Revuelo en redes: por qué escuelas estatales bonaerenses piden dinero a las familias para imprimir los boletines

El boletín original que se entrega en el nivel primario
El boletín original que se entrega en el nivel primario

Ayer por la mañana una preceptora de la escuela secundaria Nº18 de Hurlingham, municipio de la provincia de Buenos Aires, pidió a las familias de quinto año una colaboración de $100 para poder imprimir los boletines, ya que el Estado no los habría proporcionado. Un estudiante de dicho curso confirmó a LA NACION que la solicitud se realizó mediante un comunicado de la dirección del establecimiento enviado por WhatsApp. Según el alumno, que prefirió resguardar su identidad, esta es la primera vez que el colegio requiere una ayuda económica con ese objetivo.

Aparentemente, el caso de Hurlingham no sería el único. En la red social Twitter, se acumulan los testimonios de usuarios que comentaron que la situación se repite tanto en escuelas secundarias como primarias de distintas localidades bonaerenses.

Por ejemplo, Marianela, madre de un alumno de quinto grado de la primaria N°9 de Quilmes, contó que ayer su hijo recibió el boletín, pero que era una fotocopia del original. “Encima estaba fotocopiado de un solo lado, por lo cual no tenía la carátula con los datos del colegio y el alumno. La fotocopia estaba dentro de un folio hecho bolsa. Así aparecieron todos los chicos y a eso llamaron boletín. Los padres, indignados, mandamos una nota a la maestra y nos respondieron que estos boletines son provisorios, porque desde la Dirección General de Cultura y Educación provincial no les mandaron todavía los originales que supuestamente están confeccionando. Dijeron que para el segundo trimestre ya van a estar. Tanto pregonan la educación sustentable y gastan papel a lo perro con esta falta de coherencia y organización. Lo hubiesen mandado digitalizado hasta conseguir los nuevos, porque van a tener que imprimir otra vez. Además es ilegal porque la fotocopia no tiene el sello del colegio. Si tengo que cambiar de colegio o presentarlo en algún lado, no tienen ninguna validez. Podría haberlo hecho yo en mi casa”, sostuvo. En este caso, la escuela no les solicitó dinero, ya que fue la cooperadora quien pagó las impresiones.

Joaquín Gardel, representante de Padres Organizados de la provincia de Buenos Aires, ratificó el panorama: “Sé que en algunas escuelas están solicitando dinero para pagar los boletines. No tengo claro qué órgano en particular debería encargarse de la impresión de boletines, si es la jefatura de inspección o son los consejos escolares. Me parece indignante, más allá del tema plata, si son 100 pesos o 300; que los padres tengan que pagar es inentendible”, opinó.

Ante las versiones que indican que la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires no habría entregado los documentos, voceros de la cartera que conduce Alberto Sileoni explicaron que en el nivel secundario el boletín –que se entrega cuatrimestralmente– se envía en formato digital, tal como viene siendo desde hace unos años. Es decir, no habría necesidad de imprimir porque el boletín digital tiene validez.

“Y en el caso del nivel primario, donde la entrega es trimestral, a los alumnos de escuelas públicas sí se les entrega el boletín impreso. La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires está imprimiendo y distribuyendo 1.200.000 boletines, que es la totalidad de la matrícula de ese segmento. El cierre de trimestre fue el 31 de mayo, y las maestras y los maestros tienen que entregar los boletines durante junio, antes del receso invernal. Es cierto que en algunas instituciones están llegando demorados por pocos días, pero estamos dentro del tiempo estipulado. El boletín es el documento oficial, pero hay otros mecanismos para que los padres estén informados de las calificaciones, como el cuaderno de comunicaciones y las reuniones”, detallaron.

Finalmente, mencionaron que la fecha límite para la entrega de los boletines en realidad no está regida por ninguna disposición o normativa, sino fijada por el calendario de actividades docentes. Sin contar el día de hoy, a junio le restan seis días hábiles.