Ricardo Silva: los ciclistas encarnan el sufrimiento diario de muchos colombianos

Bogotá, 25 jun (EFE).- Los ciclistas son la representación del sufrimiento diario de muchos colombianos, opina el escritor Ricardo Silva, autor de 'Alpe d'Huez', novela basada en el épico triunfo de Luis Herrera en una etapa en el Tour de Francia de 1984, el primero del país en esa carrera, hace ya 40 años.

'Alpe d'Huez' (Alfaguara), es la celebración "del amor que le tenemos a este sitio lleno de corales", dice Silva sobre esta novela que es la antítesis de 'Autogol', otro libro suyo escrito en 2009 "para hacerle catarsis al día en que sentí vergüenza por haber nacido acá", pues versa sobre la tragedia que significó para el país el asesinato en 1994 del futbolista Andrés Escobar.

"Los ciclistas no sólo encarnan nuestra vocación al viacrucis, a sufrir, a lidiar con la tortura, sino que también nos reivindican. Son gente de pocas palabras, modesta, mucho menos vistosa que la gente del fútbol o que la gente del boxeo, que siempre son más extrovertidos y más habladores y más estrellas", afirma en una entrevista con EFE.

Silva (Bogotá, 1975), añade sobre 'Alpe d'Huez': "Es por un lado una celebración de una épica colombiana que a mí me puso orgulloso cuando era niño, por supuesto no sólo a mí, sino al país entero" que vibró pegado a la televisión o a la radio con la hazaña de Herrera cuando se impuso en la etapa 17 del Tour de 1984, entre Grenoble y el mítico puerto alpino, por delante de Laurent Fignon, campeón de aquel año.

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De las 21 curvas que conducen desde Bourg d'Oissans a la cima del Alpe d'Huez, la número 12 lleva el nombre del colombiano por su victoria del 16 de julio de 1984. Las otras han sido bautizadas con el apellido de ciclistas que también han hecho historia en ese durísimo puerto.

Lucho Herrera, conocido como 'El jardinerito de Fusagasugá', su pueblo natal o el 'Hijo de las montañas', tiene el privilegio de pocos ciclistas, de haber sido rey de la montaña en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España, esta última, carrera que también ganó en 1987.

Lo mejor del colombiano de a pie

Silva, que desde que tiene uso de razón se enamoró del ciclismo y seguía a los 'escarabajos' a través de las narraciones de locutores de radio, considera que Lucho Herrera es la mejor representación de los valores y virtudes del campesino colombiano.

"Me parece que encarna lo mejor que uno ve cuando nace acá. Lo mejor es un coraje, un temple, una sencillez, una disciplina de pocas palabras y una humildad que son realmente ejemplares", expresa el autor.

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Para Silva, 'Alpe d'Huez', un libro que hace pocas semanas está en las librerías, es la celebración de la victoria lograda a base de sacrificio y entrega, mientras que 'Autogol' es todo lo contrario porque allí están los detalles de que llevaron al asesinato de Andrés Escobar luego del Mundial de Fútbol de 1994.

La vida del elegante zaguero terminó en Medellín el 2 de julio de 1994 cuando sicarios lo asesinaron por un autogol marcado con la selección colombiana en el Mundial de Estados Unidos, una cicatriz que aún está abierta en los corazones de sus compatriotas.

Silva considera que las alegrías y tragedias del deporte son de entrada temas literarios porque "son alegorías que no hay que construir, están hechas, son relatos interpretables de una vez".

"Un partido de fútbol recrea el suspenso de la vida o una etapa de ciclismo recrea el viacrucis diario y el esfuerzo que hace cualquier cuerpo en el mundo para sobrevivir, el esfuerzo que hace un cuerpo para no ser saboteado por su mente", explica.

En 'Alpe d'Huez', al tiempo que se narra una épica, también hay una investigación de qué se siente en las carreras de ciclismo, los fantasmas de las derrotas y la euforia del triunfo.

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Pese a que enfrentar una página en blanco es un reto al comenzar a darle vida a un libro, Silva recalca que con 'Alpe d'Huez' se sintió 'cómodo y feliz' al escribirlo.

"'Autogol' y 'Alpe d'Huez' son las novelas con las que quizás me he sentido más feliz de escribir, no sé si es por la pasión que siento por el fútbol y por el ciclismo", concluye.

Ovidio Castro Medina

(c) Agencia EFE