Residentes de Pilsen piden un estudio más amplio y presionan a la ciudad para que ‘cierre la puerta’ a los contaminadores en el suroeste

En el sureste de la ciudad, los residentes tuvieron éxito en su campaña para lograr que la alcaldía negara un permiso que habría permitido abrir una trituradora de chatarra en su vecindario. En Pilsen, los residentes libran una batalla similar, pero potencialmente más difícil, contra Sims Metal Management, propietario de una trituradora que opera en el vecindario desde los años 90.

Ahora, algunos dicen que los efectos totales de las acciones pasadas y presentes de las industrias deben tomarse en cuenta en comunidades como Pilsen.

“Un gran elemento que faltaba aquí eran los efectos de impacto acumulativo de otra licencia que se renueva en una de las áreas más contaminadas de la ciudad y del país”, dijo el concejal Byron Sigcho-López (D-25), quien presentó una resolución el mes pasado, patrocinada por más de 15 miembros del Concejo Municipal, pidiendo a la alcaldía que incluya un estudio de impacto acumulativo del vecindario en su revisión de la solicitud de permiso de Sims.

Sims Metal Management ha estado bajo presión durante años por no proporcionar datos sobre las emisiones en su operación de reciclaje de metales en 2500 S. Paulina St. En abril, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EEUU ordenó que Sims instalara monitores de aire y reportara sus datos a partir de este otoño a determinar el cumplimiento de la instalación con la Ley de Aire Limpio. Pero la semana pasada, EPA dijo que el equipo de monitoreo “no funcionó según lo diseñado” en los primeros resultados de las pruebas del 23 al 30 de septiembre.

Mientras tanto, la solicitud de Sims para la renovación del permiso está en el limbo mientras la alcaldía espera “datos confiables” de EPA para poder realizar una reunión comunitaria pública sobre el permiso, según un comunicado del Departamento de Salud Pública de la ciudad.

Los residentes, que ya desconfiaban de la transparencia de Sims después de que el fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, lo demandó el año pasado por supuestas “emisiones descontroladas”, ahora deben esperar hasta diciembre para conocer los resultados de las pruebas de octubre. Las repetidas dificultades para recopilar datos de Sims han llevado a los defensores a dudar de la capacidad de la ciudad para capturar el impacto total de la contaminación en Pilsen.

Mary Gonzales, residente de Pilsen y presidenta del comité de justicia social de la iglesia católica St. Paul, dijo que el objetivo de este movimiento en el suroeste es ilustrar las fallas en el proceso de permisos a través del ejemplo de Sims.

“Si ralentizamos a Sims, los demás contaminadores comenzarán a decir ‘mierda, debemos hacer algo’”, dijo Gonzales. “Pero podría ser MAT Asphalt, podría ser Sims, podría ser Oremus... Sims creó la oportunidad porque eran unos infractores tan tremendos que el fiscal general tuvo que demandarlos”.

Un vocero de Sims dijo el miércoles que la compañía agregó “verificaciones adicionales” a su equipo de monitoreo del aire según lo exige EPA. “Creemos que los problemas se han resuelto”, dijo el portavoz en un correo electrónico.

Si bien la alcaldía no ha compartido planes para realizar un estudio acumulativo específico de la contaminación en Pilsen, trabaja en una evaluación de impacto acumulativo en toda la ciudad. Pero no se estima que esa revisión se complete hasta mediados de 2023.

“Algo que nos queda cada vez más claro es la falta de descripción, identificación, fallos, cualquier cosa relacionada con las comunidades sobrecargadas en Chicago, en Illinois y en la nación”, dijo Gonzales. “No estamos solos.”

Pide un estudio de impacto acumulativo

El permiso de operación de la ciudad de Sims expiró en noviembre de 2021, el mismo mes en que la instalación solicitó una renovación. Sin embargo, esta renovación requiere que Sims cumpla con las reglas de la ciudad para grandes instalaciones de reciclaje de metales, que entraron en vigencia en junio de 2020. Algunos de estos requisitos incluyen monitoreo de ruido y regulaciones más estrictas sobre emisiones.

Pero las organizaciones en Pilsen quieren que la ciudad cierre las instalaciones debido a la preocupación de que las emisiones de las instalaciones estén contribuyendo a tasas más altas de asma y otros problemas de salud. El mes pasado, alrededor de 50 personas marcharon desde la Academia Comunitaria Benito Juárez hasta Sims, cantando “sin justicia no hay paz” y llevando carteles que decían “¡Sims debe irse!”.

En el sureste, la ciudad rechazó la solicitud de permiso de RMG para una instalación de reciclaje de metales después de descubrir que los posibles cambios en la calidad del aire y la calidad de vida de las comunidades circundantes presentaban un “riesgo inaceptable”. El departamento de salud señaló en febrero que “este nivel de evaluación de impacto no sería necesario para las empresas existentes”.

Pero la resolución de Sigcho-López exige que la ciudad tome medidas similares, o más integrales, a través de un estudio de impacto acumulativo.

Un estudio de impacto acumulativo tiene en cuenta cómo se suman los efectos de las acciones pasadas y presentes de las industrias en una comunidad. Actualmente, los procesos de permisos toman en consideración las emisiones y el impacto de una instalación como una sola fuente, sin tener en cuenta la contaminación existente en el área, dijo Michael Cailas, profesor asociado de ciencias ambientales y de salud ocupacional en la Universidad de Illinois en Chicago.

