiento de alta distinción que las universidades otorgan a personas eminentes. Marcó, a lo largo de su trayectoria, fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (2008) por su labor pastoral, interreligiosa y social, consolidando su impacto en la comunidad. También recibió el Premio Konex por su dirigencia comunitaria y el Premio Santa Clara de Asís por Valores Religiosos.

“Gracias de corazón a UADE, hace mucho que empecé a trabajar con ustedes en el programa de becas y este año sumamos, gracias al Consejo de Administración, al equipo de la Fundación Pastoral San Lucas y a Estudiantes Organizados, 47 nuevos becados que ingresaron este año a esta gran universidad. Me siento parte de ustedes y esta distinción afianza el vínculo de admiración y amistad que tenemos”, agregó Marcó durante la ceremonia.

En ese sentido, destacó: “Me siento también interpelado a ir más adelante, a hacer el bien a más gente a ayudar más a los pobres, pero ofreciéndoles una herramienta que es la educación. Solo me falta agradecer a Dios que es el que me permite mantener un ideal de vida. A la Iglesia, en la persona del papa Francisco que me regaló la posibilidad de desarrollar talentos y confió en mí”.