Retrato escénico de la milicia mexicana

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- El punto de partida de "Nuestro amado general", adaptación de "Espectros", de Henrik Ibsen (1828-1906), es la muerte de un padre de familia cuya vida deja una huella negativa; su esposa y su hijo llevan esta carga hasta el momento en que toman la palabra. "Lo que vemos en la pieza de Ibsen son los fantasmas del personaje del padre sobre ellos", cuenta el director Luis Ayhllón, en entrevista.

El tema de la obra es la hipocresía social en que se basa el prestigio: "El protagonista, un hombre respetado, no es para nada esa persona honorable que los demás ven", señala Ayhllón. Un día antes del homenaje póstumo al capitán Alving, su viuda confiesa a un pastor las vejaciones y depravaciones sufridas a lo largo de su matrimonio. Esa tarde llega también el hijo, que padece sífilis hereditaria. "Van saliendo a la luz los secretos oscuros de esta familia malograda, un tema que es lastimosamente universal y sigue estando vigente".

En "Nuestro amado general", los elementos principales de "Espectros" están contextualizados en México: "El general es un militar y el orfanato es, en realidad, una estatua. El gobierno de México hace un homenaje al general Amado Durán, un personaje ficticio compuesto por retazos de otros generales de importancia histórica desde la revolución hasta el sexenio de Felipe Calderón. El espacio escénico que compuse y diseñé está armado de historias reales que leí en los periódicos, que le escuché a mis amigos o a gente que conoció a ciertas figuras del poder".

"Espectros es una pieza que siempre me ha obsesionado, no obstante que no es lo mejor de Ibsen -eso la hace más fascinante-, hay obras mejores, como 'Casa de muñecas' o 'Un enemigo del pueblo'. 'Espectros' siempre se mantuvo en mi mente como una pieza muy adaptable al concepto mexicano. Le encuentro un tono de telenovela, muy divertido y que puede funcionar para nuestra idiosincrasia. Es un espectáculo fuerte, divertido, ágil y breve".

La adaptación obtuvo el Ibsen Scope Grant de Noruega. Cuando hablamos de clásicos siempre se piensa en algo aburrido, lapidario, solemne. Y no hay nada menos solemne que esta reelaboración de los personajes en una clave de diversos tonos y texturas para componer un universo divertido y transgresor. Temas sensibles para la sociedad mexicana, como el patriarcado, son tratados aquí", concluye Ayhllón.

Su temporada es del 28 de septiembre al 2 de octubre, como parte del Festival CulturaUNAM, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del CCU.