Restauran cabaña de la ambientalista más famosa de la Florida en Coconut Grove

La cabaña en Coconut Grove donde Marjory Stoneman Douglas escribió “The Everglades: River of Grass” —el libro que cambió la percepción estadounidense de los Everglades y la convertiría en la ambientalista más famosa de la Florida— se ha ido deteriorando lentamente desde su muerte en 1998.

Las conversaciones para restaurarla y abrirla al público han permanecido en un limbo aparentemente perpetuo durante décadas, sumidas en retrasos burocráticos y disputas legales lideradas por los habitantes de los alrededores, en un barrio frondoso que se ha vuelto cada vez más lujoso desde que Douglas recibía atención allí. En un momento dado, se llegó a plantear cortar la estructura por la mitad, llevársela en camión y volver a montarla en otro lugar.

Ahora, por fin, la pequeña casa de un dormitorio está siendo objeto de las tan esperadas reparaciones y mejoras. Los contratistas del estado llevan meses trabajando discretamente. Pero el asunto de cuándo, y si, el público podrá visitar el lugar sigue sin decidirse.

Connie Washburn —veterana integrante de la junta directiva de Friends of the Everglades, un grupo de activismo ambiental que Douglas ayudó a fundar— se alegra de ver progresos después de tantos años de frustración. Ella había visitado a Douglas allí antes de la muerte de la célebre escritora a los 108 años.

“He estado trabajando en esta casa desde 1998 y ha pasado de qué hacer con sus posesiones a qué tipo de renovaciones se harían, permisos, más permisos, más permisos”, dijo Washburn.

Marjory Stoneman Douglas es fotografiada celebrando su 105 cumpleaños en su casa en Coconut Grove. Murió ahí tres años más tarde, a los 108 años.
Marjory Stoneman Douglas es fotografiada celebrando su 105 cumpleaños en su casa en Coconut Grove. Murió ahí tres años más tarde, a los 108 años.

La casa fue declarada Monumento Histórico Nacional en 2015, pero de alguna manera no se había colocado ningún marcador sobre la designación. Friends of the Everglades creó uno hace años, y Washburn está ansiosa por verlo colocado en el jardín.

“Será precioso”, dijo Washburn. “Realmente espero que ocurra antes de que me vaya de este mundo. Llevo mucho tiempo trabajando en eso”.

Washburn, sin embargo, es partidaria de mantener la pequeña casa cerrada al público, ofreciendo en su lugar un portal en internet con una visita en video, tal vez en el portal digital del grupo. Al fin y al cabo, el terreno solo tiene espacio para unos cuantos autos si los espacios de estacionamiento sustituyeran parte del jardín.

Otros admiradores de Douglas también se alegran que hayan empezado las obras de restauración, pero sostienen que la vida de la defensora más carismática y eficaz de los Everglades merece una amplia exposición.

Desde escribir ahí su libro hasta compartir cocteles a las 5 en punto con amigos, la modesta casa desempeñó un papel central en la vida de Douglas, dijo el profesor de Historia de la Universidad de la Florida Jack Davis, autor de “An Everglades Providence: Marjory Stoneman Douglas and the American Environmental Century”.

“Creo que es importante que la gente vea esa casa, que vea a Marjory Stoneman Douglas como la persona completa que era, más allá de la ‘abuela de los Everglades’”, dijo Davis. “Y eso se ve claramente cuando entras en la casa. Te impacta de verdad”.

Davis quiere que la casa se abra al público para rendir homenaje a lo que influyó la comunidad del sur de la Florida.

“Es muy triste que la estemos olvidando. He enseñado en la Universidad de la Florida durante 21 años, y durante años he preguntado a mis estudiantes: ‘¿Cuántos de ustedes están familiarizados con Marjory Stoneman Douglas, antes del tiroteo de Parkland?’. Prácticamente ninguna mano se levanta”, dijo Davis. Diecisiete estudiantes y miembros del personal murieron y otros 17 resultaron heridos en el tiroteo masivo de 2018 en la escuela secundaria que lleva su nombre en la ciudad del noroeste del Condado Broward.

