Relacionan moverse en un ámbito social reducido con un mayor riesgo de diabetes

(Reuters Health) - Las personas aisladas socialmente serían más propensas a desarrollar diabetes que los adultos con lazos más fuertes con familiares y amigos, según sugiere un nuevo estudio.

La soledad está asociada con distintos problemas físicos y mentales, en especial en las personas con enfermedades crónicas y los adultos mayores. Con la diabetes, los amigos y la familia pueden influir en cómo come un paciente, cuánto ejercicio hace y cómo controla la enfermedad.

El equipo estudió a 2.861 adultos de entre 40 y 75 años (60 años, en promedio). Más de la mitad tenía glucosa en sangre normal y no se le había diagnosticado diabetes. Pero el 15 por ciento tenía glucosa levemente alta o "prediabetes"; el 4 por ciento acababa de recibir el diagnóstico de diabetes al incorporarse al estudio y el 24 por ciento ya tenía la enfermedad.

Los participantes sin diabetes tenían 11 amigos y familiares en su red social, comparado con menos de ocho amigos por persona que tenían aquellos con diabetes diagnosticada recientemente o hacía varios años, según publica el equipo en BMC Public Health.

"A los grupos de alto riesgo se les aconseja hacer más actividad física y comer más saludablemente sin indagar su situación social", dijo Stephanie Brinkhues, de la Universidad de Maastricht (Holanda). "Creemos que esto puede mejorarse (...) pues las personas aisladas socialmente podrían incluso tener más riesgo de desarrollar la enfermedad", agregó.

Por cada persona menos en la red social de cada paciente, las chances de que le diagnosticaran diabetes crecían un 12 por ciento en las mujeres y un 10 por ciento en los hombres. También estuvo asociado con un 8 por ciento más chances de tener un diagnóstico previo en las mujeres y un 5 por ciento, en los hombres.

Asimismo, cada 10 por ciento menos de integrantes de la red social de una persona que vivían cerca, aumentaban un 21 por ciento las chances de que las mujeres recibieran un diagnóstico de diabetes.

Por cada 10 por ciento que crecía la red social doméstica, aumentaban un 25 por ciento las posibilidades de que las mujeres recibieran el diagnóstico de diabetes y un 29 por ciento en los hombres.

Vivir solo no influyó en las chances de padecer diabetes en las mujeres. Pero en los hombres, eso estaba asociado con un 84 por ciento más chances de recibir el diagnóstico y un 94 por ciento más chances de tener un diagnóstico previo.

FUENTE: Public Health, online 9 de diciembre del 2017