Reseña: Más caos de Minion en “Despicable Me 4”
¿Debería una reseña de una película de “Despicable Me” (“Mi Villano Favorito”) ser un análisis reflexivo o simplemente una lista de las cosas divertidas que hacen los Minions en ella? Por mucho que crea en el valor de la crítica de cine, sospecho que incluso los puntos más finos de evaluación se desmantelarían tan rápido como un Minion puede decir "¡Bello!”.
Desde que aparecieron por primera vez en la película original “Despicable Me” en 2010, los Minions han merodeado por las salas de cine con impunidad, absorbiendo unos 4.600 millones de dólares en ventas de entradas y generando una franquicia que, con su última entrega, “Despicable Me 4″, y contando la multiplicación de las películas derivadas de “Minions”, suma con seis filmes, pero podrían ser más.
A lo largo del camino, han acumulado fragmentos de vocabulario de todo el mundo para agregar a sus galimatías. En “Mi Villano Favorito 4″, escuché “antipasti”, “bazuca” y algo que sonaba un poco como la vieja frase de “Los Goonies”: ”¡Hola chicos!”.
Así que los Minions siguen evolucionando, aunque las películas no lo hagan. Con seis películas y con más en camino, su exceso de cosas buenas se está convirtiendo en una pregunta más apremiante en “Despicable Me 4”, una entrega tonta y desenfadada de Illumination Entertainment con tanto para recordarla como una caricatura de sábado por la mañana.
Eso no es del todo malo. Gran parte de lo que hace que las películas de “Despicable Me” sean divertidas es que evitan cualquier atisbo de seriedad. Se destacan con orgullo en el reino de la animación de los Looney Tunes, con poco objetivo más allá de unir secuencias de payasadas. Es muy probable que llores durante una película de Pixar, pero si lloraste durante una película de “Despicable Me”, quizá necesitas ayuda.
Para “Despicable Me 4”, que se estrena en cines el fin de semana del 3 de julio, los cineastas, como si no estuvieran seguros de hacia dónde ir, han mezclado cuatro o cinco tramas. La película comienza con una reunión escolar, la Escuela de Villanía Lycée Pas Bon con la Clase del 85, donde Gru se encuentra con un viejo rival, Maxime le Mal (Will Ferrell), un villano con acento francés obsesionado con las cucarachas.
Sin embargo, Gru asiste como agente de la Liga Anti-Villanos. (Uno espera que haya en algún lugar una Liga de Antihéroes liderada por Travis Bickle y Walter White). Gru atrapa a Maxime y lo arresta, pero en poco tiempo, Maxime escapa de la prisión y jura vengarse de Gru, lo que hace que su familia, que incluye a su esposa Lucy (Kristen Wiig) y sus tres hijas adoptivas, Margo (Miranda Cosgrove), Edith (Dana Gaier) y Agnes (Madison Polan), deban quedar bajo protección de testigos.
Esto le da a la película algunos chistes sobre Gru, que puede ser un hombre de familia ahora, pero que todavía tiene el porte de un supervillano. Intenta impresionar a su vecino, un miembro esnob del club de campo llamado Perry Prescott (Stephen Colbert). Pero también hay un nuevo personaje en casa: el bebé Gru Jr.
Eso permite algunos chistes decentes, pero demasiado familiares (los Minions, uniformados los equipos de los pits de autos de carreras, ayudan a cambiar pañales sucios con una bazuca para lanzar camisetas). Gru Jr. está siguiendo los pasos de otro niño nacido en una familia atípica con un padre de torso grande y piernas delgadas: Jack-Jack de “Los Increíbles 2”.
Esa puede ser la razón por la que “Despicable Me 4” también se aleja rápidamente de esta narrativa, cambiando por un tiempo a una película de atracos. Gru es chantajeado por la hija de los Prescott, Poppy (Joey King), para que robe un tejón de la miel de su antigua escuela. Mientras tanto, los Minions, de vuelta en el cuartel general, son utilizados como conejillos de indias para un nuevo suero. Cinco de ellos se convierten en Mega Minions, un conjunto de superhéroes Minionizados al estilo de los Cuatro Fantásticos que tienen poderes (vuelo, elasticidad, un globo ocular de pistola de rayos) que predeciblemente no pueden controlar. Un Minion con forma de roca está dispuesto a tragarse una bomba antes de que detone, pero no puede evitar que su eructo cause el mismo daño.
Así que, sí, se necesitará mucho más que una sexta película regular para frenar a los Minions. Aunque hay poco que distinga a esta última y sobrecargada “Despicable Me”, el veterano director de la serie Chris Renaud (con el codirector Patrick Delage y los escritores Mike White y Ken Daurio) están entre el control de crucero y el piloto automático en esta secuela despreocupada y vertiginosa.
Las películas de “Mi Villano Favorito” siempre se han beneficiado de la juiciosa distribución de sus Minions. Incluso si eclipsan muy fácilmente a los personajes principales de la franquicia, son secuaces que esperan pacientemente sus múltiples cameos. En “Mi Villano Favorito 4”, uno queda atrapado en una máquina expendedora y pasa despreocupadamente el resto de la película allí. Si eso no es una demostración de fuerza, ¿qué es?
“Despicable Me 4”, un estreno de Universal Pictures, tiene una clasificación PG (que sugiere cierta orientación de los padres) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por escenas de acción y humor rudo. Duración: 95 minutos. Dos estrellas de cuatro.