El regreso del Kazajo, Evelio Vadillo desde la realidad y la ficción

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 1 (EL UNIVERSAL).- La historia de Evelio Vadillo, el militante de las juventudes del Partido Comunista Mexicano que permaneció dos décadas preso en la Unión Soviética es la historia de un hombre que termina siendo devorado por los mecanismos represivos de este paraíso socialista; y su vida, ambiciones, tragedia y caída es el motor activador de la novela El regreso del Kazajo, con la que Gerardo Antonio Martínez (Ciudad de México, 1982) ganó el Certamen Nacional de Literatura "Laura Méndez de Cuenca 2022".

Descubierto por el escritor y periodista a los 19, a través de la lectura de su caso y las apariciones constantes de Vadillo en obras de José Revueltas, Martínez se enganchó a la historia de este comunista mexicano no sólo desde la ficción que aborda con soltura y pasión en esta novela que es publicada por el Fondo Editorial del Estado de México, donde se toma todas las licencias; también lo ha hecho desde el periodismo, en una crónica inédita que recupera al personaje real a través de testimonios, archivos, documentos y conversaciones con Evelio Vadillo hijo.

"Conocí el caso de Evelio Vadillo y me atrapó, pero también me surgió la inquietud de tratar de entender las razones o motivos detrás de las decisiones que muchas veces los individuos tomamos; en este caso, la decisión que lo llevó a Moscú, en los años 30, y las decisiones que después van tomando sus distintos camaradas cuando por fin regresa a México, unos dándole la espalda, y otros arropándolo", señala el autor.

El caso de Evelio Vadillo representa la historia negra del comunismo mexicano, "el individuo, el militante que parte a la Unión Soviética con la intención de prepararse, de formarse como dirigente político, como teórico del socialismo, pero que termina siendo devorado por los mecanismos represivos de este paraíso socialista", afirma el escritor.

Intrigado por toda la peripecia que vivió Vadillo para regresar a México, tras 20 años preso en la Unión Soviética, Martínez quiso abordar su relato desde la ficción y desde ahí desentrañar sus propios cuestionamientos sobre los vaivenes ideológicos, las contradicciones, la decepción y la frustración de los proyectos políticos y la frustración de sus aspectos personales que lo llevó a abandonar a su hijo y regresar para ver que sus camaradas le daban la espalda.

Martínez partió del hecho de un personaje que regresa de un territorio en el que era extranjero a un territorio donde ya es ajeno, explica Martínez, quien escribe esta novela a partir de un personaje llamado Emilio Padilla, alter ego novelístico de Evelio Vadillo, pero también mediante un segundo personaje, Ignacio Cervera, que es el detective al que se le encomienda, en la novela, dar con el paradero del segundo extravío de Emilio Padilla.

Pues en El regreso del Kazajo, tras dos décadas perdido en la Unión Soviética, Emilio Padilla regresa a México y mientras va al baño en el aeropuerto donde lo acompaña un funcionario mexicano, desaparece y el gobierno y el propio partido especulan que fue secuestrado, pues son años candentes por la guerra fría. Eso lleva a otro giro su historia y la trama lleva a una segunda búsqueda del personaje.