La ‘reina de Miami River’ se mudó a Coconut Grove para construir la siguiente etapa de su carrera inmobiliaria

Una de las pocas urbanizadoras inmobiliarias de Miami se adentró en un nuevo territorio, con una reciente decisión que cierra el círculo de su carrera y la prepara, en su opinión, para construir un nuevo Miami.

Lissette Calderón, de 49 años, presidenta ejecutiva de Neology Life Development Group, trasladó su empresa a Coconut Grove. Encontró una oficina en Bayshore Drive para su equipo de 20 empleados que es tres veces más grande que la antigua sede de su empresa en Miami River. Es el tamaño adecuado, dijo, para añadir a 10 personas más a su equipo, antes de fin de año, en preparación para las urbanizaciones en proyecto.

Se trata de un paso importante para la mujer apodada “Reina de Miami River”, por haber abierto un camino de urbanización a lo largo de las 5.5 millas de costa que van desde el Canal de Miami, en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), hasta la Bahía de Biscayne.

Neology construyó nueve proyectos a lo largo de Miami River y Allapattah. La empresa posee un abanico de apartamentos y torres de condominios valorado en $2,000 millones, que incluye 2,000 viviendas en edificios de condominios vendidas y 1,200 apartamentos en alquiler. Está previsto que en 2024 abran sus puertas dos edificios de apartamentos, Fourteen Allapattah Residences y The Julia.

Otros 1,350 apartamentos están previstos en siete acres en 2301 NW 33 Ave. y allí estará la primera urbanización de Calderón fuera del sur de la Florida, en un sitio en el centro de la Florida que no quiso revelar en este momento.

“Espero ser siempre la reina de Miami River, porque lo llevo en el corazón”, dijo Calderón en una entrevista en las instalaciones de su empresa. “Nuestros proyectos ya no están en el río: nos expandimos”.

Da la casualidad de que la oficina de Calderón en Coconut Grove está en el mismo edificio donde empezó su carrera hace un par de décadas en Terremark. La empresa inmobiliaria reconvertida en tecnológica ocupó en su día el ático del edificio.

Graduada por Wharton School of Business de la Universidad de Pennsylvania (Penn), Calderón fue la primera de su familia en ir a la universidad. Hija de inmigrantes cubanos, Calderón y su hermano menor Ralph Calderón son la primera generación de estadounidenses después de que sus padres huyeran del comunismo en los años sesenta.

Siempre buena con los números, Calderón empezó su carrera como analista de banca de inversión en Donaldson, Lufkin & Jenrette en Nueva York, en su división de banca comercial, después de graduarse en la universidad en 1996. Unos años más tarde regresó definitivamente a Miami.

Su padre, quien murió semanas antes de que ella se graduara en Coral Gables High School en 1992, inspiró la carrera inmobiliaria de Calderón a través de su negocio de construcción.

“Mi padre era mi ídolo, lo era todo. Iba los sábados con él a esas obras”, dijo. “Siempre hablábamos de que un día papá y yo haríamos esto juntos”.

Calderón se asegura de que sus tres hijas —Mia Albelo, de 18 años, Aleksandra Albelo, de 17, y Gianna Albelo, de 16— estén expuestas al sector inmobiliario. Calderón comparte a sus tres hijas con su esposo Gabriel Albelo, de 52 años, fundador y presidente ejecutivo de Transamerica Training Management, empresa consultora de software y socia de Oracle. Espera que una o las tres sigan sus pasos. La mayor está matriculado en el programa inmobiliario y financiero de la Universidad de Cornell.

En la actualidad, Calderón se siente conmovida personal y profesionalmente por la posibilidad de influir en las generaciones futuras.

“Espero inspirar a otra mujer urbanizadora inmobiliaria”, dijo. “Cuando miro alrededor de una habitación, por lo general soy yo en la habitación y espero que a través de mis esfuerzos y lo que estoy haciendo pueda inspirar a la próxima generación”.

Aquí una sesión de preguntas y respuestas con Calderón sobre su trabajo:

La pandemia obligó a mucha gente a trabajar desde casa y dejó a los ejecutivos todavía reevaluando el valor de una oficina. ¿Por qué decidieron alquilar un espacio más grande?

Creo que el contacto humano no tiene sustituto. Si voy a tener a todo el mundo en la oficina —lo cual entiendo que es tener una opinión diferente a la que tienen otras personas—, quería asegurarme de que fuera una oficina a la que la gente disfrutara viniendo, que les hiciera sentirse realizados y felices de llamarla un segundo hogar. Definitivamente paso más horas aquí que en mi propia casa. Probablemente sea el caso de la mayoría de la gente. Quería asegurarme de que, si iban a estar aquí como en casa, fuera un lugar que les permitiera ser tan creativos como quisieran, que les permitiera divertirse tanto como quisieran, que les permitiera llevar a cabo proyectos que les apasionaran, que les permitiera colaborar, por eso para mí era imprescindible que tuviéramos una oficina.

