El ruido marrón podría ayudar a “calmar el cerebro” de las personas con déficit de atención

El TDAH, un trastorno difícil de diagnosticar en adultos
El TDAH es un trastorno difícil de diagnosticar en adultos

WASHINGTON.— Imaginen un sonido profundo y constante, como el rugido grave de un motor de avión. Ese sonido se llama “ruido marrón” y se ha vuelto muy popular entre las personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) como una herramienta para ayudarlos a concentrarse y relajarse.

El hashtag #brownnoise (ruido marrón) tiene más de 86 millones de visualizaciones en TikTok, y en los videos con más reproducciones puede verse a personas con TDAH que registran su reacción ante el ruido marrón y comentan que nunca se sintieron mentalmente más tranquilas.

Darcy Michael, un hombre de 42 años de la ciudad de Vancouver que sufre TDAH, comenta que recurre al ruido marrón cuando necesitan enfocarse, y dice que “le cambió la vida”.

“Es como si mi cerebro recibiera un gran abrazo”, dice Michael.

La evidencia de que el ruido marrón ayuda a las personas con problemas de atención es anecdótica y no hay investigaciones concluyentes al respecto. Unos pocos estudios previos han sugerido que un sonido similar, el así llamado “ruido blanco”, puede mejorar las funciones cognitivas y la concentración en personas con TDAH, y los expertos creen que el ruido marrón podría tener el mismo efecto.

¿Qué es el ruido marrón?

El ruido marrón es considerado un sonido de banda ancha, que está compuesto de una amplia variedad de frecuencias que el oído humano puede percibir. El ruido marrón solo utiliza las frecuencias más bajas, generando un sonido de tono bajo y grave que a algunos le resulta más placentero. El ruido marrón suele ser comparado con el sonido de un trueno, de un motor de avión o de un viento fuerte.

Por el contrario, el ruido blanco, que también es un sonido de banda ancha, incluye todas las frecuencias que los humanos podemos oír, y los mejores ejemplos son la pantalla gris o “lluvia” del televisor, y un ventilador encendido. Para algunos, el ruido blanco es sedante, mientras que para otros, los tonos más agudos del ruido blanco pueden resultar irritantes.

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Otro sonido de banda ancha muy popular es el “ruido rosa”, situado a mitad de camino entre el ruido blanco y el marrón, y que incluye una mezcla de frecuencias, pero con predominio de graves. Los ejemplos de ruido rosa en la naturaleza son el sonido de la lluvia o el susurro de las hojas de los árboles.

¿Por qué puede mejorar nuestra concentración?

Algunos médicos creen que el ruido marrón, el ruido blanco y el ruido rosa son una técnica de “enmascaramiento sonoro”, lo que significa que pueden ahogar otros ruidos del ambiente que nos distraen.

Göran Söderlund, investigador de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Noruega Occidental, cree que esos efectos va más allá del simple enmascaramiento auditivo o sonoro. Durante la última década, Söderlund ha realizado 15 estudios preliminares sobre los efectos del ruido blanco en personas con y sin TDAH. No ha investigado el ruido marrón, pero cree que tendría efectos similares.

Su investigación muestra que cuando escucharon ruido blanco, las personas con TDAH tuvieron un mejor desempeño en tareas de memoria y lenguaje. Se trata de estudios pequeños, de pocos participantes, pero Söderlund cree que el ruido blanco y el marrón son herramientas prometedoras para ayudar a las personas con TDAH.

La razón puede estar relacionada con el nivel general y persistente de una sustancia química del cerebro llamada dopamina. Los mayores niveles de dopamina pueden ayudar a regular la concentración, pero en las personas con TDAH parece haber una menor liberación persistente de dicha sustancia. La conjetura de Söderlund es que escuchar sonidos de banda ancha hace que de alguna manera el cerebro de las personas con TDAH imite los efectos de la dopamina.

Para algunas personas con TDAH, dice Söderlund, las señales neuronales del cerebro son como fuegos artificiales que explotan en todas direcciones. El resultado suele ser una cabeza “ruidosa”, con pensamientos caóticos que compiten por nuestra atención. Y el ruido blanco o marrón parece ayudar al cerebro a controlar las señales neuronales, centrar la atención y calmar los pensamientos desordenados.

