La responsabilidad de proteger y el “gaslighting” de Cuba | Opinión

La Responsabilidad de Proteger (RdP) es una doctrina global, adoptada unánimemente por los jefes de Estado en la Cumbre Mundial de la ONU de 2005.

La RdP pretende prevenir y detener el genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y otros crímenes contra la humanidad.

Los principios de la Responsabilidad de Proteger se basan en que la soberanía conlleva la responsabilidad de proteger a todas las poblaciones de las violaciones de los derechos humanos.

La RdP estipula que todo Estado tiene la responsabilidad de proteger a su población de tales atrocidades, y que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de ayudar a los Estados a cumplir con sus responsabilidades. Afirma también que, si un Estado no protege a su población, la comunidad internacional debe estar preparada para tomar las medidas colectivas apropiadas de manera oportuna y decisiva, de acuerdo con la Carta de la ONU.

El “Informe sobre la Responsabilidad de Proteger” de diciembre de 2022, menciona a 17 países en los que se violan sistemáticamente los derechos humanos. La mayoría de los países nombrados están en África o Asia.

En América, solo Venezuela recibe las críticas de la ONU. Curiosamente, no se hace mención de Cuba, patrón y guía de Venezuela.

Respecto a Venezuela, la RdP señala: “El gobierno venezolano está aplicando deliberadamente políticas que permiten violaciones sistemáticas de los derechos humanos y abusos para silenciar la disidencia. Las ejecuciones extrajudiciales parecen formar parte de una estrategia sistemática para reforzar el control social”. Añade: “— los agentes del Estado siguen perpetuando posibles crímenes contra la humanidad, incluidas detenciones arbitrarias y torturas por motivos políticos”.

Este comentario sobre la RdP aplica igualmente a Cuba. Cuba es el país que entrenó a las fuerzas de seguridad de Venezuela, y en ocasiones ha tenido miles de tropas cubanas allí. Cuba es también un país en el que cerca del 20% de la población se ha marchado en busca de libertad.

Además, la Unión Europea acusa a Cuba de “violación continua y flagrante de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

Así pues, cabe preguntarse por qué la RdP no incluye a Cuba en sus informes.

Una respuesta es el omnipresente gaslighting (no tiene una traducción útil) de los gobiernos cubanos. Gaslighting no es una palabra nueva, pero no se usó con frecuencia hasta mediados de la década de 2010, cuando entró en la cultura popular norteamericana.

El término “gaslighting” proviene de la película Gaslight de 1944 con Ingrid Bergman y Charles Boyer. La película se trata sobre una joven rica llamada Paula que es manipulada por su marido mayor, Gregory, haciéndole creer que está loca. Uno de sus métodos es convencerla de que se está imaginando que las luces de gas de su casa se apagan solas.

En 2022, Merriam-Webster la nombró palabra del año. Básicamente, gaslighting significa manipular la mente mediante el engaño. Me parece un término útil para describir el uso generalizado de falsas narrativas por parte del gobierno cubano para influir en la comunidad internacional.

Gaslighting se define oficialmente como “manipulación psicológica a una persona durante un tiempo prolongado, que hace que las víctimas cuestionen la validez de sus propios pensamientos, percepciones de la realidad o recuerdos, y que normalmente conduce a la confusión, pérdida de confianza y autoestima, incertidumbre sobre la estabilidad emocional o mental y dependencia del perpetrador”.

El gaslighting nos hace cuestionar la realidad. El gaslighting es una retórica perversa que utilizan los abusadores. Adquiere un carácter más siniestro cuando la emplean políticos y gobiernos.

El gobierno cubano emplea esta técnica con su propia población y en sus relaciones internacionales. La manipulación del aparato de Naciones Unidas por parte de Cuba es un claro ejemplo del gaslighting cubano en la escena internacional.

En Alemania Oriental, durante la Guerra Fría, el gaslighting fue una de las técnicas favoritas de la Stasi para neutralizar a los movimientos de oposición. Recordemos que en los años 60 y 70 las fuerzas de seguridad del Estado cubano fueron entrenadas por la Stasi.

Hoy en día, Rusia está gaslighting a su población, respecto a su guerra con Ucrania.

El gobierno cubano ha logrado engañar a la comunidad internacional durante décadas. Se le puede perdonar a un joven estudiante, ignorante de la historia, que vista una camiseta con la imagen de Ernesto “Che” Guevara, ignorando que asesino a muchos cubanos después de la revolución .

Sin embargo, que las Naciones Unidas no haya incluido a Cuba en su Informe sobre la Responsabilidad de ProtegerF es inexcusable y una razón más por la que ya nadie toma en serio a las Naciones Unidas.

El último libro de José Azel es Sobre la libertad. JoeAzel@me.com

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