Relleno sanitario de Tuxtepec. 10 años de promesas y otro foco rojo

TUXTEPEC, Oax., marzo 3 (EL UNIVERSAL).- El basurero municipal de Tuxtepec enfrenta una crisis que ha sido minimizada por los gobiernos municipales desde hace más de una década, al menos así lo demuestran las acciones de los últimos seis presidentes municipales, quienes han dejado la construcción de un nuevo relleno sanitario en la promesa.

Cada trienio los planes para construir un nuevo basurero adecuado para contener los desechos de los más de 160 mil habitantes de Tuxtepec y otras 80 mil personas de los municipios aledaños de Valle Nacional, Ojitlán, se han reducido a proyectos de escritorio.

Además, según fuentes locales, el basurero tiene una regulación laxa y a modo, que permite a familias de pepenadores vivir en este espacio a costa de su explotación, pues miles de pesos diarios se recaudan junto con el cobro de recolección de basura "rasurada" por trabajadores sindicalizados del gobierno de Tuxtepec y organizaciones sociales controladas por los jefes políticos de asentamientos de paracaidistas.

"La casa nada más es para dormir, porque se la pasa uno trabajando todo el día", dice Lucía, una de las personas que pepena, sin dejar de revisar una bolsa tras otra. "Ya está uno acostumbrado. Cuando la basura viene separada para nosotros es más fácil porque así no metemos las manos, pero eso aquí es muy raro".

A lo lejos se le ve moverse entre los escombros en busca de comida, metal o dinero. Enseñó a su hija a seleccionar "la fruta", el material brillante que puede ser vendido antes de la aniquilación de desperdicios.

Lucía también enseña a su nieta de 12 años a ganarse la vida y a que no se agarre los ojos cuando cae la ceniza. La niña juega con otros pequeños de familias asentadas en el basurero, quienes se divierten mientras sus padres terminan de llenar sus canastos y bolsas de reciclaje que se llevarán en triciclos.

Basurero muerto

Surisaday Valencia Rojas, exjefe de Proyectos de Servicios Básicos del gobierno municipal, sostiene que a finales del gobierno de Antonio Sacre (2014-2016) hubo presupuesto para conseguir un relleno sanitario intermunicipal, pero el cabildo de entonces no lo aprobó.

El actual terreno, detalla el especialista, ya no es viable, al encontrarse en un área urbanizada. En mayo de 2018 el exdirector de Servicios Públicos Municipales, Bulmaro Uscanga, precisó que el basurero recibía 200 toneladas diarias y era la maquinaria del gobierno local la que esparcía la basura para aprovechar los huecos tapándolos con piedra y arcilla.

En ese entonces, el gobierno de Tuxtepec concluyó que en 2023 el terreno no soportaría más compresión y terminaría su vida útil. Durante ese trienio, Luis Ángel Pérez, jefe de proyectos de administración, dijo que eran necesarias al menos 10 hectáreas más, pero que por la ubicación el terreno tendría un alto costo, ya que los espacios contemplados para el nuevo relleno sanitario se encontraban en suelos productivos para la ganadería y la agricultura.

El 18 de septiembre de 2018, el presidente municipal Fernando Dávila (2017-2020) informó que antes de que terminara 2018 tendría un acuerdo con el gobernador Alejandro Murat de invertir 250 millones de pesos en la construcción del relleno, a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), lo cual no sucedió.

Una industria que no se detiene

"Ni cuando se incendió todo esto dejamos de trabajar", recuerda Lucía. "Hace como cinco años traían mucho ‘polvillo’ de las fábricas y eso hizo que la basura ardiera. Vinieron los bomberos, duró como un mes la lumbre, pero teníamos que trabajar y no nos fuimos", cuenta la mujer, sin dejar de recoger.

Lucía llegó hace 30 años al basurero, que entonces estaba detrás del ingenio Adolfo López Mateos. Al principio, recuperaba cartón, fierro viejo y vidrio. Pero ahora todos se pelean el plástico; "hasta los trabajadores del ayuntamiento se llevan su dinero", puntualiza.

Igual que las demás familias, la de Lucía también paga una cuota para laborar.

El 3 de marzo de 2022, Elvira Hernández López, directora de Servicios Básicos, dijo que diariamente llegaban unas 290 toneladas de basura. Además, sostuvo que todavía le quedaban "unos 10 años" al relleno.

El 19 de julio de 2022 el edil Irineo Molina subrayó que no hay riesgo de colapso en corto tiempo en el basurero municipal; no obstante, su declaración contrasta con lo que dijo en 2017 cuando era diputado local y presentó una petición urgente al Congreso del estado para la gestión de un nuevo relleno sanitario en Tuxtepec, alegando que el terreno no cumplía con las especificaciones de la NOM 083 de la Semarnat 2010.

En 2022, el edil Molina Espinoza informó que su gobierno no contemplaba la creación de un nuevo relleno, al ser un problema costoso que tendría que gestionarse con la Secretaría de Medio Ambiente y con los municipios involucrados.

En noviembre de 2022, sin dar montos, indicó que con el nuevo Reglamento de Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de Residuos del municipio de San Juan Bautista Tuxtepec se obtendría "una mejor recaudación", aunque todavía menor al gasto de personal, combustible y renta de maquinaria.

"El reciclaje también genera dinero"

Luis Ángel Pérez Escamirosa, director de la empresa de reciclaje Edsia, indica en entrevista que durante los foros que realizó el gobierno municipal para elaborar el Plan de Desarrollo, él presentó un proyecto integral en la mesa de salud, pero que no ha obtenido respuesta del municipio; algo parecido le sucedió hace más de 10 años, cuando intentó llevar el proyecto al edil Gustavo Pacheco (2008-2010).

"El problema es que ven el proyecto integral como un gasto, pero es un tema que podría resolverse si hubiera voluntad de todos los municipios para concretar un relleno sanitario intermunicipal, la basura ahora con el tema del reciclaje también genera dinero".

Construir un relleno sanitario, teniendo el terreno, costaría alrededor de 20 millones de pesos, añade, más los costos de operatividad, "un monto mucho menor de lo que gasta el gobierno en combatir infecciones provocadas por el mal uso de la basura, con cifras de hasta 100 millones de pesos".

Al basurero municipal se llega por la carretera federal 175 que conecta la Cuenca del Papaloapan con la Sierra Juárez; en la entrada está la vivienda de lámina, cartón y madera que ocupan Lucía y su nieta, con vistas a las montañas de basura y a los animales carroñeros.

"Aquí hay que llegar bien temprano porque en la noche también entra basura que no se revisa, y si uno llega amaneciendo le gana a los que vienen de Tuxtepec, que van llegando como a las nueve o 10 de la mañana". Dice que el cartón que llega al basurero es malo y lo pagan muy barato, el bueno lo recogen en la ciudad, por eso a veces hay que darse por allá sus vueltas, aunque no ella.

"Yo no voy pa’ Tuxtepec porque es mucho peligro. Al Chueco, un vecino que se dedicaba también a la recolección de residuos, por andar recogiendo cartón en la calle con un triciclo, lo atropellaron. Hay muchos carros y no lo respetan a uno que está trabajando, por eso es muy peligroso ir por basura hasta el pueblo".