“Tiene sentido porque, legalmente, si solicita un permiso, no se le puede culpar por la contaminación que causa su vecino”, dijo Cailas. “Y ahí es donde comienza todo el problema: no existe un marco que tenga en cuenta el nivel general acumulado de contaminación cuando se trata de un permiso en este momento”.

Cailas, quien ha trabajado en los informes solicitados por los residentes del suroeste, dijo que las industrias pueden estar muy por debajo de los límites de emisión, pero cuando se concentran en un área, pueden sumarse y afectar la salud humana.

Bajo esta ecuación, el suroeste es el área más sobrecargada de la ciudad, hogar de la mayoría de las plantas de asfalto y las instalaciones de apoyo del patio ferroviario, según un informe de UIC.

Cailas dijo que actualmente no existe una metodología federal estándar para realizar estas evaluaciones. La Oficina de Investigación y Desarrollo de la EPA prioriza la investigación de impacto acumulativo en sus planes para los próximos tres años.

Al igual que Sigcho-López, Southwest Environmental Alliance, una coalición de personas que luchan por la justicia ambiental en el área, también pide que se incluya un estudio de impacto acumulativo en la revisión de la ciudad del permiso de Sims. Gonzales, de 81 años, vive en Pilsen en una calle lateral cerca de la iglesia católica St. Paul. Recientemente, dijo que vio desde la ventana de su frente dos semirremolques pasar por su casa en 10 minutos.

“No pertenecen a mi calle”, dijo.

La coalición, de la que Gonzales es miembro, se reúne con políticos de diferentes niveles de gobierno con el objetivo de que acepten trabajar para cambiar estos procesos de permisos, que primero comienzan con la definición de lo que es una comunidad de justicia ambiental, dijo. Para Gonzales, eso significa asegurarse de que su comunidad “cargue con su parte justa de la carga y no con la de los demás”.

La coalición ha estado abogando por H.B. 4093, que se estancó este año. Este proyecto de ley definiría una comunidad de justicia ambiental e implementaría disposiciones de solicitud de permisos para industrias que liberan emisiones al aire de la comunidad.

“Deben cerrar la puerta en el lado suroeste para no dejen entrar a los contaminadores”, dijo Theresa McNamara, presidenta de Southwest Environmental Alliance.

Esfuerzos regulatorios actuales

Desde finales de septiembre, la instalación de Sims ha tenido varios monitores colocados alrededor de su cerca, midiendo el aire ambiental para detectar varios tipos de contaminantes, incluidas partículas, contaminantes del aire peligrosos por metales y compuestos orgánicos volátiles.

Con base en los primeros resultados de las pruebas, EPA dijo el 4 de noviembre que le preocupa que el equipo de monitoreo de partículas y contaminantes metálicos del aire, como cadmio, mercurio y plomo, no haya funcionado como debería. El equipo de monitoreo puede haber aspirado muy poco o demasiado aire, lo que podría invalidar cualquier resultado, ya que la tasa de flujo de aire influye en la concentración de contaminantes, según EPA. EPA visitó Sims la semana pasada para brindar asistencia técnica y recopilar información sobre el equipo, dijo la agencia en un comunicado al Tribune.

Los datos de Sims de octubre deben entregarse a EPA antes del 30 de noviembre.

La revisión de EPA de estos datos ahora juega un papel en la revisión de la ciudad de la solicitud de permiso de la instalación de reciclaje. Un portavoz del departamento de salud dijo en un comunicado que está siendo “deliberado y riguroso” en su revisión de la solicitud de renovación de Sims y que “no avanzará” en el proceso sin estos datos. El departamento también describió su estudio acumulativo sobre la contaminación de la ciudad como un objetivo a “largo plazo”.

El estudio tiene como objetivo “mitigar los impactos históricos y actuales de las industrias contaminantes dentro de las comunidades”, dijo el departamento de salud en un comunicado. Los datos ilustrarán de dónde proviene la contaminación y cómo varían las cargas en la ciudad.

En una reunión pública organizada por la coalición el mes pasado, la subcomisionada gerente del departamento de salud, Megan Cunningham, dijo que el estudio ayudará a informar las políticas de la ciudad y las decisiones de inversión, incluido el desarrollo de una ordenanza que aborde las acciones de zonificación y permisos, que requerirá “cambio sistémico” en todos los niveles de gobierno.

“CDPH no puede cambiar la ley de zonificación por su cuenta”, dijo Cunningham en la reunión.

A meses de la meta de mediados de 2023 para completar su evaluación de referencia, Sigcho-López dijo que espera que la resolución de Pilsen brinde un sentido de urgencia a la necesidad de un “debido proceso” en el proceso de obtención de permisos.

Dijo que espera sentar un precedente sobre cómo Chicago puede evaluar las industrias que operan en áreas vulnerables, incluidas las las más antiguas.

“Creemos firmemente que esta es una oportunidad para comenzar a abordar el racismo ambiental que ha estado en nuestra comunidad y en nuestra ciudad durante demasiado tiempo”, dijo.

Gonzales dijo que sabe que una revisión de los procesos de permisos llevará tiempo.

“No creo que viva mucho tiempo para ver todo lo que se debe hacer”, dijo. “Pero también creo que hay mucha gente que empieza a comprometerse”.

mellis@chicagotribune.com

  • Este texto fue traducido por Octavio López/TCA