Roberta Metsola se impone a Irene Montero y es reelegida presidenta del Parlamento Europeo

Roberta Metsola se impone a Irene Montero y es reelegida presidenta del Parlamento Europeo

Roberta Metsola ha sido reelegida presidenta del Parlamento Europeo para los próximos dos años y medio, marcando así el inicio de la 10ª legislatura en Estrasburgo.

En una votación celebrada el martes por la mañana, la democristiana maltesa de 45 años obtuvo 562 votos a favor de los 623 emitidos por los recién elegidos eurodiputados, una holgada victoria que supera ampliamente la mayoría necesaria. "Con vuestro apoyo, seguiré trabajando incansablemente para unir a la gente. Esta debe ser una casa que no tenga miedo a liderar y a cambiar", dijo Metsola en su discurso previo a la votación, prometiendo fomentar un ambiente de "debate" y "respeto".

"Este debe ser un Parlamento fuerte en una Unión fuerte", prosiguió. "No podemos aceptar que se diluya nuestro papel como parlamentarios".

Irene Montero, la aspirante simbólica presentada por La Izquierda, sólo obtuvo 61 votos.

El resultado refleja el creciente perfil de Metsola como líder pragmática dispuesta y capaz de trabajar con fuerzas de todo el espectro político y consolida sus credenciales como una de las figuras más destacadas del Partido Popular Europeo (PPE), de centro-derecha.

Fue elegida por primera vez en enero de 2022, tras el repentino fallecimiento de su predecesor, David Sassoli. Su ascenso supuso un gran avance para Malta, que, al ser el país más pequeño de la UE, nunca había visto a uno de sus ciudadanos en un puesto tan alto.

Desde entonces, Metsola ha asumido activamente su papel de presidenta, viajando por las capitales europeas para estrechar lazos personales con los jefes de Gobierno y explicar a los ciudadanos el papel del Parlamento.

La presidenta se ganó el aplauso de los ciudadanos cuando visitó Kiev a principios de abril de 2022 y respaldó las ambiciones de la nación devastada por la guerra de unirse al bloque.

El impacto del Catargate

En diciembre de ese año, su liderazgo se enfrentó a una dura prueba: la repentina explosión del llamado escándalo Catargate, un escándalo de sobornos en el que estaban implicados varios eurodiputados. Metsola reaccionó con un código de conducta actualizado para aumentar la transparencia y acabar con la corrupción.

"Tenemos que mantenernos firmes y preparados", dijo Metsola a los legisladores en Estrasburgo. "En este último mandato hemos aprendido que el futuro es cualquier cosa menos predecible".

"Esta debe ser una casa que no tenga miedo a liderar y a cambiar. Hemos empezado, pero aún no hemos terminado", añadió.

El presidente también pidió una defensa firme del Estado de Derecho, un apoyo continuado a Ucrania, una paz duradera en Oriente Medio, la simplificación de la burocracia y una mayor protección de los derechos sociales. También insistió en la vieja (y largamente ignorada) reivindicación de dotar al Parlamento de un derecho de iniciativa legislativa, actualmente en manos de la Comisión Europea.

Metsola instó a los legisladores a ser vigilantes y críticos en su trabajo diario, pero a seguir siendo responsables y abiertos, defendiendo la integridad del Parlamento.

"Mi puerta permanecerá siempre abierta. Los diputados serán tratados con justicia y dignidad", afirmó. "Como presidenta, saben que soy capaz tanto de defender a nuestro Parlamento como de tender puentes por encima de la división política".