Ron DeSantis asegura que no se rendirá. Pero, ¿es él solo un ‘hombre muerto caminando’?

Ron DeSantis, cuya campaña presidencial se dio prácticamente por muerta en el helado estado de Iowa, pronunció su discurso de campaña en una bodega a las afueras de Manchester en una fría tarde de miércoles, en el que repasó su buena fe ante una multitud de unas pocas docenas de electores que se preparaban para votar en unas primarias en las que prácticamente no tiene ninguna posibilidad de ganar.

Su campaña acababa de señalar un cambio de enfoque en Carolina del Sur, un estado que –como Nueva Hampshire y todos los demás estados de votación temprana– favorece fuertemente al ex presidente Donald Trump. Pero él dice que está en esto a largo plazo, y que cada delegado importa.

Sus partidarios asienten, aplaudiendo a veces. Admiran sus agallas, pero no comparten necesariamente su optimismo.

¿Podrá ganar la nominación republicana?

“Probablemente no”, dice Justin McEwen, de 51 años, que de todos modos piensa votar por el gobernador de la Florida el martes.

Aunque su campaña ha sido en gran parte descartada, DeSantis sigue adelante, tratando de arañar los delegados que pueda de Nueva Hampshire mientras convence a los electores y donantes republicanos de que todavía puede ser el último candidato en pie contra Trump, y que incluso importaría.

Dice que el Partido Republicano está listo para dejar atrás al ex presidente, aunque las encuestas y la primera contienda de la temporada de primarias sugieren claramente que no es así. Y dice que sigue siendo el candidato para aglutinar el voto anti-Trump, aunque su plan depende de que los electores de Carolina del Sur avergüencen el 24 de febrero a Nikki Haley, la ex embajadora ante la ONU a la que los electores eligieron dos veces como gobernadora.

Por suerte, las primarias en la Florida –donde las encuestas han mostrado que DeSantis está unos 40 puntos por debajo– no son hasta el 19 de marzo.

“Creo que nos merecemos una elección en el futuro; una elección de uno a uno”, dijo DeSantis desde un escenario en LaBelle Winery, un lugar popular para las bodas de Nueva Inglaterra. “A medida que salgamos de estos primeros estados, creo que eso es lo que acabaremos viendo”.

La realidad es que, si DeSantis está compitiendo por algo ahora mismo en las primarias republicanas, es por el segundo puesto. Sus partidarios aquí se preguntan cuándo abandonará, no si lo hará.

“Me imagino que continuará hasta al menos el Super Martes o hasta que los donantes quieran respaldarlo”, dijo el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes de Nueva Hampshire, Jason Osborne, quien respaldó a DeSantis en mayo, cuando mucha gente pensó que tal vez tenía una oportunidad de superar a Trump. “No sé cómo está la recaudación de fondos en este momento, pero cuando el apoyo se agote, tendrá que renunciar”.

DeSantis sigue proyectando optimismo, a pesar de las difíciles circunstancias, y encontrando resquicios de esperanza que aprovechar. Trump ganó la mayoría de los votos en Iowa, pero DeSantis dice que casi la mitad de los electores querían a otra persona. Y aunque DeSantis quizá no tenga muchas posibilidades de ganar las primarias de Nueva Hampshire, si hay una competencia para el candidato que pueda responder a más preguntas de los electores en ese estado, él podría ser el favorito.

Tras concluir su discurso de campaña el miércoles, mantuvo una sesión de preguntas y respuestas con varios electores antes de rechazar a un empleado que anunció que la cuarta pregunta sería la última del gobernador.

“No, no, voy a hacer algunas más”, dijo DeSantis, provocando una carcajada de su audiencia. “¿Cuántas son? ¿Como cuatro o cinco? Tengo que hacer más que eso. Eso igualará el número que Haley y Trump hacen en un mes”.

Entre el público, McEwen, que antes de retirarse era abogado de la Armada, como DeSantis, dijo que le gustaba lo que veía del gobernador de la Florida. Pero, aunque confiaba en que DeSantis podía vencer al presidente Joe Biden en un enfrentamiento en las elecciones generales, superar las primarias le parecía una exageración.

“Si se habla de vencer a Trump, creo que no va a suceder”, dijo McEwen, que vive en Bedford. “Pero nunca se sabe”.

‘Hombre muerto caminando’

Trump enfrenta un conjunto único de desafíos. La Corte Suprema de Estados Unidos podría dictaminar que estados como Colorado y Maine pueden mantenerlo fuera de la boleta de noviembre. Cualquiera de las docenas de cargos penales contra el ex presidente podría mantenerse de una manera que cambie el juego. La edad podría alcanzar a Trump: cumplirá 78 años en junio.

