La ruta a la Casa Blanca: en un bastión universitario demócrata, tres mujeres le dan su primer voto a Biden

ANN ARBOR, Michigan.- Ann Arbor vibra. La ciudad, hogar de la Universidad de Michigan, respira juventud y energía al inicio de un nuevo año académico acompañado por el carmesí y amarillo que destierra el verde de las copas de los árboles en el otoño boreal. La pandemia del coronavirus alteró los hábitos y forzó a los estudiantes a cuidarse, pero el campus ya no es un pueblo fantasma como en la primavera: los estudiantes van y vienen, y trabajan en sus laptops bajo carpas al aire libre, o en los cafés y bibliotecas dentro de los edificios de ladrillo visto.

Este cuatrimestre, los jóvenes cumplen con una tarea adicional: votar. La ciudad instaló una oficina en el campus donde los estudiantes pueden cambiar su domicilio, anotarse en el padrón y votar por correo. Muchos jóvenes de estados republicanos o demócratas eligen cambiar su domicilio a Michigan, donde su voto pesa más: es uno de los estados pendulares donde se decide el futuro de la Casa Blanca.

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Ari Kohn, Lindsay Katz y Erica Lupino, tres jóvenes que se recibirán el año próximo, votaron por primera vez en una elección presidencial, por correo, un mes antes de la fecha de los comicios, el 3 de noviembre. Así le dieron fuerza a un fenómeno atado a la pandemia: este año, la cantidad de personas que dejarán su voto en un buzón será récord. Las tres votaron por Joe Biden. Los demócratas apuestan a jóvenes como ellas en todo el país para revertir una de las historias de 2016: muchos millennials no votaron -la mitad se saltó la elección-, o lo hicieron por el Partido Libertario o el Partido Verde, negándole votos a Hillary Clinton que, en la ecuación final, contribuyeron al triunfo de Trump. De hecho, solo en Michigan, uno de los estados pendulares del medio oeste del país donde se juega la elección, el candidato libertario, Gary Johnson, obtuvo 172.000 votos, y la candidata del Partido Verde, Jill Stein, cosechó más de 51.000 sufragios. Trump se impuso en Michigan por menos de 11.000 votos.

El voto joven favorece a los demócratas. En Ann Arbor, los estudiantes son bombardeados con mensajes de texto, emails, llamadas. Biden carece del magnetismo de otras figuras políticas como Barack Obama, Elizabeth Warren o Bernie Sanders -el gran ícono de los jóvenes progresistas del país-, pero, para muchos votantes primerizos como Kohn, Katz y Lupino, la sola idea de ver a Trump otros cuatro años en la Casa Blanca es motivo suficiente para votarlo. Creen que el país debe cambiar de rumbo si o si, y lo único positivo que ven de los años trumpistas es la nueva ola de activismo.

"Joe Biden tiene muchas fallas, pero al lado de Donald Trump tiene muchas más cosas positivas, y defiende los derechos humanos", dice Kohn, 21 años, estudiante de relaciones internacionales. "Tu voto no es solo por Joe Biden como persona, es por lo que representa. Y un voto por Trump es por lo que él representa. Es muy importante reconocer eso, incluso si no te agrada el candidato en sí, tenés que votar por los temas en lugar de por ellos", apunta.

"Es loco que esta sea nuestra primera elección en un momento en el que realmente tenemos que salir, nuestra generación tiene que salir a votar porque tenemos la posibilidad de usar nuestra voz, usar nuestro derecho para cambiar. Si no, mirá lo que pasa", apunta Katz.

Estudiante de enfermería, Katz se sumó este verano boreal a una campaña para fomentar la participación en la elección y escribió 200 cartas a mano a votantes en Michigan que se registraron para votar en 2016, pero nunca aparecieron.

"Tenemos que reconocer que esto es mucho más grande que nosotros", coincide Erica Lupino, 21 años, estudiante biología y futura médica. "No me imagino a este país si no hay un cambio pronto", afirma.

Además de su rechazo a Trump y la importancia histórica que ven en la elección, las tres dicen que votaron pensando en preservar los derechos de las mujeres, como el derecho a un aborto, que los demócratas defienden, y al que los republicanos se oponen. Los jóvenes muestran una preocupación mayor por el cambio climático -ninguneado por Trump y los republicanos-, la violencia con armas de fuego, la salud y la enorme deuda con la que muchos terminan sus estudios universitarios, que pagarán durante buena parte de su carrera profesional. A diferencia de los baby boomers o los integrantes de la Generación X, los votantes más jóvenes tienen una visión menos negativa del "socialismo", una mala palabra en Estados Unidos que Trump le achaca a Biden cada vez que puede. El 49% de los millennials y la Generación Z tiene una imagen positiva del socialismo, contra el 39% de la Generación X y el 32% de los boomers, más afectos al capitalismo. Esto los lleva a respaldar con más determinación iniciativas como Medicare For All, o Medicare Para Todos, o el Green New Deal, las dos grandes banderas del ala progresista del Partido Demócrata que lideran Sanders, Warren o la congresista Alexandria Ocasio-Cortez. Biden apoya a medias esos programas.

Con todo, Kohn, Katz y Lupino coinciden en que, en esta elección, los simpatizantes de Bernie Sanders, al menos sus amigos y a los que ellas conocen, votarán por Biden. "Si", responden al unísono ante la pregunta. Este año, la sombra de Sanders parece acechar un poco menos.

"Al principio les molestó mucho que Bernie no consiguiera la nominación. No les gustaba Biden, y a muchos todavía no les agrada, pero reconocen la importancia y saben que la alternativa no es una opción en este momento", dice Katz.

Biden y los demócratas esperan que ese sentimiento contagie a los jóvenes en todo el país.