La propia Douglas diseñó e hizo construir la cabaña de 916 pies cuadrados en 3744 Stewart Ave. en 1926. La parte más importante de la casa para ella era el área del salón y estudio, que cuenta con techos altos, hermosa carpintería y luz natural. No hay entrada para autos, porque ella no conducía. Y hasta que no cumplió 100 años no se instaló el aire acondicionado, porque sus secretarias lo pidieron.

Como testimonio de la firme voluntad de Douglas, cuando la cabaña estaba parcialmente construida, resistió el Gran Huracán de Miami de 1926.

En 2023, el Departamento de Protección Medioambiental de la Florida inició las obras para devolver la casa a su estado original y, con el tiempo, colocar en el interior de nuevo los muebles de Douglas. Un cartel en el lugar anunciaba las obras en curso.

La camioneta de un contratista afuera de la cabaña de Marjory Stoneman Douglas en Coconut Grove, donde un cartel colocado por el estado describe los esfuerzos de restauración en curso.
La camioneta de un contratista afuera de la cabaña de Marjory Stoneman Douglas en Coconut Grove, donde un cartel colocado por el estado describe los esfuerzos de restauración en curso.

Las obras de restauración llegan tras años de debate público sobre qué hacer con la casa.

Sallye Jude, amiga de Douglas y conservacionista medioambiental fallecida en 2022, gestionó un fideicomiso del terreno que permitió al estado adquirir la casa en 1991 con el acuerdo de que Douglas pudiera vivir en ella el resto de su vida.

Jude gestionó el fideicomiso hasta que el estado se hizo cargo de él en 2007. Ese mismo año, el estado propuso cortar la casa en partes y trasladarla al Fairchild Tropical Botanic Garden para su exhibición. El estado abandonó el plan en medio de protestas, alegando los costos del traslado. El debate sobre qué hacer con el lugar se remonta a poco después de la muerte de Douglas, con los vecinos divididos sobre la restauración o la eliminación.

En 2018 los habitantes de Coconut Grove acordaron permitir que la casa estuviera abierta al público, pero solo a través de citas. Pero los desacuerdos entre el fideicomiso del terreno y el estado sobre los costos detuvieron el avance. Mientras tanto, algunos vecinos también se quejaron continuamente del estado decrépito de la cabaña.

El Departamento de Protección Medioambiental de la Florida (DEP), que supervisa la propiedad, publicó por primera vez una licitación para la restauración en agosto de 2022 y se ejecutó un contrato de construcción en abril de 2023. Pero después de descubrir que la casa necesitaría más obras para cumplir los requisitos del código, la dependencia presentó una orden de cambio a finales de 2023. Una propuesta de evaluación estructural resultante prevé una fecha de finalización definitiva de las obras este mes de agosto, según los registros del DEP.

Los contratistas declinaron una solicitud para visitar el interior de la cabaña, pero el DEP dice que están trabajando en proyectos de mantenimiento y mejora a gran y pequeña escala. Esto incluye la realización de obras de gran envergadura para solucionar problemas estructurales y de aguas pluviales, así como la adecuación de la casa a los estándares del código modernos y la resolución de los problemas de termitas y moho, según Brian Miller, secretario de prensa del DEP.

“Presenta desafíos únicos para los administradores de tierras y recursos”, escribió Miller en una respuesta por correo electrónico al Miami Herald. “El DEP ha evaluado y sigue evaluando la mejor manera de navegar por estos desafíos en cumplimiento de nuestra misión mientras se tienen en cuenta las necesidades y deseos de la comunidad circundante”.

Eve Samples, directora ejecutiva de Friends of the Everglades y ex periodista, dijo que las décadas de retraso han sido frustrantes, pero se siente aliviada de que ahora se haya dedicado tiempo a restaurar la humilde cabaña a la que calificó de “tesoro cultural de Miami”.