Después de Roe, las fallas de los anticonceptivos conllevan mayores riesgos

Las opciones de control de la natalidad han mejorado a lo largo de las décadas: los anticonceptivos orales son ahora más seguros, con menos efectos secundarios, y los dispositivos intrauterinos pueden evitar el embarazo el 99.6 por ciento de las veces, pero ningún medicamento o dispositivo médico funciona a la perfección, por lo que el uso que la gente hace de los anticonceptivos es inexacto.

"Nadie entra en mi consulta y dice 'Pienso saltarme una píldora'", dijo el doctor Mitchell Creinin, ginecólogo y obstetra.

"No existe el uso perfecto, todos somos usuarios de la vida real", dijo Creinin, profesor de la Universidad de California-Davis (UC Davis) y autor de un libro de texto muy usado que detalla las tasas de fracaso de los anticonceptivos.

Incluso cuando las probabilidades de fracaso de la anticoncepción son pequeñas, el número de incidentes puede sumarse rápidamente. Más de 47 millones de mujeres en edad reproductiva en Estados Unidos usan métodos anticonceptivos y, dependiendo del método de control de la natalidad, pueden producirse cientos de miles de embarazos no planificados cada año. Con la mayoría de los abortos prohibidos en al menos 13 estados y las batallas legales en curso en otros, los fracasos de los anticonceptivos suponen ahora una apuesta mayor para decenas de millones de estadounidenses.

Los investigadores distinguen entre el uso perfecto de los anticonceptivos, cuando un método se usa de forma constante y correcta cada vez, y el uso típico, cuando un método se usa en circunstancias de la vida real. Ningún método anticonceptivo, salvo la esterilización femenina completa, tiene una tasa de fracaso del 0.00 por ciento.

La tasa de fracaso en el uso típico de las píldoras anticonceptivas es del siete por ciento. Por cada millón de mujeres que toman píldoras, podrían producirse 70,000 embarazos no deseados en un año. De acuerdo con los datos más recientes disponibles, más de 6.5 millones de mujeres de entre 15 y 49 años usan anticonceptivos orales, lo que provoca unos 460,000 embarazos no planificados.

Incluso las tasas de fracaso aparentemente minúsculas de los DIU y los implantes anticonceptivos pueden dar lugar a sorpresas.

Un dispositivo intrauterino libera una hormona que espesa el moco del cuello uterino. Los espermatozoides chocan contra la pared de moco y no pueden atravesar la barrera. Los implantes son varillas de plástico del tamaño de un fósforo que se colocan bajo la piel y envían una dosis baja y constante de hormona al cuerpo que también espesa el moco cervical e impide que los ovarios liberen un óvulo. Pero no siempre. El DIU y los implantes hormonales no consiguen evitar el embarazo entre el 0.1 y el 0.4 por ciento de las veces.

Unos 4.8 millones de mujeres usan un DIU o implantes en Estados Unidos, lo que provoca entre 5,000 y 20,000 embarazos no deseados al año.

"Hemos tenido mujeres que han pasado por aquí para abortar que tenían un DIU y eran una de cada mil", dijo Gordon Low, un enfermero de Planned Parenthood en Little Rock.

El aborto está prohibido en Arkansas desde la sentencia del Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra Jackson Women's Health Organization (JWHO) a finales de junio. La única excepción es cuando la muerte de una paciente se considera inminente.

Esos riesgos son el nuevo telón de fondo para las parejas que deciden qué forma de anticoncepción elegir o calculan las posibilidades de embarazo.

Otra complicación es la creencia de muchos de que los anticonceptivos deben funcionar siempre y en todo momento.

"En medicina, nunca hay nada que funcione al 100 por ciento", dijo la doctora Régine Sitruk-Ware, endocrinóloga reproductiva de Population Council, una organización de investigación sin ánimo de lucro.

Todo tipo de factores interfieren en la eficacia de los anticonceptivos, dijo Sitruk-Ware. Ciertos medicamentos para el VIH y la tuberculosis, así como el suplemento de hierba de San Juan, pueden alterar el procesamiento hepático de las píldoras anticonceptivas. Un médico puede introducir un DIU de forma imprecisa en el útero. La anticoncepción de emergencia, incluido el Plan B, es menos eficaz en mujeres que pesan más de 165 libras porque la hormona del medicamento depende del peso.

Y la vida es agitada.

