Rojo Edwards, el senador chileno que dejó su partido y creó un espacio inspirado en Javier Milei

Rojo Edwards está formando un espacio libertario en Chile
Rojo Edwards está formando un espacio libertario en Chile - Créditos: @Instagram

SANTIAGO, Chile.- No hay consenso sobre si su epitafio dirá el “único rojo de derecha” o el “único rojo bueno”, como él mismo se ha autoproclamado, pero sí existe claridad que el tercer nombre del senador chileno José Manuel Rojo Edwards -que inscribió legalmente en 2016 en reemplazo de “Ismael”- le ha servido en dos aspectos claves para su eclosión política: ser identificable en lo mediático y exaltar de manera irónica su distancia con todo lo que simbolicen sus adversarios de izquierda.

“Toda la vida me dijeron así”, dice el legislador chileno en conversación con LA NACION, y en medio de jornadas particularmente agitadas que lo tienen conformando un nuevo espacio. En los primeros días de diciembre, Rojo Edwards oficializó su renuncia al Partido Republicano, el conglomerado de derecha que en 2019 fundó junto al excandidato presidencial José Antonio Kast. ¿El motivo? Crear un nuevo referente de corte libertario inspirado en la ideología que catapultó a Javier Milei a la presidencia de la Argentina.

“Obviamente somos lo más cercano que hay en Chile al presidente Milei y tiene que ver con un diagnóstico similar: yo creo que Chile y la Argentina deben reducir fuertemente el tamaño de sus estados. A medida que aumenta el tamaño del Estado baja el crecimiento y eso empobrece a los ciudadanos. Es lo que se ve en todo el mundo, en todas partes”, afirma Edwards, hoy convertido en el principal representante del mileísmo en el país andino y que dejó su partido político, además, tras el apoyo que éste le entregó al segundo proceso constitucional, rechazado en el plebiscito del 17 de diciembre.

“Los problemas de Chile nunca fueron constitucionales”, resume el senador.

Hoy Rojo Edwards alista su estrategia para instaurar un Partido Libertario en Chile y propagar su pensamiento en la región. Nacido en Chicago hace 46 años e ingeniero de obras civiles de profesión, Edwards entró a la arena política su época universitaria y también participó en organizaciones sociales vinculadas a grupos de derecha. Es miembro de PADI International (Asociación internacional de Buzos); y hace años fue maratonista y montañista. Tiene tres hijos y su nombre, incluso, ha comenzado a sonar como potencial candidato a la presidencia.

“Es un político de extrema derecha y con un perfil muy conservador en asuntos valóricos. Es un líder que viene de la elite y que ha transitado por dos partidos de derecha: Renovación Nacional y Republicanos. Por eso mismo, le costaría muchísimo instalar un discurso anti-elite o un mensaje en contra de la ‘casta política’, pues él pertenece y viene de ese mundo. Además, no dispone de un perfil técnico como el de Milei y tampoco goza de una amplia popularidad”, analiza Mauricio Morales, cientista político de la Universidad de Talca, al comparar al senador con el actual mandatario argentino.

“Adicionalmente, Edwards ha sido diputado y senador, teniendo una extensa experiencia política. En tal sentido, no podría emerger como un liderazgo ‘nuevo’ ni novedoso para la ciudadanía. Lo que sí podría asimilarlo a Milei es la oposición fuerte y feroz a los partidos y líderes de izquierda, junto con una visión algo benevolente de la dictadura de Pinochet”, añade el académico.

Aquella posición algo outsider de Rojo Edwards dentro de la derecha más dura lo ha llevado a transitar por distintas tendencias hasta recalar bajo el paraguas libertario. “Es el domicilio político donde claramente se siente más cómodo. La aparición de Milei convenció a muchos políticos chilenos que sí se podía llegar al poder defendiendo sus ideas y Rojo está capitalizando ese fenómeno. Quizás le alcance para llegar a La Moneda”, sostiene un diputado chileno de derecha.

“No estoy pensando en ser candidato a presidente, pero sí, y es verdad que por estos días me preguntan y me piden que sea candidato varias veces al día”, responde Rojo Edwards.

Javier Milei
Javier Milei - Créditos: @Rodrigo Nespolo

Precisamente, durante las últimas semanas el senador chileno ha aprovechado aquel impulso y ha propagado su discurso mientras ratificaba sus definiciones, que también incluyen su juicio a la figura de Augusto Pinochet. “Yo rescato con mucha fuerza las reformas socioeconómicas realizadas por su gobierno y en particular lo obrado por los Chicago Boys”, puntualiza Edwards a LA NACION sobre el grupo de economistas que lideró ese proceso.

“En Chile se deben reducir los impuestos, hay que eliminar muchas otras regulaciones, tal como lo está haciendo el presidente Milei, a quien espero poder conocer muy pronto. Hay que eliminar los impuestos al patrimonio y fomentar la competencia”, comenta.

Rojo Edwards, junto con el excandidato presidencial José Antonio Kast
Rojo Edwards, junto con el excandidato presidencial José Antonio Kast

“La igualdad ante la ley es clave, y a mi juicio hay que darle al Estado un rol subsidiario con fuerza para asegurar las reglas del juego y darnos seguridad pero sin prohibir, por cierto, la legítima defensa. Sin embargo, yo no me defino como anarcocapitalista, ya que sí creo en un rol para el Estado. Tampoco soy minarquista necesariamente, pero sí soy liberal clásico y tengo afinidad con la escuela austríaca. De igual modo, reconozco ser parte del grupo de senadores más cercanos al presidente Milei dentro de la política formal en estas materias en Chile. Por eso yo creo que el presidente Milei es lo que Argentina necesita y espero que le vaya bien”, dice el legislador.

- ¿La fragmentación de la derecha no le juega en contra a su sector?

- Yo creo que, dada la situación de Chile, la supuesta fragmentación de la derecha yo la veo más como una oportunidad para que las ideas de la libertad avancen. Recordemos que la fragmentación de la derecha, por ponerlo de una manera, terminó siendo representada por la irrupción del Partido Republicano que durante los últimos cuatro años pasó a ser el partido más grande de Chile. En gran parte ese fenómeno fue el responsable de los avances notables que nuestro sector ha tenido en la batalla cultural, que teníamos prácticamente perdida hace cuatro o seis años.

- ¿En qué se refleja?

- Hace cuatro o seis años la izquierda, por ejemplo, quería terminar con las policías, hablaban públicamente de robarle los ahorros tradicionales a los chilenos, de las AFP [Administradoras de Fondos de Pensión], y éramos contados con los dedos de una mano quienes nos atrevíamos a hablar de rebajas de impuestos. Hoy día, el presidente Boric corre a todas partes respaldando la labor y autoridad de carabineros, les aumenta sus recursos; la izquierda se pelea por respetar la propiedad de los ahorros de las AFP y de los chilenos, y tampoco han podido avanzar en su reforma tributaria y que incluso tuvieron que cambiarla por un pacto fiscal procrecimiento. Creo que el viento sopla a nuestro favor.