Otro reptil invade los pantanos de los Everglades. Científicos lo están erradicando

Las gigantescas serpientes pitones birmanas no son la única especie invasora que amenaza a la biodiversidad de la vida silvestre del frágil ecosistema de los pantanos del sur de la Florida. Los caimanes de anteojos también representan un peligro y científicos los están removiendo.

Durante un periodo de 10 años han eliminado a 251 caimanes de anteojos que se encuentran principalmente en la zona del Plan Integral de Restauración de los Everglades (CERP), según un estudio de la Universidad de Florida (UF) publicado en la revista Journal Management of Biological Invasions y que fue divulgado este lunes.

En el estudio los biólogos de vida silvestre del Institute of Food and Agricultural Sciences (UF/IFAS) revelan cómo la combinación de la implementación de una serie de esfuerzos y estrategias condujeron al control y remoción exitoso de los caimanes de los anteojos en áreas específicas de los Everglades.

“Este estudio demuestra los efectos que la combinación de detección temprana, rápida respuesta y los esfuerzos persistentes de remoción pueden tener en una especie invasora”, dijo Sidney Godfrey, biólogo de vida silvestre en el Centro de Educación e Investigación UF/IFAS Fort Lauderdale (UF/IFAS FLREC) y autor principal del estudio.

Un caimán de anteojos adulto en los humedales costeros de la Bahía de Biscayne.
Un caimán de anteojos adulto en los humedales costeros de la Bahía de Biscayne.

Los científicos consideran que sus esfuerzos de eliminación y los resultados del estudio son un factor significativo en las invasiones, ya que sus aplicaciones pueden aprovecharse y ampliarse a otras especies invasoras que se encuentran en todo el estado y en todo el mundo.

“El manejo de la vida silvestre invasora no será un proceso de ida y vuelta, en el que entramos y salimos a eliminarla y luego pensar que hemos terminado”, dijo Frank Mazzotti, profesor de UF/IFAS de ecología de vida silvestre en FLREC e investigador principal del proyecto de remoción de caimanes.

“Incluso con la detección temprana y la respuesta rápida, los esfuerzos de eliminación a largo plazo y la cooperación de agencias, reforzada por un monitoreo continuo, será clave para el éxito”, agregó.

El caimán de anteojos, también conocido como guajipal o babilla, es una especie originaria de Centro y Suramérica que se estableció en la Florida en la década de 1970.

El comercio de mascotas y la cría de caimanes en cautiverio, junto con los escapes y las liberaciones deliberadas, hicieron posible que los caimanes de anteojos invadieran los Everglades, dijeron los expertos.

Remoción

Este reptil representa una amenaza para la vida silvestre nativa que ocupa el mismo hábitat que los caimanes americanos y cocodrilos, compitiendo por alimento y otros recursos. Además, se alimentan de aves, pequeños mamíferos, peces y otros reptiles.

Esta situación entra en conflicto con el objetivo del CERP de mejorar las poblaciones de especies nativas.

El equipo de UF/IFAS tuvo como objetivo eliminar los caimanes en y alrededor de proyectos específicos del CERP para minimizar estos impactos.

Un caimán de anteojos macho adulto capturado en los humedales costeros de la Bahía de Biscayne.
Un caimán de anteojos macho adulto capturado en los humedales costeros de la Bahía de Biscayne.

Un resultado crítico de los esfuerzos del equipo fue la reducción exitosa de caimanes en los humedales costeros de la Bahía de Biscayne y las áreas del Proyecto del Canal C-111, arterias importantes en infraestructura de gestión de agua del sur de la Florida.

Sirven como componentes vitales de CERP porque están diseñados para mejorar el flujo de agua dulce al Everglades National Park, Florida Bay y Biscayne Bay, se indicó.

“La verdadera restauración de los Everglades no se puede lograr sin una gestión (para erradicar) especies invasoras, por lo que los resultados de estos esfuerzos son alentadores. Hicimos una importante inversión en el manejo de especies invasoras en dos de nuestros proyectos de restauración de los Everglades, y esa inversión valió la pena”, según el estudio.

La tasa de remoción de caimanes por año aumentó de cinco animales durante el 2012, a un máximo de 47 durante el 2020. Gracias a las necropsias, se obtuvo más información sobre la época de anidación y eclosión de los caimanes de anteojos, lo que incrementó su tasa de extracción al reconocer cuándo y dónde dirigir más eficientemente los esfuerzos, según el estudio.

Los métodos de captura fueron varios e incluyeron capturas manuales, pinzas para serpiente, trampas de alambre y dardos.

“A partir de 2017 grabamos la temperatura del aire (Celsius), temperatura del agua (Celsius), salinidad y agua profundidad en nuestras detecciones de caimanes”, precisaron.

Sacrificaron humanamente a todos los caimanes capturados siguiendo las directrices de la American Veterinary Medical Association y fueron posteriormente sometidos a una necropsia para analizar datos relacionados con su tamaño, anidación y alimentación, entre otros.

Para el estudio, el equipo compiló datos durante 10 años, desde 2012 hasta 2021 de los esfuerzos de remoción del proyecto. Las estrategias incluyeron la realización de encuestas semanales y respuestas para la eliminación de avistamientos de caimanes informados.

El equipo de UF/IFAS comenzó a censar y retirar caimanes de los Humedales Costeros de la Bahía de Biscayne en diciembre de 2012, y sus esfuerzos aumentaron con apoyo de agencias estatales y federales en 2017.

El equipo aprovechó el apoyo para ampliar sus esfuerzos en el Proyecto C-111 en 2018 como parte de un plan de detección temprana y respuesta rápida para un segundo, más recientemente población descubierta de caimanes.

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