¿Podría haber otro rey inglés enterrado bajo un aparcamiento?

LONDRES (Reuters) - Sólo tres años después del extraordinario descubrimiento del rey Ricardo III bajo un aparcamiento, los investigadores piensan que podría haber otro monarca medieval inglés enterrado bajo otro estacionamiento. Philippa Langley, la mujer que impulsó la búsqueda de los restos de Ricardo III, está ahora tras la pista de su antepasado Enrique I, uno de los primeros gobernantes de Inglaterra después de la conquista normanda en el siglo XI. Langley forma parte de un equipo que busca apoyo para seguir buscando las ruinas de la abadía de Reading, fundada por Enrique en 1121 y donde fue enterrado tras su muerte 14 años después, presuntamente por comer demasiadas lampreas, un tipo de pez. Como ocurría con Ricardo, se desconoce el lugar exacto donde descansa Enrique después de que la abadía, con su tumba dentro, fuera destruida casi en su totalidad hace unos 400 años. "Lo que se cree en Reading, usando las estimaciones actuales del tamaño de la abadía, es que el lugar del enterramiento está localizado bajo una escuela", dijo Langley al History Magazine de la BBC. "Si la abadía es más grande, podría estar situada debajo de lo que es hoy un parque o un aparcamiento". El descubrimiento del cuerpo de Ricardo III, el último de la dinastía Plantagenet y el último rey inglés en morir en el campo de batalla en 1485, bajo un estacionamiento en Leicester, en el centro de Inglaterra, está considerado uno de los hallazgos arqueológicos más importantes en la historia reciente del Reino Unido. Su cuerpo fue enterrado de nuevo en la Catedral de Leicester en marzo, en una solemne ceremonia que atrajo interés mundial. Ricardo fue descrito por Shakespeare como un tirano deforme que mató a sus propios sobrinos, uno de los cuales era el legítimo rey. Esta versión ha sido puesta en duda por Langley y la Richard III Society, que aseguran que fue víctima de la propaganda después de su muerte en batalla a manos de Enrique Tudor, posteriormente el rey Enrique VII. En todo caso, Enrique I tiene una reputación empañada. El cuarto hijo de Guillermo I, que conquistó Inglaterra en 1066, llegó al trono en 1100 después de que su hermano Guillermo II muriera en un accidente de caza sospechoso, ganándose una reputación de ser un gobernante en ocasiones cruel . Fue el primer rey normando en aprender y hablar inglés, y más tarde fue apodado "Beauclerc", por su buena educación.