Los urbanizadores inmobiliarios han acudido en masa a Coconut Grove en los últimos años, entre ellos Terra y Related Group. ¿A qué cree que se debe?

The Grove no se puede duplicar. Hay una autenticidad en Coconut Grove que habla de lo que es el viejo Miami que algunos de nosotros amamos y recordamos. Recuerdo crecer en la escuela secundaria y tener Cocowalk en su día. Allí es en donde mi madre me dejaba para reunirme con mis amigos y me recogía una hora más tarde. Creo que The Grove ha hecho un buen trabajo permitiendo el presente, pero conservando trozos del pasado con autenticidad en lugares como Sandbar Sports Grill.

Está eso y luego está definitivamente el factor de conveniencia de la misma. Coconut Grove está en medio de la ciudad. Hay escuelas fantásticas por aquí. Es muy fácil para muchos de nosotros venir aquí y dejar a nuestros hijos y venir a trabajar. También es fácil venir y formar parte de la vida de los niños. Si es un almuerzo o un evento, puedo ir caminando.

El sur de la Florida sigue enfrentándose a retos relacionados con el transporte público y el cambio climático. ¿Cómo sopesa estas cuestiones a la hora de pensar en nuevas urbanizaciones?

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, tengo que decir que lo que hacemos también es muy importante, porque, si puedo construir dentro de la infraestructura existente, estoy trayendo a la gente de vuelta a la ciudad, estoy reimaginando, reinventando, ya sabes, una ciudad, el núcleo urbano. Todos los proyectos que he hecho han sido en lavanderías abandonadas, estacionamientos abandonados, centros de alquiler de autos o casas de empeño abandonadas. Todo lo que hemos hecho ha sido algo que ha devuelto algo a la comunidad. Lo hemos derribado y hemos construido estas vibrantes comunidades que existen no solo para nuestros habitantes, sino para todo nuestro vecindario, así como para toda la comunidad. Al hacerlo, me dije que, si puedo construir cerca del transporte público, estoy sacando autos de la carretera. Eso es muy importante. Si puedo quitar autos de la carretera y animar a la gente a caminar y compartir viajes, habrá menos autos.

Por supuesto, pensamos a largo plazo. Hemos tenido en cuenta las cotas de inundación y cuáles son esas cotas. Es muy importante si tenemos paneles de inundación y ese tipo de resistencia, por lo que es definitivamente a la vanguardia de lo que hacemos. Desde un punto de vista empresarial, hay que pensar en ello. Las compañías de seguros y los vientos en contra a los que nos enfrentamos son cosas que uno quiere asegurarse de hacer todo lo que esté en su mano como urbanizadora para tenerlas en cuenta.

Aunque la Reserva Federal prorrogue su pausa en los aumentos de las tasas de interés, el aumento de la tasa de interés oficial de los fondos federales a su nivel más alto en 20 años afecta a la capacidad de endeudamiento de los urbanizadores para nuevos proyectos de construcción. ¿Cómo ha influido esto en Neology?

Sería negligente si dijera que no hay vientos en contra en el sector en estos momentos, lo vemos todos los días, por eso somos muy prudentes con lo que hacemos y con la forma en la que dirigimos nuestro negocio. Somos prudentes en muchas otras cosas que hacemos. Estamos bien dotados de personal, pero no en exceso.

Estamos invirtiendo más en nuevos proyectos. Estamos siendo más conservadores a la hora de capitalizar nuestros proyectos, para que puedan resistir algunos de estos vientos en contra que vemos. Cuando pienso en Miami, en el sur de la Florida en general, me doy cuenta de que somos resistentes. Es un lugar en donde la gente quiere venir a vivir.

Aunque muchas personas con grandes bolsillos siguen acudiendo aquí, Miami lucha por retener su mano de obra: el condado registró un descenso de unos 28,000 habitantes en su población de 2020 a 2022. ¿Qué opina de los persistentes problemas de asequibilidad que aquejan a la comunidad?

Por eso es importante construir viviendas para la mano de obra y abordar realmente el tema de la vivienda asequible, así como mantenerlo en la mente de todos. Como urbanizadores inmobiliarios, líderes municipales y empresarios, tenemos la obligación de asegurarnos de que Miami y el sur de la Florida crezcan. Si yo puedo hacerlo a través de la vivienda, otras personas pueden hacerlo a través de la educación o a través de los servicios. Tenemos que detener esa disminución de la población y asegurarnos de que las personas que están aquí puedan permanecer aquí.