SAN CARLOS DE BARILOCHE.– El incendio forestal que permanece activo en el Parque Nacional Los Alerces y ya consumió más de 1053 hectáreas reavivó el debate sobre la problemática de la toma de tierras en ese área protegida de la provincia de Chubut.

“En este momento hay una toma en el parque, que es un delito, más allá de que tenga o no que ver con el incendio, y el intendente –que es la autoridad competente– no hizo la denuncia”, indicó hoy el gobernador chubutense, Ignacio Torres, que se encuentra por estas horas en Esquel. El mandatario provincial se refirió así a la toma de la seccional El Maitenal, en el mencionado parque nacional, que se inició en diciembre de 2020.

De acuerdo con los dichos del gobernador, quien era por entonces intendente del parque nacional, Hernán Colomb, tuvo intenciones de realizar la denuncia por la usurpación de la seccional, pero sus superiores “relativizaron el tema”. Esa ocupación tiene un proceso en curso en la Justicia Federal.

Ya el verano pasado, cuando se desataron cuatro incendios forestales en el Parque Nacional Los Alerces, vecinos y pobladores de la zona habían responsabilizado a un grupo liderado por Cruz Cárdenas. Además de ser integrante de una comunidad mapuche, Cárdenas fue brigadista de Parques Nacionales.

“Ya desde 2018 se buscaba a una persona como responsable de los incendios, hubo pedido de captura y nunca lo buscaron. Los incendios se inician para hacer daño y eventualmente para poder ocupar tierras que otros abandonan y hacerse de ellas”, indicó a principios de 2023 Cristian Bengolea, que el verano pasado perdió su casa en Laguna Larga, frente al parque nacional, por otro incendio intencional.

El historial de incendios en el parque Los Alerces llama la atención. De acuerdo con información de Protección Civil de la Municipalidad de Esquel, desde 2008 hubo ocho incendios de grandes dimensiones en ese área protegida. El último comenzó el jueves pasado a la noche en la zona de Bahía Rosales, sobre el lago Futalaufquen, a unos 55 kilómetros de la ciudad de Esquel.

“Claramente fue intencional. Son dos focos prendidos a una distancia relativamente próxima, que se terminan juntando en un solo frente”, dijo a las pocas horas el actual intendente del parque, Danilo Hernández Otaño.

Ayer Torres responsabilizó a los integrantes de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) por los incendios y destacó que los focos ígneos ocurrieron en el mismo lugar y con las mismas características que otros anteriores.

“Si el gobernador se anima a decir que es gente de la RAM es porque tiene datos concretos. Como están en territorio federal, necesita entrar con las fuerzas federales. La policía de la provincia no puede hacer nada”, explicó a LA NACION el integrante de otra familia que perdió su casa en uno de los últimos incendios.

Y agregó: “Se sindica como autor intelectual del incendio a Cruz Cárdenas, muy ligado a la RAM, y a la que sería la nueva jefa de la RAM, Moira Millán, que vive en Corcovado. Allí tienen tomado un predio provincial que es de la policía. La líder es Millán, que genera este tipo de actos terroristas, lo mismo que el grupo que actuó en Villa Mascardi”.

En tanto, Bengolea espera que el gobierno nacional actual y el provincial “terminen con este flagelo que ha causado mucho daño, y en la mayoría de los casos, irreparable”.

El fuego sigue activo

En medio de la polémica por las tierras tomadas, el fuego continúa activo y sigue quemando bosque nativo tanto en el límite este del parque nacional como en tierras de jurisdicción provincial.

Tal como se señaló en el último parte, emitido este mediodía, por la extensión del área afectada, se decidió dividir el incendio en seis sectores. Con 47 combatientes de incendios, en el sector 1 continúan los trabajos con herramientas manuales y equipos de agua para afianzar las líneas cortafuegos.

En el sector 2 se avanza en trabajos similares con 27 combatientes, mientras que en el sector 5 trabajan 54 brigadistas. Y el equipo técnico mantiene bajo observación los sectores 3, 4 y 6, con apoyo de drones. Los medios aéreos siguen tirando agua especialmente en los sectores 1 y 2.

El combate durante el día de ayer se había complejizado por las condiciones meteorológicas, caracterizadas por una atmósfera estable sin viento. Eso generó un estancamiento del humo sobre el área del incendio: al disminuir la visibilidad al mínimo, esa situación impidió la operación de los medios aéreos.

De todos modos, tal como informaron desde el parque nacional, el humo se disipó en horas de la tarde y pudieron operar los helicópteros y aviones hidrantes. Asimismo, ayer se sumaron 10 combatientes a los 87 brigadistas que habían iniciado ayer a la mañana el combate del fuego en terreno.

Actualmente son 128 los combatientes de incendios que trabajan en la zona, con el apoyo de dos aviones hidrantes (turbohélices AT-802 con 3000 litros de capacidad de descarga de agua), dos helicópteros con helibalde –dos Bell, uno 407 y el otro, 412–, que también permiten trasladar personal a zonas de difícil acceso, y un avión de observación.

Se espera que entre hoy y mañana arriben al parque nacional más brigadistas provenientes de áreas protegidas del centro del país.