"Es posible que se retrase la toma de la siguiente píldora", dijo Sitruk-Ware, o que vaya al médico para colocarse "el siguiente anillo vaginal".

Usar anticonceptivos de forma sistemática y correcta disminuye las posibilidades de fracaso, pero Alina Salganicoff, directora de la política de salud de la mujer de KFF, dijo que para muchas personas el acceso a los anticonceptivos es cualquier cosa menos fiable. Las píldoras anticonceptivas son necesarias mes tras mes, año tras año, pero "la gran mayoría de las mujeres solo pueden conseguir un suministro de uno o dos meses", dijo.

Incluso las vasectomías pueden fallar.

Durante una vasectomía, el cirujano corta el tubo que lleva los espermatozoides al semen.

El procedimiento es uno de los métodos anticonceptivos más eficaces —la tasa de fracaso es del 0.15 por ciento— y evita los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales, pero, aun después de cortar el conducto deferente, las células del cuerpo pueden curarse por sí mismas, incluso después de una vasectomía.

"Si te haces un corte en el dedo, la piel lo vuelve a cubrir", dijo Creinin. "Dependiendo de lo grande que sea la brecha y de cómo se haga el procedimiento, esa trompa puede volver a crecer y esa es una de las formas en las que falla".

Los investigadores están probando métodos anticonceptivos reversibles para hombres, incluido un gel hormonal aplicado en los hombros que suprime la producción de esperma. Entre los 350 participantes en el ensayo y sus parejas, hasta ahora no se ha producido ningún embarazo. Se espera que los nuevos métodos tarden años en llegar al mercado y estar disponibles para los consumidores. Mientras tanto, las vasectomías y los preservativos siguen siendo los únicos anticonceptivos disponibles para los hombres, que siguen siendo fértiles durante gran parte de su vida.

Con un 13 por ciento, la tasa de fracaso en el uso típico de los preservativos es una de las más altas de los métodos anticonceptivos. Los preservativos desempeñan un papel fundamental a la hora de detener la propagación del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, pero a menudo se usan mal o se rompen. La tasa de fracaso del uso típico significa que, para un millón de parejas que usan preservativos, podrían producirse 130,000 embarazos no deseados en un año.

La gestión de las tasas de fracaso de los medicamentos y dispositivos médicos para el control de la natalidad es solo uno de los aspectos de la prevención del embarazo. Asegurarse de que una pareja sexual masculina use un preservativo puede requerir habilidades de negociación o persuasión que pueden ser difíciles de manejar, dijo Jennifer Evans, profesora adjunta y especialista en educación de salud de la Universidad Northeastern.

Históricamente, las mujeres han tenido poco o nada que decir en cuanto a mantener relaciones sexuales y una autonomía limitada sobre sus cuerpos, lo que complica las habilidades de negociación sexual en la actualidad, dijo Evans.

Parte de la investigación de Evans se centra en los hombres que obligan a las mujeres a mantener relaciones sexuales sin preservativo. Una táctica conocida como stealthing es cuando un hombre se pone un preservativo pero luego se lo quita antes o durante la relación sexual sin el conocimiento o el consentimiento de la otra persona.

"En muchos de estos casos de stealthing, las mujeres no saben necesariamente que el preservativo se ha usado de forma incorrecta", dijo Evans. "Significa que no pueden adoptar ningún tipo de comportamiento preventivo, como tomar un Plan B o incluso ir a abortar a tiempo".

Evans ha descubierto que los hombres heterosexuales que practican el stealthing suelen tener actitudes hostiles hacia las mujeres. Dijeron que el sexo sin preservativo les sienta mejor o dijeron que lo hacen "por la emoción de participar en un comportamiento que saben que no está bien", dijo. Evans advierte a las mujeres que sospechan que un compañero sexual no va a usar correctamente el preservativo que no mantengan relaciones sexuales con esa persona.

"Las consecuencias ya eran graves antes", dijo Evans, "pero, ahora que se ha anulado el caso Roe contra Wade, son aún más graves".

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KHN (Kaiser Health News) es una redacción nacional que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud. Junto con Policy Analysis and Polling, KHN es uno de los tres principales programas operativos de KFF (Kaiser Family Foundation). KFF es una organización sin ánimo de lucro que proporciona información sobre temas de salud a la nación. Este artículo es una colaboración entre KHN y Science Friday.