Rutte, un maestro de la negociación para dirigir la OTAN

La Haya, 7 abr (EFE).- Tras casi 14 años como primer ministro de Países Bajos, el liberal Mark Rutte se encuentra inmerso, con el mismo don de negociación con el que ha dirigido su país, en una carrera para convencer a los aliados a apoyar su candidatura a secretario general de la OTAN: le respaldan 28 países, a falta de Turquía, Eslovaquia, Rumanía y Hungría.

No hay una lista oficial de candidatos, ni se programa una sesión de votación, pero ha habido mucha especulación desde hace meses, sobre todo tras la caída del cuarto gabinete neerlandés el pasado 7 de julio, una sorpresa nacional puesto que Rutte había acostumbrado al país a salvar a sus gobiernos, y más con una ejecutivo que tenía tan solo año y medio de vida.

Unos días después, anunció que dejará la política en cuanto se forme nuevo gobierno, pero sin aclarar su futuro. “Él ya sabía desde ese día que era favorito para la OTAN. Esa es una de las razones por las que forzó una crisis en su propio gobierno”, sentencia sin rodeos el popular comentarista político neerlandés Ron Fresen, que ha hablado, observado y analizado a Rutte y su entorno y publicará un libro sobre él el próximo mayo.

En una reconstrucción del último año de actuaciones y declaraciones de Rutte, Fresen subraya que la “posición” que este político tenía dentro del partido liberal (VVD), su viaje a Estados Unidos en febrero de 2023 y “la forma en que lo vimos no hacer nada para salvar su gabinete, más bien lo contrario, forzó una crisis, muestra que es muy probable que ya supiera que era el candidato principal” a dirigir la OTAN y tenía que centrarse en reunir los últimos apoyos.

“Rutte siempre ha luchado hasta el último segundo, pero el pasado verano, hubo problemas sobre la migración, que eran menores, y no hizo nada. Le dijo a Dilan Yesilgoz (su sucesora al frente del VVD): ‘tienes vía libre, es tu partida’. Y antes de esa crisis, había críticas en su partido sobre los compromisos que alcanzaba con otros grupos, así que sabía que era su última legislatura”, explica Fresen, en un encuentro con periodistas españoles, entre ellos EFE.

En su viaje a Washington, recuerda Fresen, Rutte se reunió con el presidente estadounidense Joe Biden en su oficina y ahí fue cuando confirmó su interés por la OTAN. “Rutte lo había rechazado todas las veces anteriores que se lo propuso Biden, hasta ese día”, asegura.

Rutte no quiso confirmar públicamente su candidatura hasta el pasado octubre, cuando admitió lo que funcionarios de la OTAN había filtrado a medios nacionales a internacionales. Dijo que le parece “muy interesante” la vacante abierta para dirigir la OTAN y que, “si sale bien”, quiere sustituir al noruego Jens Stoltenberg.

Entonces comenzó un fuerte lobby por parte de Rutte, algunos de sus ministros y también otros países de la OTAN que apoyan su candidatura. El liberal también se ha dejado ver con frecuencia por Kiev y Tel Aviv, en un intento de mostrar unidad contra Rusia y para evidenciar su don negociador para poner fin al cautiverio de los rehenes israelíes en manos de Hamas y a la guerra en Gaza.

Rutte tiene apoyo seguro de 28 de los 32 Estados miembros de la Alianza atlántica, según confirmó un diplomático de la OTAN a los medios neerlandeses, incluida la televisión pública NOS, pero el nombramiento requiere unanimidad y Rutte no tira la toalla. Aún tratará de convencer a los escépticos antes de la cumbre de Washington en julio.

Además de la candidatura rumana del presidente Klaus Iohannis, la resistencia más fuerte se espera del húngaro Viktor Orbán, que ha tenido roces con Rutte por su postura dura hacia la situación del Estado de derecho en Hungría. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, chocó en numerosas ocasiones con los gobiernos de Rutte. Y Eslovaquia tampoco se ha pronunciado a favor del neerlandés.

Rutte siempre se ha presentado como un ciudadano de clase trabajadora, un hombre de Estado y un jugador en equipo capaz de unir a la gente alrededor de una mesa y no levantarse hasta que haya un acuerdo. Eso ha demostrado desde 2010 en Países Bajos, y parece que tiene planes similares para la OTAN: además de unir a la alianza, promete fortalecer los vínculos con Asia para “mantener el mundo estable”, comentó a los estudiantes de la Universidad de Pekín la semana pasada.

por Imane Rachidi

(c) Agencia EFE