¿Robeisy Ramírez vs Isaac Dogboe por una faja mundial en enero del 2023? Mantengan la sintonía

El Tren Robeisy Ramírez ha pagado todas sus deudas, sus peajes y derechos a piso. Finalmente, la figura importante que esperaba Top Rank esta de cuerpo presente, lista para el gran salto que significaría una pelea por un título mundial. No hay nada más que demostrar. El tiempo de las pruebas ha terminado.

Después de superar por nocaut técnico a José Matías Romero en el Madison Square Garden, Ramírez dejó flotando en Nueva York la idea de que su próxima presentación será contra otro oponente similar y una faja del orbe que quedaría vacante una vez que se confirme el ascenso en peso de Emmanuel “Vaquero’’ Navarrete.

“Creo que el resultado habla por sí solo, terminamos el resultado como queríamos, por lo tanto la próxima pelea quiero ir por un campeonato mundial’’, señaló Ramírez, quien espera tener ese chance en algún momento de la primera mitad del 2023 porque ya ha demostrado su talento con creces. “[Vaquero] Navarrete salió de la división, por lo tanto me merezco ese chance’’.

Todo apunta a que gane o pierde contra Oscar Valdez en su primera presentación en las 130 libras, Navarrete no volteará la vista atrás a su antigua división porque esos recortes de peso solo laceran su anatomía, de modo que un enfrentamiento contra Ramírez parece cada vez más lejano, como también resulta improbable una revancha -esta vez en lo profesional- contra Shakur Stevenson.

Poco después de la victoria sobre Romero, el equipo de transmisión de ESPN que es muy cercano a los designios de Top Rank, dejó entrever que Ramírez enfrentaría a Isaac Dogboe en algún momento de fines de febrero del 2023 por ese cetro de la Organización Mundial del Boxeo, todavía en poder de Navarrete.

Este lunes, tras concluir la convención de la OMB, quedaba en claro que si Navarrete no regresa, Ramírez y Dogboe seria la pelea a efectuar.

Habrá que esperar, sin embargo, que los jerarcas de la promotora de Ramírez tracen la línea definitiva que le permita al cienfueguero acceder a la posibilidad que justificaría todos sus esfuerzos y el viaje que le trajo desde Cuba y sus dos títulos olímpicos a los Estados Unidos, dejando atrás afectos y recuerdos.

Con ese tremendo bagaje amateur, Ramírez siempre ha peleado como un hombre bajo lupa y cada presentación suya es vista como una prueba que debe superar con sobresalientes -y no buenas notas, a secas-, porque de un doble campeón olímpico se espera grandeza, nada más ni menos.

Después de una derrota inicial que sorprendió a todos, Ramírez tejió una cadena de 11 victorias y fue despejando dudas ante los ojos de Top Rank y de los fanáticos que le esperaban verle dominante, pero todavía le faltaba un triunfo de manera resonante que acentuara su buen momento, ese que llegaría sobre Abraham Nova precisamente en Nueva York.

Luego de aquella derrota inicial en Filadelfia, Ramírez empacó sus cosas y se mudó a Las Vegas para sumarse al establo de la academia del profesor Ismael Salas, quien reconoció el inmenso talento de su compatriota, pero también las necesidades para imponerse en un pugilismo distinto, donde la palabra profesional adquiere una dimensión especial.

De la mano de Salas y sin dejar de ser él mismo, Ramírez mejoró algunas viejas armas e incorporó otras nuevas que le permitirán a su pupilo encumbrarse en la división pluma, pero sobre todo instaló en él la importancia de mostrarse y comportarse como un hombre que entiende la profesión y advierte lo importante de dedicarse en cuerpo y alma al boxeo por su familia, su país y por sí mismo.

Robeisy Ramírez cada vez luce mejor, afirma su antiguo rival olímpico. ¿La próxima será por título?

La victoria sobre Romero era necesaria, una vez más, para recalcar la idea de que lo sucedido en Filadelfia fue más bien una anomalía. Durante un tiempo, Ramírez debió convivir con la crítica -a veces punzante e injusta-, pero eso también es parte del proceso de endurecimiento y quizá fue bueno que sucediera al principio de la carrera y no al final del maratón, porque ahora exhibe la piel más fuerte a los latigazos de las redes sociales.

Así las cosas y éxito tras éxito, Ramírez le ha dado los mejores argumentos a Top Rank para que impulse de manera definitiva las velas de su destino y no sería descabellado pensar que el cubano, llegado el próximo año, enfrentaría a Dogboe -un excampeón- o al que sea por la faja del orbe. Se lo ha ganado. Ya no tiene nada que probar.