Las reservas marinas de Mallorca funcionan para la naturaleza y para los negocios

Si hablamos de conservación de la naturaleza, sólo hay una noticia mejor que la de saber que una reserva natural funciona a la hora de proteger la biodiversidad: que también lo haga a nivel económico. Y esto es lo que explica un estudio publicado por la Fundación Marilles sobre la Reserva Marina de Llevant, en la costa de Mallorca.

Esta reserva marina es un poco particular. Cubre 11.000 hectáreas, y se declaró a propuesta de la cofradía de pescadores de la Cala Ratjada. Incluye aguas interiores, gestionadas por el gobierno balear, pero también aguas gestionadas por el gobierno central.

Y a nivel de conservación ha supuesto un éxito. Tanto el número de peces, como la diversidad de especies, se ha incrementado de manera notable desde que se declaró esta reserva en 2007.

Pero donde resalta es a nivel económico. Declarar Reservas Marinas y proteger estos ecosistemas tiene un evidente coste ambiental. En este caso, un coste más que cubierto, ya que según el estudio por cada euro que se ha invertido en la Reserva, se han conseguido 10 euros.

¿De dónde salen estos datos? El análisis se ha realizado utilizando una metodología conocida como Contabilidad de Capital Natural. Este tipo de análisis económicos de los ecosistemas está muy extendido en muchos lugares del mundo, pero es la primera vez que se aplica a una reserva marina en España.

La metodología, que se puede consultar en la página de la Fundación Marilles, es bastante compleja, e incluye cuestiones como la pesca profesional o el capital natural. Pero lo que más beneficio reporta es algo muy sencillo de entender: las actividades recreativas, las actividades relacionadas con el ocio y el turismo, suponen el 65% de este beneficio.

Puesto en cifras, estamos hablando de más de tres millones de euros de beneficios generados por esta reserva, que tienen que ver con actividades de ocio. Actividades que, al mismo tiempo, son compatibles con la conservación y responsables con la naturaleza.

Estas cifras demuestran una cuestión muy sencilla: si la conservación de la naturaleza se realiza de manera adecuada, contando con las poblaciones locales, y se gestiona con cuidado, se pueden obtener grandes beneficios. Y esto puede ocurrir incluso en lugares donde el turismo ya está tan presente como Mallorca.

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