Reportaje del Miami Herald provoca pesquisa sobre un abogado de subastas de ejecuciones hipotecarias

El Colegio de Abogados de la Florida abrió una investigación sobre las posibles irregularidades cometidas por un abogado de la Florida cuya manipulación del proceso de subasta de ejecuciones hipotecarias fue expuesta en el Miami Herald.

La queja del Colegio procedía originalmente de un hombre que esperaba comprar un apartamento de dos dormitorios con vista al mar en Emerald Tower, en Pompano Beach. Fue superado en la puja por una mujer que más tarde llegó a creer que era la hermana del subastador, quien pujaba con un nombre falso. En su denuncia, acusó al subastador y abogado Brad Schandler de amañar las subastas de ejecución hipotecaria y “enriquecerse ilegalmente engañando al sistema y perjudicando a muchas personas honestas que realmente buscan una casa”.

El Colegio de Abogados había optado previamente por no darle seguimiento a la denuncia, pero la reabrió a raíz del reportaje del Herald sobre las tácticas poco convencionales de Schandler.

Las revelaciones de Herald también provocaron la acción del juez principal de Broward y un voto para la legislación de un senador del estado de Miami.

El Herald reportó que Schandler encontró un punto débil en la ley de ejecución hipotecaria y el sistema judicial que le permite entrar en los casos de ejecución hipotecaria de forma relativamente barata, hacerse cargo, conseguir un juez para cambiar los términos de la subasta en su beneficio y luego montar subastas que no tiene prácticamente ninguna posibilidad de perder. Una y otra vez, él y sus socios salen vencedores. En al menos cinco casos examinados por el Herald, él o sus socios ganaron subastas por $100.

Según el análisis del Herald, Schandler encuentra casos de ejecución hipotecaria de torres de condominios sin un heredero claro o en donde los herederos o propietarios están en otro país. Por lo general, el propietario está muerto y la hipoteca está pagada pero todavía debe dinero.

“Elogiamos al Herald por el reciente artículo relacionado con las irregularidades en los procedimientos de ejecución hipotecaria”, dijo el juez jefe de Broward Jack Tuter. “Llamó la atención sobre algo que es mucho más frecuente de lo que el público sabe. Enviamos el artículo a todos nuestros jueces y les pedimos que estuvieran más alerta por si veían actividades sospechosas en estos casos de ejecución hipotecaria”.

La jueza jefa de Miami-Dade Nushin Sayfie dijo que sus poderes eran limitados.

“Reconocemos el interés del público en estos asuntos, pero la autoridad de un juez presidente es de naturaleza administrativa y, en cuestiones de derecho, no se nos permite llevar a cabo revisiones legales de las resoluciones de otro juez, pues esa es la función de los tribunales de apelación; [...] además, el código de conducta judicial prohíbe a los jueces hacer comentarios sobre casos concretos”.

La senadora floridana Ileana García, republicana de Miami, dijo que el reportaje “hizo que se levantaran muchas cejas” y que buscará aplicar una legislación para frenar “el abuso y los comportamientos desvergonzados”.

Schandler consigue que los jueces acepten que las subastas de ejecuciones hipotecarias se celebren en persona y las dirija él, en lugar de las habituales subastas en línea a cargo de la oficina del secretario judicial. Algunos abogados acusaron a Schandler de no señalar claramente a los jueces su intención de cambiar los procedimientos de las subastas.

La participación de licitadores externos puede resultar difícil. Algunos licitadores tuvieron problemas para participar debido a la vaguedad de las instrucciones de los anuncios legales y otros dijeron que Schandler cambió la ubicación de la subasta de la propia propiedad al vestíbulo del edificio sin previo aviso y los licitadores tienen que acceder a edificios que podrían estar cerrados a los no habitantes de los mismos.

Las normas de Schandler lo ponen difícil incluso si un postor encuentra la subasta. En un procedimiento tradicional, el inmueble volvería a subastarse si el mejor postor no pagara el saldo adeudado, pero, bajo las reglas de Schandler, una propiedad va a su cliente en ese escenario. Eso importa, porque los licitadores acusaron a Schandler de emplear a licitadores falsos, incluida a su hermana, que eran los mejores postores en las subastas, mas no pagaban lo que se debía, entregándole la propiedad al cliente de Schandler por un costo mínimo.

“Los procesos de subasta de ejecuciones hipotecarias no deberían ser una invitación al abuso”, dijo el senador García. “Debería haber parámetros claros para evitar conflictos de intereses entre subastadores y licitadores, total transparencia del proceso de pagos, una notificación pública adecuada y acceso a las subastas programadas”.

Luego de la información del Herald, la portavoz del Colegio de Abogados de la Florida, Jennifer Krell Davis dijo que “se abrió una investigación” sobre Schandler.

Esa investigación se debe, al menos en parte, de una queja contra Schandler presentada por Hernando Posse, un postor en una subasta de 2021 en Pompano Beach presidida por Schandler, según Posse.

Krell Davis dijo que no podía comentar si el Colegio de Abogados ha recibido otras quejas sobre Schandler.

La queja de Posse detalla su experiencia en la subasta de 2021, que se celebró en el vestíbulo del edificio de condominios después que Schandler convenció al juez de circuito de Broward Nicholas Lopane para que fuera una subasta en persona en lugar de la subasta en línea estándar. Herald obtuvo una versión de la queja a través de una solicitud de registros públicos después de que el Colegio de Abogados se había negado inicialmente a seguir adelante.

Posse fue superado en la subasta por una mujer que dijo llamarse Kitty Lefkowitz, la cual se comprometió a pagar $185,000 por el apartamento de dos dormitorios en State Road A1A, pero no pagó el día después de la subasta. Según las reglas de la subasta propuestas por Schandler y aprobadas por Lopane, su falta de pago significaba que la propiedad pasaba al cliente de Schandler por $100.

El Herald no pudo encontrar ningún registro de una mujer llamada Kitty Lefkowitz en la Florida. Los reporteros le mostraron a Posse una foto de la hermana de Schandler Nadine August y él la reconoció como la mujer que pujó contra él bajo el nombre de Lefkowitz.

Herald también descubrió que August presentó la oferta ganadora, dando su nombre real, en otra de las subastas de su hermano en febrero de 2024.

Schandler y August no respondieron a las preguntas del Herald sobre si August era o no, efectivamente, Lefkowitz.

Schandler, de 68 años y licenciado en Derecho por la Universidad de Miami (UM), vive en Hollywood.

A través de su abogado David Karp, Schandler declinó hacer comentarios, pero le dijo al Herald en una entrevista anterior que él no inventó estos métodos, solo los tomó prestados de otros abogados.