Todavía no está claro si este tipo de sonidos también puede ayudar a las personas que no tienen TDAH. En un pequeño estudio, Söderlund descubrió que los bajos niveles de ruido blanco pueden ayudar incluso a quienes no padecen ese trastorno. En otro estudio, al escuchar ruido blanco, los niños con problemas de lectura mejoraron su desempeño en memoria y lectocomprensión.

“Podría beneficiar a muchas más personas de las que pensamos”, dice el investigador.

Söderlund señala que hacen falta más investigaciones para saber si el ruido marrón, blanco o rosa pueden ayudar a personas con otro tipo de problemas de aprendizaje.

“¿Qué pasa cuando alguien utiliza alguno de esos ruidos, por ejemplo, durante tres meses?” se pregunta Söderlund. “¿En el cerebro se desarrollan nuevas vías que facilitan la comunicación neuronal? Mi esperanza, en realidad, es que el recurso de esos ruidos pueda ayudar a reducir el uso de medicación contra el TDAH.”

Dan Berlau, profesor de la Universidad Regis, cree que la evidencia que existe sobre los beneficios del ruido blanco es lo suficientemente sólida como para justificar su uso como herramienta complementaria. Pero advierte que hay pocas investigaciones que estudien si los efectos son diferentes para las personas que toman diversos medicamentos y en diferentes dosis.

“No es invasivo, es un método fácil de usar, y está al alcance de personas de todos los estratos socioeconómicos”, dice Berlau. “Se lo recomendaría a muchas personas que la pasan mal por ese problema y que podrían obtener buenos resultados.”

Denielle Plummer, una joven de 24 años de Henryville, Pensilvania, no tiene seguro médico y no puede pagar los medicamentos para el TDAH. Cuando necesita concentrarse, recurre al “ruido marrón”.

“Ahora estoy mucho más motivada, porque si tengo una tarea difícil o un trabajo que requiere mucha concentración, sé que cuento con algo que me puede ayudar”, dice Denielle.

Taylor Griffin, una joven de 27 años de Winnipeg, Canadá, señala que el ruido marrón la ayudó a concentrarse durante un curso de negocios y que ahora lo escucha para hacer las tareas domésticas, en el auto cuando maneja, o mientras está cocinando.

“Si escucho ruido marrón, puedo concentrarme durante 30 minutos, hacer otra cosa durante 30 minutos, y volver a concentrarme en la tarea anterior sin problemas”, dice Taylor. “Me permite elegir el momento en que necesito enfocarme”.

¿Cómo encontrar y utilizar el ruido marrón?

Tanto en YouTube como en Spotify Puede pueden encontrarse listas de reproducción con grabaciones de ruido marrón, blanco o rosa. En los negocios y también en las tiendas online se consiguen “máquinas de ruidos” que reproducen algunos o todos estos sonidos de banda ancha. También hay aplicaciones de celular que cumplen la misma función.

A Dave Anderson, psicólogo clínico del Child Mind Institute, le preocupa que las redes sociales simplifiquen demasiado la eficacia de esas intervenciones sonoras, y alienta a las personas con TDHA a trabajar con profesionales para desarrollar enfoques holísticos tendientes a controlar ese trastorno.

“Realmente espero que las personas con esas dificultades, o cualquiera que acaba de recibir un diagnóstico de TDHA, vea estos consejos que aparecen online como un primer paso, pero no como la esencia del tratamiento”, dice Anderson.

Y a quienes sientan curiosidad por probar el ruido marrón, blanco o rosa, Anderson les recomienda comprar una máquina de ruidos, en vez de de usar una aplicación, porque considera que el celular en sí mismo puede generar distracciones adicionales.

Otros expertos recomiendan usar auriculares, para bloquear al mismo tiempo otras distracciones externas. Pero para evitar daños en la audición, Anderson advierte que esos sonidos no deben reproducirse a volumen alto.

Sabryna Herring-Antwine, terapeuta profesional del estado de Luisiana, toma un medicamento recetado para el TDAH y empezó a usar el ruido marrón después de enterarse de su existencia en las redes sociales.

“Ojalá no sea una de esas novedades o tendencias que después se desvanecen”, dice Sabryna. “Espero que en breve haya toneladas de investigación al respecto”.

(Traducción de Jaime Arrambide)