Rishi Sunak aboga por aprovechar la IA y la tecnología para terminar con el hambre en el mundo
Ministros, diplomáticos y filántropos de una veintena de países participaron en el Foro Global de Seguridad Alimentaria en Londres. El acto fue copatrocinado por Somalia y Emiratos Árabes Unidos junto con la con la Fundación para el Fondo de Inversión de los Niños (CIFF), y la Fundación Bill y Melinda Gates. El primer ministro británico instó a los líderes mundiales a aprovechar la inteligencia artificial y otras tecnologías de vanguardia para acabar con la malnutrición en todo el mundo.
"El cambio climático, los conflictos y el aumento de la población suponen retos cada vez mayores para el suministro de alimentos... Y vamos más allá, lanzando un nuevo centro científico del CGIAR (Consorcio de Centros Internacionales de Investigación Agrícola) del Reino Unido para impulsar la investigación de vanguardia en arroz tolerante a las inundaciones, trigo resistente a las enfermedades y mucho más. Estas innovaciones llegarán a millones de personas en los países más pobres, además de mejorar el rendimiento de las cosechas británicas y reducir los precios de los alimentos", afirma Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido.
Las autoridades internacionales abogan por transformar los sistemas agroalimentarios para hacer frente al cambio climático.
"No es fácil pasar inmediatamente de la situación humanitaria al desarrollo, por lo que necesitamos esa transición, el programa de estabilización que Somalia ha desarrollado, y a los socios internacionales, entre los que el Reino Unido es uno de los principales colaboradores que prestan su apoyo a Somalia", declara Hassan Sheikh Mohamud, presidente de Somalia.
Además, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, señaló que "hoy día, en 2023, casi mil millones de personas en todo el mundo no tienen, regularmente, medios suficientes para comer, que muchos se enfrentan al hambre y la inanición, y que más de 45 millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda". Así, añadió que "en un mundo de abundancia, nadie debería morir por falta de alimentos".
La cumbre coincidió con la publicación de una "revitalizada" estrategia de desarrollo del Reino Unido dirigida a acabar con la pobreza extrema y hacer frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. El documento establece los planes de ayuda del Reino Unido hasta 2030, y confirma que Gran Bretaña no restablecerá la ayuda al desarrollo al 0,7 % de la renta nacional bruta, después de que se redujera al 0,5 % durante la pandemia de coronavirus, hasta que "la situación fiscal lo permita".
En su lugar, el Reino Unido advierte que gastará de forma más inteligente, destinando dinero a ayudar a los países a reforzar sus defensas contra las catástrofes naturales, a recaudar más fondos del sector privado para el desarrollo y a establecer "relaciones de respeto mutuo" con los países en desarrollo.
Lancaster House, sede de la conferencia, fue objeto de piquetes por parte de activistas de Medical Aid for Palestinians, que pedían un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás para hacer llegar a Gaza la ayuda alimentaria y humanitaria que se necesita urgentemente.