Ryan García venció por puntos a David Haney tras un fallo mayoritario

Ryan García derriba a Devin Haney durante la pelea en el Barclays Center de New York
Ryan García derriba a Devin Haney durante la pelea en el Barclays Center de New York - Créditos: @AL BELLO

El norteamericano Ryan García (64,950 kg) aprendió a boxear antes que a leer y escribir, durante su infancia en los valles de Victorville, en California. Nieto de mexicanos; tuvo en su madre Lisa –delegada y jurado de pugilismo juvenil- y en su padre Henry dos entusiastas motivadores que ayudaron a convertirlo en un personaje del deporte de estos días. Su victoria sobre su “viejo adversario” de los tiempos de pubertad: David Haney (63.500 kg), este sábado en el Barclay´s Center de Brooklyn, en Nueva York, ante 19.000 espectadores, fue uno de los sucesos más inesperados para la actual industria del boxeo.

García, de 25 años, ganó en modo ajustado pero inobjetable por puntos –fallo mayoritario- en doce rounds (113-111 en la tarjeta de LA NACION) y recompuso una carrera que parecía terminada tras dos episodios decisivos: su derrota por KO ante Gervonta Davis, en 2023, y su repudiable conducta pendenciera tras excederse en el pesaje oficial de este desafío, resignado prematuramente y sin ningún tipo de esfuerzo la posibilidad de lograrlo. Corroboró tal decisión al beber un sorbo intenso de cerveza e insultar por doquier previo a subir a la balanza. Muchos, hasta los comisionados de Nueva York, pensaron que no estaba en sus cabales, pero –finalmente- todos comprendieron que se trataba de una estrategia. Pero al no dar el peso, el título quedó vacante.

Sobre el ring, García derribó al campeón tres veces con el mismo golpe: el cross de izquierda, ejecutado con la precisión de un arma letal. Y en todas las ocasiones, Haney –que resignó la corona del CMB al perder el match- estuvo a un paso de la derrota categórica. Sólo la torpeza de García, en el séptimo round, lo impidió. A falta de un impacto para terminar el match, decidió seguir pegando ante las advertencias de Harvie Dock, el referí, que lo sancionó con un punto de descuento; instancia que permitió la “sobrevivencia” de Haney, que resignó su invicto en su 32° actuación.

García, con 25 triunfos (21 KO) y un revés, representado por Oscar de la Hoya con quien vive una relación controversial de “idas y vueltas” y potenciado por las redes sociales con mas de dos millones de seguidores que vivan sus extravagancias publicadas, exaltó a todos con sus últimos mensajes: " Ser uno de los consumidores de las hierbas de mejor calidad en el universo y tomar como patrón de vida al personaje de Al Pacino en el film Scarface: Tony Montana”. Sin embargo, aprovechó la diferencia de peso (1.5 kg) sobre el ring y todas las ventajas que le brindó la rehidratación física en las horas posteriores al pesaje fallido. Su cuerpo tuvo una solidez total y una potencia desmedida. Fue mucho más fuerte y más grande que el campeón. Y cada uno de sus golpes tenía destino de KO. Haney se mostró física y mentalmente débil. Una paradoja: siendo mejor boxeador lució como un aprendiz. Fue un error aceptar el combate con estas irregularidades, más allá del millón y medio de dólares adicionados a su bolsa por tal motivo.

El gesto rebelde de Ryan García tras vencer a Haney
El gesto rebelde de Ryan García tras vencer a Haney - Créditos: @AL BELLO

García boxea como un exponente de la década del 30, como si fuese Tony Canzoneri o Benny Leonard, los campeones de la época. Lo hace con guardia abierta, alta y antigua. Pero la quincena de cross izquierdos ejecutados a fondo –en todo el combate- tenían sonidos y efectos de bombas dañinas.

Es desafiante, a veces estúpidamente rebelde y contradictorio a la lógica, la educación y los buenos modales. Este cambio de carácter llama poderosamente la atención. En nuestra última entrevista con él, en 2020 en Las Vegas, nos había confesado casi entre lágrimas: “No sabes lo que significa para un padre joven tener en brazos a un bebé y hacerlo dormir cantándole una canción de cuna”. Pese a todo, tiene un ángel especial. Algo muy difícil en hallar en los mejores deportistas. Construyó – finalmente- una imagen de consumo masivo cercana al perfil de “Kid Galahad”, el boxeador personificado por Elvis Presley, en su film de 1962.

Lo mejor de la pelea

García enfrentó al público – ya victorioso- y dijo: “Todos creen que estoy mentalmente desequilibrado y siguen con eso. ¡Dios bendijo mi mano izquierda y cuando llega derriba a quien sea! Solo el comisionado de Nueva York se dio cuenta de mi estrategia y me dijo: “¡Basta de fingir, niño!”. A los educadores les preocupa el tiempo que los jóvenes pasan en las redes sociales, pero ignoran las guerras, las muertes y el hambre de los pequeños. Yo hago lo que quiero; nadie sabe la “mierda” que comí y pasé en mi vida. Estoy sufriendo un divorcio. A nadie le importa. Bebí, bebo y beberá todas las noches. No me tomen como un ejemplo. No lo soy”.

Este es el personaje del momento con “corazón de rey”. Y con un diagnostico claro en lo personal y deportivo; todo sucederá en modo breve y vertiginoso. Ojalá nos equivoquemos.