Rotura de ligamentos de rodilla: por qué hubo 21 casos en apenas 13 fechas de la Copa de la Liga Profesional

Boca 2 vs. San Lorenzo 1, 30 de marzo: Lucas Blondel acaba de convertirse en uno de los 21 futbolistas de la Liga Profesional que sufrieron roturas de ligamentos en esta temporada.
Boca 2 vs. San Lorenzo 1, 30 de marzo: Lucas Blondel acaba de convertirse en uno de los 21 futbolistas de la Liga Profesional que sufrieron roturas de ligamentos en esta temporada.

Cuando habían transcurrido apenas 16 minutos del encuentro entre Boca y San Lorenzo del 30 de marzo en la Bombonera, Lucas Blondel salió al cruce de Cristian Ferreira e intentó frenar su avance. El mediocampista azulgrana enganchó hacia la derecha y obligó al defensor lateral de Boca a frenar de manera brusca. En el movimiento, su pie derecho quedó clavado en el piso y la rodilla hizo una rotación y se desplazó, lo que derivó en un esguince de rodilla con rotura del ligamento cruzado anterior.

A la lesión del jugador de Boca se sumaron, en días posteriores, las de Ulises Sánchez y Lucas Passerini, de Belgrano, y la de Agustín Bravo, de Rosario Central. Con ellas, ya son 21 los futbolistas de la primera A que este año tuvieron roturas de ligamentos de rodilla. El número impresiona por su magnitud, y más por haberse dado en un lapso de tres meses y medio, en apenas trece fechas de la Copa de la Liga Profesional.

Jorge Batista, el médico de Boca Juniors, publicó en las redes sociales una minuciosa explicación de cómo se lastimó Blondel: “Al momento de la lesión corría a 16,42km por hora de velocidad (Ese fue el pico previo al esguince. (La velocidad máxima de Lucas medida por GPS durante entrenamientos y partidos es de 32 km x hora, lanzado en distancias largas o sea con espacio.) Esto implica que al momento de la lesión correspondía al 50% de su velocidad máxima. El jugador de fútbol en general no muchas veces llega a la velocidad máxima porque está limitado por el espacio, PERO Siiiiiiiii, desarrolla aceleraciones y desaceleraciones de ALTA magnitud en espacios o distancias más cortas”.

Además, brindó detalles que permiten entender alguna de las causas de la lesión: “Por aquí viene el tema. La aceleración (pique) en el momento de la lesión fue de 3,14 metros por segundo cuadrado. Esto fue seguido por una desaceleración intensa acompañada por una rotación externa brusca. Cuando apoya el pie en el piso, la desaceleración (freno) al momento de la lesión fue de -4,37 metros por segundo cuadrado. (muy intensa). Aquí radica el problema: aceleración y desaceleración bruscas, giro (rotación externa brusca) y se engancha con los tapones en el terreno“.

Todos los especialistas consultados expresan que este tipo de lesiones no se explica por una única causa y son consecuencia de la combinación de una serie de factores. Por otra parte, hay consenso respecto a lo determinantes que son algunas circunstancias, como la alta intensidad del juego, los calendarios apretados y el tipo de botines que utilizan los futbolistas.

Javier Lacki es médico del plantel de Defensa y Justicia desde 2001, y a partir de esa fecha lleva un detallado registro de todas las lesiones de los jugadores de primera división del Halcón de Florencio Varela: “Hasta el año pasado teníamos un índice de 0,6 roturas de ligamentos cruzados por año y en lo que va del 2024 ya tuvimos dos”. Los jugadores a los que refiere Lacki son David Barbona y Gastón Togni, que se lastimaron de manera indirecta porque en ninguno de ambos casos estuvo involucrado otro futbolista con el que se generara un choque o contacto. En 2023 se lesionó solamente Kevin Gutiérrez, frente a Botafogo, y a diferencia de en los casos recientes, ocurrió como consecuencia de un contacto traumático con otro jugador.

El primer argumento que presenta Lacki es la alta densidad de partidos en un período corto. “Estamos jugando entre dos y tres encuentros por semana y esto hace que la competencia reemplace a los entrenamientos, que son el «factor protector» del jugador”, afirma el doctor que en septiembre de 2020 publicó un estudio al que tituló “Alta relación entrenamiento/competición, ¿menos incidencia de lesiones? Exploración epidemiológica del fútbol profesional”. En ese trabajo Lacki concluyó que la relación ideal es de entre 5 y 8 sesiones de entrenamiento luego de una competencia y permite disminuir la tasa de lesiones que conllevan largos lapsos de recuperación.

“Hay una mayor densidad de competencias, lo que implica menos entrenamientos, y como consecuencia, una evidente disminución de la protección que se construye a partir de las sesiones de preparación. Ésta es una de las causas por las que se producen más lesiones”, sostiene el profesional para LA NACION. “Por otra parte, todos los partidos presentan algún interés y esto hace que el futbolista salga a jugarlos como a una final, lo que suma intensidad a la competencia y aumenta el riesgo de lesiones”, añade el médico de Defensa y Justicia.

