Reinas del sóftbol de Yucatán cruzan fronteras

YAXUNA, Yuc., octubre 3 (EL UNIVERSAL).- Su perseverancia, vaya, su terquedad, como ellas mismas reconocen, permitió que seis años después de haberse reunido para jugar softbol en un pequeño campo llanero rindiera frutos y llegaran hasta Arizona, donde mostraron sus aptitudes deportivas y, aseguran, "fuimos tratadas como verdaderas reinas".

Son Las Amazonas de Yaxuna, las que empezaron con nueve mujeres, y ahora son 20, pues se han ido sumando a su proyecto deportivo.

Todas ellas de cuna humilde, indígenas, han puesto el sello en su actividad deportiva, jugando sin zapatos y con el tradicional huipil bordado a mano y a máquina que ellas mismas confeccionan.

Ya conocen el estado de Quintana Roo, han jugado en Monterrey, Nuevo León y en Arizona, Estados Unidos, donde compitieron con estudiantes universitarias a quienes les ganaron 22 carreras a tres.

Sus pies descalzos han pisado el campo deportivo de Kukulkán en Mérida, en donde fueron patrocinadas por el gobierno del estado que encabeza Mauricio Vila Dosal (PAN) y en donde brindaron un juego de exhibición.

Son mujeres casadas y solteras, que después de practicar durante más de dos horas, dos veces a la semana, se retiran para sus labores cotidianas.

Unas tienen que ir al molino a preparar su nixtamal y tortear tortillas, otras se van a lavar la ropa y otras más a continuar con sus labores artesanales como el urdido de hamacas o la elaboración de figuras de cuerno de toro, pues gracias a estas pueden llevar dinero a su hogar.

Los días 17, 18 y 19 de septiembre pasado, las mujeres de Yaxuna viajaron al vecino país del norte apoyadas por el gobierno del estado para jugar un encuentro con estudiantes de la Universidad de Arizona, a quienes vencieron en siete entradas, 22 carreras a tres. Incluso, "no quisieron continuar jugando para que no fuera paliza" relata con amplia sonrisa, María Enedina Medina Canul, de 53 años, una de las jugadoras de mayor edad en el equipo.

Las Amazonas estuvieron en el juego oficial de las Grandes Ligas en el estadio Chase Field de la ciudad de Phoenix, entre los Diamantes de Arizona y los Gigantes de San Francisco. Ahí, lanzaron la primera bola antes de ese partido.

María Enedina relata que en Estados Unidos comieron sabroso, les regalaron gorras, chamarras y camisetas. "Nos trataron como auténticas reinas", afirma la jugadora. Además, dice que nunca imaginó que la aventura de jugar softbol les permitiera conocer Estados Unidos. "Fue algo precioso, vimos paisajes y edificios, una gran ciudad, la pasamos bien; a todo dar", relata.

Las Amazonas de Yaxuna juegan sin zapatos. Así empezaron, No había dinero, y así "seguiremos; es nuestra característica", dice la mujer.

"Todas aprendimos a pisar el pequeño campo de juego entre piedras y nos acostumbramos a sentir las piedritas y el calor incluso en la planta de los pies. Así queremos seguir jugando", apunta María Enedina.

La mujer tiene dos hijas que también juegan en Las Amazonas de Yaxuna y su hijo, Joel Díaz Canul, quien es el entrenador del equipo.

En Yaxuna no hay cerveza

Yaxuna es una comunidad de alrededor de 800 habitantes, ubicada a 165 kilómetros de distancia de Mérida, entre selva baja y veredas, aquí no se vende ni cerveza ni licor.

Las jugadoras de Yaxuna señalan que el deporte es una de las mejores vías para evitar los vicios, como el alcoholismo y la drogadicción.

En esa comunidad no hay violencia ni enfrentamientos. "Cada quien a lo suyo, no hay porqué pelear", comenta Joel, el entrenador.

"Por decisión de toda la comunidad no se ha permitido el ingreso de cerveceras ni de cantinas. Somos unidos y buscamos protegernos", apuntó María Enedina, quien relató que durante la pandemia del Covid-19 nadie se enfermó, "porque cerramos el pueblo y nadie entró, ni nadie salió". Sin embargo, actualmente la comunidad enfrenta varios casos de dengue.

Las Amazonas de Yaxuna son sello de unidad y apoyo. En su comunidad aún se respira el ambiente de una población apacible, que avanzan en algunos aspectos.

A partir del juego de softbol han logrado apoyos como la instalación de una señal de internet, por lo que algunas de las jugadoras han conseguido celulares que les permite comunicarse con compañeros, estudiantes y vecinos.

Yaxuna, entre la modernidad y la tecnología guarda su origen étnico, ya que por lo menos 95% de los habitantes se comunica en lengua maya.

Ellas hacen sus uniformes

Las jugadoras bordan sus propios uniformes, que son huipiles típicos de Yucatán, unos hechos en punto de cruz a mano y otros en máquinas de coser, en colores blanco y azul.

"Nunca hemos sido famosas, nos gusta que nos vean cómo jugamos, pero nunca nos vamos a sentir más que nadie", precisa Citlali Poot Dzib, de 21 años, una de las fundadoras del grupo Las Amazonas de Yaxuna.

Las softbolistas viajarán de nuevo este mes a Monterrey, Nuevo León, para un juego amistoso.