Rubio recibe su primera nominación al Latin Grammy por el video “Nacimos llorando”

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La música alternativa chilena Rubio, cuyo proyecto mezcla música electrónica, pop, ambient y elementos étnicos, acudirá esta semana a la ceremonia del Latin Grammy como nominada en la categoría de mejor video musical versión larga por “Nacimos llorando”, un cortometraje filmado en un pueblo mágico del Golfo de México con un drama LGBT+.

Para Rubio es su primera nominación al Latin Grammy.

“No me la esperaba, la verdad”, dijo en una entrevista reciente en la Ciudad de México. “Como que genera una alegría, incluso hasta la mamá y la abuela, cachai, cosas que llegan más lejos, más allá de uno”.

Rubio, cuyo nombre verdadero es Francisca Straube, define su estilo como música camaleónica o música intercontinental en la que cada canción tiene un mundo con una base electrónica y elementos acústicos. En vivo, Rubio suele jugar incluso con su voz haciendo efectos que la hacen sonar como hombre, ballenas, ardillas, diablos, dinosaurios. Actualmente, se presenta en formato dúo con el multiinstrumentalista Lego Moustache. Ella toca la guitarra y canta, él toca las percusiones y ambos se encargan de sintetizadores y otros instrumentos.

“Me gusta eso, me siento muy libre con el público con eso y como no hay tantas reglas...”, señaló. “Yo puedo hacer lo que quiera y está bien, eso me gusta”.

Otra de sus características es que en sus shows suele hacer un ritual con sahumerio y un sonajero; es una especie de limpia en la que logra cautivar a sus espectadores.

“Yo le debo mucho a la medicina amazónica, para mí hay un antes y un después”, dijo Rubio sobre este aspecto. “Algo siento en mi interior como que tengo que compartir esa sensación y que, por lo menos, la gente se detenga un rato y algo suceda… Sé que pasa algo también con la gente. Entonces es lindo, como ese gran misterio, y me siento muy humilde y honrada por hacerlo”.

El video de “Nacimos llorando” incluye dos canciones de “Venus & Blue”, su más reciente álbum de larga duración: “Kintsugi” y “Llorar”. Sirven de banda sonora de la historia de José (André Nuñez) y Secho (Ismael Pérez), dos amigos entre los que surge una atracción, que es brutalmente negada y reprimida por uno de ellos.

Rubio y el director y guionista Fernando Cattori son parte de la comunidad LGBT+, por lo que era de su interés mostrar las consecuencias de este tipo de odio.

El cortometraje dura 21:18 minutos, pero la música de Rubio no aparece sino hasta el minuto 11:00. Rubio no quería salir en pantalla, ni siquiera haciendo un cameo, sino que quería que fuera un video narrativo. Aunque no se ve, Rubio estuvo en toda la filmación que duró unos cinco días.

“Fuimos a grabarlo a Tlacotalpan, Veracruz, hermoso, pero hacía 45 grados, 100% de humedad, lleno de mosquitos”, dijo.

El video incluye coreografías y diferentes locaciones, incluyendo la bella iglesia de Tlacotalpan, en la que contaron con la participación de múltiples pobladores locales como extras.

“Todos estaban felices y pasaba un camioncito que nos ayudó, una camioneta (diciendo) '¡Rubio va a grabar el videoclip, citamos a todas las mujeres a la iglesia a las 11 de la mañana si quieren participar!'”.

El título de “Kintsugi” es una palabra japonesa que remite a algo que se rompe y se vuelve a unir.

“Las heridas se sanan, se restauran, se van pegando y se hace algo más fuerte”, dijo Rubio.

A “Llorar”, Rubio la define como un bolero-dembow melancólico.

Rubio vive en la Ciudad de México. A la entrevista llegó con su perrita Luna. Al crecer en Chile sus padres eran melómanos y ella solía jugar a hacer videos y arte. Comenzó a estudiar batería a los 11 años y tiempo después estudió la carrera de composición y música.

“Tuve un vecino también que fue crucial para mí, que era gringo, era un poco mayor que yo y como a los 9 años me mostró a Nirvana, él tocaba la guitarra increíble”, dijo sobre sus primeros años en la música. “Empezamos a tocar en el garaje, hacíamos casetes, me lo encontré hace poquito y le agradecí, tuve harta influencia de él en mi música”.

Antes de su proyecto solista, formó parte de la banda Miss Garrison en la que era baterista y vocalista. En el caso de Rubio, todavía compone sus canciones tocando la batería.

Su lanzamiento más reciente es el EP “Las voces del Jacaranda” que incluye los temas “Shouganai” y “Yugen”. Al crearlo, se imaginó árboles hablando.

“Me empecé a inventar ahí como si fueran las canciones las voces que hablan los árboles”, dijo. “Me encantan las jacarandas”.

“Yugen” es otra palabra japonesa que significa misteriosa belleza y remite a la vida y la muerte; “Shouganai” sirve para referirse al destino. Ambas tienen videos filmados en la capital mexicana.

Rubio estuvo recientemente de gira por España y Portugal. Se presentará en el Lunario de la Ciudad de México el 4 de diciembre.