Ulises Sánchez, de Belgrano, sufre el dolor en la rodilla derecha: acaba de colapsar su ligamento cruzado anterior.
Ulises Sánchez, de Belgrano, sufre el dolor en la rodilla derecha: acaba de colapsar su ligamento cruzado anterior.

La Copa de la Liga tiene un fixture que condensa partidos obligando a jugar cada tres o cuatro días. Además, como de los 14 equipos de cada uno de los dos grupos se clasifican cuatro para la etapa siguiente, la lucha es intensa hasta el final de la primera rueda. Y confirma la hipótesis de Javier Lacki: más competencia, menos entrenamiento, mayor estrés... más lesiones.

¿Antes los jugadores no tenían ligamentos?

Luis Pintos es cirujano especialista en traumatología y fue director del Instituto de Medicina en el Deporte y Rehabilitación (IMDYR), de Futbolistas Argentinos Agremiados), médico de AFA y, durante 35 años, de planteles de primera, entre los que se destacan Boca, Independiente y Racing.

“Muchas veces me preguntan: «Doctor, ¿antes los jugadores no tenían ligamentos cruzados?». ¡Claro que sí! Lo que ocurre es que se jugaba de otra manera. Todo era mucho más lento, se jugaba a otra velocidad”, sostiene Pintos. Y agrega: “Hoy se produce un tremendo desequilibrio entre el sistema nervioso y el sistema óseo articular. La cantidad de órdenes que el cerebro envía al cuerpo de un jugador es tremenda. «¡Enganchar para adentro!», y, casi en simultáneo, «¡enganchar para afuera!». Pero la rodilla no está preparada para volver a girar en sentido contrario casi al mismo momento”.

Pintos refiere que 40 años atrás la rotura de ligamentos cruzados era inhabitual y la lesión más frecuente que se presentaba en futbolistas profesionales era la rotura de los meniscos, aunque advierte que es posible que haya estado subdiagnosticada por la ausencia de tecnología como para confirmarlo. “Recién en 1983 surgió la resonancia magnética, la herramienta que permitió contar con un diagnóstico preciso. En ese momento lo que nos permitía suponer que se trataba de una rotura de ligamentos era la típica inestabilidad de la rodilla. En aquella época era frecuente que un futbolista dejara de jugar por este tipo de lesión”, cuenta el médico para LA NACION.

“La velocidad y la intensidad con las que se juega hoy son la principal causa de este tipo de lesiones, pero, lógicamente, es imposible pretender que se retroceda en la preparación. Por lo cual es probable que esto continúe, y hasta se agrave”, estima el cirujano.

Fenómeno multifactorial

Juan Manuel Calvo es médico del plantel profesional de Unión y con su hermano Santiago conforma un equipo de trabajo. Es traumatólogo y especialista en cirugía artroscópica. Ante una consulta acerca de las razones por las que se multiplicaron las roturas de ligamentos cruzados, expone que no corresponde mencionar un único motivo. “Se trata de una situación llamativa, porque los casos son más de 20 en muy poco tiempo. Se trata de un fenómeno multifactorial en el que la posición del jugador, el momento del partido e inclusive la instancia del torneo son importantes. Cada jugador es único y es imposible explicar lo que sucede desde lo general, pero hay algunos aspectos que podemos tener cuenta, como el equipamiento. Hoy usan botines con tapones que, si cumplen 100% su objetivo de que el jugador no resbale, paradójicamente aumentan el riesgo de una lesión”, manifiesta Calvo.

El doctor describe en detalle el mecanismo de estas lesiones en lo que refiere al agarre de los botines: “Más de 60% del total de las lesiones se produce sin que el futbolista reciba un traumatismo. Es decir, se lastima, como vulgarmente decimos, «solo». En estos casos se debe a una desaceleración brusca que normalmente obedece a un cambio de dirección. En la mayoría de las veces se trata de un jugador que reacciona en posición defensiva frente a una situación inesperada por parte del atacante. Ante el freno brusco se da una rotación para alcanzar al otro jugador, el pie queda fijo por una respuesta mecánica del botín clavado en el piso, el resto del cuerpo genera una rotación de la rodilla y se produce una angulación valgo forzada. El botín anclando totalmente el pie en el piso, participa como una causa más de la lesión”.

Los futbolistas están preparados para cambios de frente, giros y frenos por su entrenamiento, que les otorga el equipamiento muscular necesario para sostener las articulaciones y resistir las tensiones. Pero el elemento disparador más común de la lesión es la situación inesperada, ya que para afrontarla el jugador debe realizar una combinación de movimientos. El cerebro le pide que la realice, pero a veces los ligamentos no están en condiciones de soportarla.

