Justicia argentina frena ley antimonopólica aplicada contra grupo Clarín

La justicia frenó el jueves el proceso de licitación de licencias de radio y TV que comenzaría el viernes en perjuicio de Clarín, el mayor multimedios de Argentina, en un revés judicial para la presidenta Cristina Kirchner, enfrentada al grupo al que quería aplicarle una cláusula antimonopólica de la ley audiovisual. "La Cámara de Apelaciones prorrogó la medida cautelar (presentada por Clarín), hasta que se dicte sentencia definitiva sobre la constitucionalidad o no de la norma (antimonopólica)", informó el oficial Centro de Información Judicial (CIJ) al citar un párrafo textual del fallo. Kirchner había dado la orden al ente regulador de los servicios audiovisuales para que iniciara este viernes el proceso de licitaciones en una fecha que llamaba simbólicamente "El 7D", debido a que vencía la vigencia de una medida cautelar que favorecía a la poderosa compañía. La reacción del Gobierno la noche del jueves fue calificar el fallo de "una vergüenza", según dijo el titular del ente regulador de medios audiovisuales, Martín Sabbatella, quien anunció que "se pedirá a la Corte Suprema que lo revea, por ser un acto que lesiona la democracia". "Este viernes se presentará el pedido de nulidad ante la Corte a través del 'per saltum' (avocamiento inmediato en casos muy sensibles). El fallo es absolutamente arbitrario", confirmó el ministro de Justicia, Julio Alak, en declaraciones a la TV pública. Por el contrario, Clarín sostiene que la cláusula antimonopólica de la Ley de Medios votada por el Congreso en 2009, atenta contra el derecho a la propiedad y es utilizada por Kirchner para acallar las voces críticas a su gobierno. Según datos del ente regulador, Clarín posee "el 41% del mercado de radio, el 38% de la TV abierta y el 59% de la TV por cable, cuando el máximo (que marca la ley) en todos los casos es 35%". Otros 19 grupos mediáticos se han presentado voluntariamente al proceso de adecuación a la ley para vender varias licencias consideradas monopólicas pero, de hecho, están alcanzados también por la medida suspensiva. En el laberinto judicial de este caso ni siquiera hay aún un fallo de un juez de primera instancia sobre si la cláusula de desinversión para evitar monopolios es o no constitucional. "El fallo demuestra que hay jueces independientes que no han cedido a las presiones del Gobierno", dijo Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados radicales (socialdemócratas, primera oposición legislativa). El Gobierno confirmó, sin embargo, un acto y festival popular en el centro de Buenos Aires para el domingo, en otro aniversario de la recuperación de la democracia en 1983, pero también por lo que denominó "el fin de las corporaciones mediáticas en Argentina". Otros gobiernos de la región también libran duras batallas contra medios críticos, como el venezolano de Hugo Chávez y el ecuatoriano de Rafael Correa, quien esta semana recibió un premio universitario argentino a la comunicación que reavivó una polémica a raíz de que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) considera que todos ellos, incluyendo a Kirchner, atacan la libertad de expresión. La cuenta regresiva que comenzaba el viernes por la aplicación de la cláusula antimonopólica cesó abruptamente a raíz del fallo de la Cámara. Los grupos mediáticos tenían plazo hasta la medianoche del viernes para presentar sus planes de desinversión por exceso de licencias autorizadas que estableció la ley votada en el Congreso en 2009. En caso contrario, desde el lunes la autoridad de aplicación comenzaría hacerlo de oficio. Clarín, uno de los principales grupos mediáticos de América latina, tiene el diario de mayor circulación en el país, canales de aire, de cable, radios y redes de televisión por cable, con un volumen de negocios de 9.753 millones de pesos (unos 2.000 millones de dólares) en 2011. La justicia argentina dejó en suspenso la noche del jueves la cláusula antimonopólica de la Ley Audiovisual que el gobierno iba a aplicar a partir del viernes al poderoso grupo Clarín, el único que resiste la medida, aunque otros medios deberán también desprenderse de licencias de radio y TV. El Grupo Clarín en números