La reunión del PJ: el kirchnerismo sorprendió con una zancadilla para instalar a Cristina como candidata y complicó los planes del Presidente

Alberto Fernández y Agustín Rossi
El jefe de gabinete, Agustín Rossi, y Alberto Fernández - Créditos: @Tomás Cuesta

La primera reunión del Frente de Todos del año electoral, marcada por la participación sorpresiva de Máximo Kirchner (que llevaba más de un año sin verse con Alberto Fernández), logró que los actores del oficialismo se dijeran en la cara los planteos que hasta entonces dirimían en los medios. Pero en cinco horas de intercambios, en una atmósfera caldeada, el peronismo no pudo resolver la estrategia electoral ni el mecanismo de selección de candidatos. Mucho menos definió los postulantes del peronismo para la elección presidencial.

La zancadilla que hizo el kirchnerismo con la presencia no anunciada del líder de La Cámpora más una pancarta que desplegó frente a la sede del PJ en la calle Matheu, que rezaba que “si hay proscripción no hay estrategia electoral”, preanunció el objetivo de los seguidores de la vicepresidenta: imponer un plan de acción para que haya una defensa popular de Cristina Kichner, escenificar el clamor del PJ para que ella revea su decisión de no ser candidata y neutralizar una candidatura de Fernández.

Sin malos modales, la reunión por momentos fue muy tensa. El documento final se imprimió “al menos cuatro veces”. Y la foto grupal no se difundió hasta el día siguiente al mediodía.

“Muchos compañeros plantearon la necesidad de saber cuál era la idea del Presidente respecto a su propia candidatura, porque eso de alguna manera condiciona el escenario y relativiza la manera de desarrollar una PASO. En eso no hubo acuerdo”, reveló Andrés “Cuervo” Larroque en Futurock.

Según pudo reconstruir LA NACION, el kirchnerismo le pidió al Presidente que diga ya si va a ir por la reelección o no. Y Fernández respondió que no es todavía el momento para definirlo, si bien reiteró que no será “un obstáculo” para la unidad. Máximo Kirchner y otras figuras de La Cámpora reiteraron que es “extraño” que exista una competencia en una PASO en donde participe el jefe de Estado. “Es antinatural a un intendente o un ministro compitiendo con el presidente”, planteó luego la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti.

Un funcionario cercano a Fernández que participó de la reunión replicó a LA NACION: “El Presidente es candidato hasta que decida no serlo. La PASO puede ser un ordenador hacia abajo y servir a su vez para abrir más el espacio”.

Cumbre del Frente de Todos en la sede del PJ
Cumbre del Frente de Todos en la sede del PJ

Clamor por Cristina

El otro eje que se impuso en la reunión fue el de la “lucha contra la proscripción”. El kirchnerismo hizo un doble juego: le pidió a Fernández que defina si se presentará pero también planteó que, antes de fijar cualquier estrategia, debe priorizarse “un plan de acción que rompa la proscripción” de Cristina Kirchner.

El documento final que se consensuó, titulado “Democracia sin proscripciones. Unidad para transformar”, incluye un párrafo que dice: “Quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Kirchner cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado”.

El kirchnerismo dice que la Casa Rosada “no puede hacer como si nada pasara” si a la líder de su espacio le impiden competir en las urnas, en sintonía con la narrativa que construyó la vicepresidenta tras la condena en la causa Vialidad, que la inhabilitó para ejercer cargos públicos. El fallo del tribunal oral, no obstante, no está firme.

Sergio Palazzo, líder de la Bancaria, fue más allá: pidió “crear una comisión” para insistirle a la vicepresidenta que sea la candidata del espacio y revise su decisión de no postularse “a nada”. El resto del PJ se plegó a esa moción.

El futuro de Sergio Massa, en tanto, quedó sometido a un sinfin de interrogantes. “No voy a ser candidato”, dijo en Matheu el tigrense, que repite su negativa como un mantra para que no lo suban a la carrera electoral. Todos rieron. Pese a sus esfuerzos, todo el oficialismo sigue de cerca la evolución de los indicadores económicos, para evaluar si el ministro queda bien posicionado para competir en los comicios. Está claro que además de domar a la inflación, un objetivo que se le escurre, el líder del Frente Renovador tiene una dificultad política adicional. El kirchnerismo, lejos de entronizarlo, está enfocado en recuperar la centralidad de la vicepresidenta.

Una fuente cercana al Presidente acotó: “Cada uno se llevó lo que fue a buscar. La Cámpora logró que todo el FDT se encolumne detrás del pedido para que Cristina revea su posición y se refuerce la condena a la sentencia de Vialidad”. Y agregó: “Alberto hoy es más candidato que ayer. Hubo planteos de compañeros que consideran que el Presidente debe definir cuanto antes si compite porque afirman que no se puede ir a una PASO contra un mandatario en ejercicio. Alberto no tiene problemas de competir con nadie”.