Durante la pandemia de coronavirus FIFA estableció un nuevo cupo de cinco cambios por partido, para resistir la intensidad de un calendario denso por la acumulación de competencias pospuestas. Pero reemplazar a medio equipo puede aumentar el riesgo de lesiones graves. “En general los ingresos son de atacantes, y como contrapartida el defensor, que en esa instancia tiene mayor carga que el que ingresa porque está jugando desde el inicio del partido, está obligado a realizar esfuerzos en alguna medida desiguales. Eso es un otro factor de riesgo”, analiza Calvo.

El médico de Unión coincide con que la sobreexigencia del deportista de alto rendimiento redunda en lesiones y alerta que si esa circunstancia no se modifica, van a seguir incrementándose los percances. Sobre la rotura de ligamentos cruzado en particular, Calvo observa que “es frecuente que se presente por rachas. Que durante un lapso en un club no se produzca ninguna y repentinamente se den varias”.

No es un mal sólo argentino

UEFA desarrolló una investigación liderada por el especialista sueco Jan Ekstrand en 2001 llamado Elite Club Injuries Study, ECIS, que registra todas las lesiones de futbolistas de clubes europeos. Según el estudio la cantidad de lesiones se ha reducido, presumiblemente debido a los progresos médicos y técnicos que permiten personalizar los entrenamientos y a la mejora en la alimentación. Sin embargo, esa disminución no se aprecia en las lesiones graves, incluidas las roturas de ligamentos cruzados, que se acrecientan con el transcurso de los años.

En una segunda publicación en redes sociales, Batista, el médico de Boca, expuso posibles causas de esa desgracia física, en algunos casos en coincidencia con otros especialistas consultados para LA NACION. “Calendario muy apretado, terrenos de juego en algunos casos en mal estado, modas en el uso de tapones semicirculares en lugar de tapones redondos, estrés psíquico (todos se juegan algo, descenso, clasificar a instancias finales, etc.), fatiga física. El futbol argentino es sumamente difícil, el trabajo de los preparadores físicos es excelente. Esto trae aparejado que el jugador no tenga un segundo sin que reciba la presión de dos y hasta tres rivales. Si bien la mayoría son lesiones indirectas también debo remarcar que en el futbol europeo se protege más al jugador. Una o dos faltas, amarilla y luego roja”.

Para los entendidos, de manera unánime el panorama futuro es poco alentador. Concluyen que es probable que este tipo de lesiones se reitere y que aumente si no se ataca con determinación las principales causas.

Los 21 futbolistas de la primera A lesionados en rodillas en 2024

  • 7 de abril: Agustín Bravo, de Rosario Central (roturas del ligamento cruzado anterior y el menisco interno de la rodilla derecha).

  • 2 de abril: Lucas Passerini, de Belgrano (ligamentos cruzados de la rodilla derecha).

  • 31 de marzo: Ulises Sánchez, de Belgrano (ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha).

  • 30 de marzo: Lucas Blondel, de Boca Juniors (esguince de rodilla derecha y rotura del ligamento cruzado anterior).

  • 29 de marzo: Gastón Togni, de Defensa y Justicia (rotura de ligamento cruzado anterior).

  • 25 de marzo: Manuel Insaurralde, de San Lorenzo (ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda).

  • 18 de marzo: Ivo Mammini, de Gimnasia y Esgrima La Plata (ligamento cruzado anterior y menisco de la rodilla izquierda).

  • 18 de marzo: Matías Giménez Rojas, de Independiente (ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha).

  • 11 de marzo: Gastón Hernández, de San Lorenzo (ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha).

  • 16 de febrero: Tomás Pozzo, de Godoy Cruz (rotura de la plástica de la operación anterior del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda).

  • 12 de febrero: Raúl Lozano, de Platense (rotura de ligamento cruzado anterior más lesión de menisco interno y lesión de grado 1 del ligamento colateral interno con edema de complejo posterolateral externo).

  • 12 de febrero: Ciro Rius, de Platense (ligamento cruzado anterior más lesión de grado 2 de ligamento colateral interno y menisco externo).

  • 2 de febrero: Lautaro Montoya, de Central Córdoba (rotura parcial del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha).

  • 30 de enero: David Barbona, de Defensa y Justicia (ligamentos cruzados de la rodilla derecha).

  • 30 de enero: Lucas Ambrogio, de Atlético Tucumán (ligamentos cruzados anteriores de la rodilla izquierda).

  • 29 de enero: David Sotelo, de Newell’s (ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda).

  • 29 de enero: Juan Bisanz, de Banfield (ligamento anterior de la rodilla derecha).

  • 29 de enero: Alejandro Cabrera, de Banfield (ligamento anterior de la rodilla derecha).

  • 18 de enero: Federico Paradela, de Sarmiento (ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha).

  • 17 de enero: Guillermo Enrique, de Gimnasia (rotura parcial del ligamento lateral interno de la rodilla derecha).

  • 14 de enero: Gonzalo Martínez, de River (ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda).