Resucitando proteínas CRISPR-Cas ancestrales de hace millones de años

Es posible resucitar proteínas Cas9 que podrían haber existido en bacterias hace muchos millones de años, y funcionan como herramientas de edición genética en células humanas. Lo acabamos de demostrar en un artículo colaborativo publicado en la revista Nature Microbiology.

El hallazgo que transformó la biología: CRISPR-Cas

Es indudable que las herramientas CRISPR-Cas nos han cambiado la vida a muchos investigadores. Estos sistemas CRISPR-Cas fueron originalmente descritos por Francis Mojica como parte de un sistema de defensa adaptativo que usan las bacterias para defenderse de los virus (los bacteriófagos) que las atacan. Años después, dos investigadoras, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, las convirtieron en herramientas de edición genética, capaces de inactivar o inducir la edición dirigida de cualquier gen de cualquier organismo. Estas investigadoras acabaron recibiendo un merecido Premio Nobel de Química en 2020. El resto es ya historia de la biología.

La inmensa mayoría de laboratorios en el mundo seguimos usando el sistema CRISPR-Cas9 de la bacteria Streptococcus pyogenes (SpCas9), que fue el primer sistema completo descrito por Charpentier y Doudna en su artículo en la revista Science publicado en junio de 2012. Algunos años después Feng Zhang describió una nucleasa Cas9 algo más pequeña, derivada de un sistema CRISPR-Cas9 de Staphylococcus aureus (SaCas9). Esta nucleasa SaCas9 era más pequeña y por ello podía incluirse todo el sistema CRISPR-Cas correspondiente en una sola partícula viral de virus adenoasosiados (AAV), en lugar de tener que usar dos, como es el caso de la SpCas9, pues es necesario usar otro virus para incluir la guía ARN que dirija el corte y el ADN molde que se quiera utilizar para recombinar el gen deseado tras el corte generado por la nucleasa.