A pesar del escepticismo, la campaña de DeSantis dice que tiene el dinero para durar al menos hasta el Super Martes del 5 de marzo, cuando los electores de 16 estados votarán sobre los candidatos presidenciales republicanos. Su campaña dice que Haley se quedará sin gasolina una vez que pierda en Carolina del Sur.

“El grifo de Wall Street se agotará el 24 de febrero –si no antes– porque nadie financiará a una candidata envuelta en una burbuja que no puede ganar su estado natal, creando una contienda de dos personas entre Ron DeSantis y Donald Trump”, dijo Andrew Romeo, director de comunicaciones de la campaña de DeSantis.

En Tallahassee, donde DeSantis convirtió el Capitolio estatal en un trampolín para sus ambiciones presidenciales, algunos de sus partidarios más acérrimos dicen que aún no ha terminado. La reducción de su huella en Nueva Hampshire fue una decisión de negocios, dicen.

“No sé si venza a Trump o no, pero en la batalla por el segundo puesto y para que sea una contienda de dos personas, creo que Carolina del Sur es un estado importante”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes de la Florida, Paul Renner, a los reporteros el jueves en el Capitolio de la Florida.

La presencia de DeSantis ha sido notablemente ligera durante los primeros días del período de sesiones legislativas en curso, aunque discretamente regresó a Tallahassee el jueves entre los actos de campaña en Nueva Hampshire. En años anteriores, ha estado al frente y en el centro, usando el período anual de sesiones legislativas del estado para impulsar una agenda conservadora construida sobre su “guerra contra el progresismo”. Este año, sus ojos se han centrado en las primarias.

“Creo que el gobernador no tiene un camino a seguir”, dijo el representante estatal de la Florida Juan Porras, un republicano del área de Miami que apoya la candidatura presidencial de Trump. “No me lo imagino ganando ningún estado de cara al Super Martes. Y si me preguntan a mí, tampoco creo que vaya a ganar el Super Martes”.

La opinión de Porras está muy extendida en este momento. Whit Ayres, un encuestador republicano que trabajó en la campaña de DeSantis para gobernador de la Florida en 2018, dijo que en el camino presidencial, DeSantis es un “hombre muerto caminando”.

“Es difícil ver un camino hacia adelante para él; está colgando de las uñas”, dijo Ayres. “Ha malinterpretado al electorado, ha cometido un montón de errores de novato. Ha sido casi una comedia de errores, y es difícil ver adónde va ahora”.

‘No es el momento adecuado’

DeSantis ha mostrado alguna evidencia de que está intentando abordar las críticas que han perseguido a su campaña. En una entrevista radiofónica el jueves, dijo que cometió un error al no hacer más entrevistas con los medios “corporativos”, a los que ha tachado de fuerza maligna en Estados Unidos. En una reunión pública de la CNN para electores de Nueva Hampshire, DeSantis, que el pasado febrero, cerca de la cima de su popularidad política, dijo que había dejado al Partido Demócrata de la Florida como un “cadáver podrido a un lado de la carretera”, expresó su deseo de ayudar a devolver el civismo al discurso político.

En un evento para Haley en Hollis el jueves, Danya Bell, de 51 años, de Nashua, dijo que consideró votar por DeSantis, pero ahora se inclina hacia Haley en las primarias del martes. Dijo que aunque ella no ha visto DeSantis hacer campaña en persona, su esposo sí, y ella “no está segura de que es su momento” para competir.

“He hablado con amigos en la Florida, y simplemente parece que no es el momento adecuado para él”, dijo Bell, quien asistió a una reunión pública organizada por Haley en Hollis el jueves.

Se esperaba que DeSantis, a pesar de su giro para dar prioridad a otros estados, regresara a Nueva Hampshire el viernes. Tenía previsto visitar Carolina del Sur de nuevo el sábado y volver a Nueva Hampshire el domingo antes de la votación del martes.

Al concluir sus declaraciones en Derry el miércoles por la noche, DeSantis reconoció el control de Trump sobre los electores republicanos y el proceso de las primarias. Pero, si solo el campo de candidatos se redujera, dijo, tendría una oportunidad real de derribar al ex presidente.

“Tienes que ganarte a los electores republicanos que quieran ver los valores que defendemos”, dijo DeSantis. “Soy el único que puede competir con Donald Trump con esos electores”.

La redactora del Herald/Times Tallahassee Ana Ceballos contribuyó a este artículo.