Renuncia del presidente de Kirguistán crea vacío de poder en medio de protestas

Foto de archivo del ahora renunciado presidente de Kiqrguistán Sooronbay Jeenbekov hablando con la prensa

Por Olga Dzyubenko y Mariya Gordeyeva

BISHKEK, 15 oct (Reuters) - El presidente de Kirguistán, Sooronbai Jeenbekov, renunció el jueves, dejando un vacío de poder en el país tras varios días de disturbios por una elección disputada.

Jeenbekov, quien dijo que quería evitar enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que exigían su destitución, se convirtió en el tercer presidente de la pequeña nación de Asia Central que es derrocado en un levantamiento popular desde 2005.

No quedó claro de inmediato quién tomará el control del país, un aliado ruso fronterizo con China. Las reglas constitucionales dicen que el presidente del Parlamento, Kanatbek Isayev, debe asumir los poderes presidenciales.

No obstante, algunos grupos de oposición quieren que Isayev también se haga a un lado, poniendo el control en manos de Sadyr Japarov, un nacionalista que fue nombrado primer ministro después de que sus partidarios lo liberaron de la cárcel la semana pasada.

Isayev dijo que el Parlamento aceptaría la renuncia de Jeenbekov el viernes, pero no dejó claras sus intenciones. El sitio web de noticias local 24.kg lo citó diciendo que no tenía "ningún derecho moral" a la presidencia debido al estatus de "pato cojo" del Parlamento, que se enfrenta a la repetición de la disputada elección.

El portavoz de Japarov se negó a decir si el primer ministro presionará para que Isayev se haga a un lado.

Kirguistán está sumido en la crisis desde la votación del 4 de octubre, que la oposición rechazó después de que los aliados de Jeenbekov fueran declarados ganadores.

En el comunicado en el que anunció su renuncia, Jeenbekov dijo que temía que estallara la violencia si los manifestantes amenazaban con marchar hacia el complejo presidencial.

"Las fuerzas militares y de seguridad se verán obligadas a usar sus armas para proteger la residencia estatal. La sangre será inevitablemente derramada", dijo. "No quiero pasar a la historia de Kirguistán como un presidente que derramó sangre y disparó contra sus propios ciudadanos".

(Reporte de Olga Dzyubenko, Mariya Gordeyeva y Olzhas Auyezov; escrito por Peter Graff y Olzhas Auyezov; editado en español por Carlos Serrano)