Roban la histórica espada Durandal del sitio donde estaba incrustada desde hace 1.300 años

La versión francesa de la legendaria espada Excálibur del Rey Arturo ha desaparecido de una roca en la que, según la leyenda, se incrustó hace 1.300 años.

La espada Durandal se encontraba en Rocamadour, una localidad ubicada al sur de Francia. A pesar de que estaba encadenada en una piedra a una altura de 10 metros, creen que alguien se la robó.

En los relatos de la mitología francesa, Durandal era la espada “indestructible” de Roldán, un legendario paladín, o caballero, y comandante del rey Carlomagno.

La alcaldesa de la localidad, Dominique Lenfant, declaró en diálogo con el diario regional La Dépêche: “Vamos a extrañar a Durandal. Durante siglos, ha sido una parte muy importante de la historia del lugar, y no hay guía que no la muestre durante su visita”.

“Todo Rocamadour siente que le han quitado una parte fundamental de su tierra. Por más de que sea una leyenda, nuestra identidad está profundamente ligada a la espada”, finalizó luego.

La espada Durandal se menciona en el poema del siglo XI El cantar de Roldán. En dicha epopeya, se describen los poderes mágicos del arma y se asegura que contenía un diente de San Pedro, la sangre de San Basilio y cabellos de San Dionisio.

Se dice que Roldán intentó en vano romper la espada contra una roca antes de morir durante la batalla de Roncesvalles para evitar que cayera en manos de los sarracenos, contra quienes había luchado valientemente.

Cabe destacar que, según el mito medieval, Carlomagno había recibido Durandal de manos de un ángel antes de entregársela a Roldán.

Al no poder romper la espada, Roldán la lanzó al aire para evitar que sus enemigos se apoderaran de ella. Tras recorrer milagrosamente cientos de kilómetros, se dice que fue a parar a la ladera rocosa ubicada en Rocamadour y quedó incrustada allí.

Se consideraba tan valiosa para la ciudad que, cuando la exhibieron en el Museo Nacional de la Edad Media de París en 2011, un concejal y un guardia de seguridad estuvieron presentes cuando la trasladaron de regreso. En 2016, Rocamadour fue elegido el pueblo favorito de Francia y también es famoso por su queso de cabra, que lleva el mismo nombre que la localidad.

Traducción de María Luz Avila