Reglas de visitas a residencias de adultos mayores podrían cambiar pronto

Mary Shannon Daniel lee casi todos los comentarios en el grupo de apoyo de Facebook.

El grupo se dirige a las familias de la Florida que quieren visitar a sus seres queridos en centros de cuidados a largo plazo, y los mensajes se han acumulado rápidamente, sobre todo en los últimos meses, durante la ola de la variante ómicron del coronavirus.

“No hemos visto a nuestros seres queridos en dos semanas”.

“Mi padre está encerrado mientras hablamos”, dijo. “Ha pasado más de un mes debido a los casos positivos”.

La mujer responde a todos los mensajes que puede, informando a las familias sobre la orientación federal actual que dice que las familias deberían ser autorizadas a visitar las instalaciones, con o sin brote de COVID-19.

“¿Por qué recae en las familias la carga de informarse?”, dijo Shannon Daniel, quien aceptó un empleo lavando platos en el centro donde está su esposo solo para verlo durante los primeros días de la pandemia. “Tener a un ser querido en un centro de cuidados a largo plazo es una situación realmente estresante. Estamos cansados de librar esta batalla”.

Si una medida respaldada por el gobernador Ron DeSantis se aprueba en la Legislatura, Shannon Daniel dijo que espera que las familias no tengan que luchar contra las instalaciones para entrar con sus seres queridos.

Las propuestas, el Proyecto de Ley 987 de la Cámara y el Proyecto de Ley 988 del Senado, establecen amplias protecciones para los visitantes de hogares de adultos mayores y hospitales.

No se exigirán vacunas a los visitantes

Los proyectos de ley prohibirían a los centros exigir vacunas a los visitantes, una medida que es coherente con las directrices federales relacionadas con la actual pandemia. Requerirían que las instalaciones establecieran políticas que permitan a los familiares tocar a los seres queridos que están visitando.

La versión de la Cámara haría que los proveedores reconocieran a un “cuidador esencial” de un paciente o residente, que tendría derecho a visitarlo durante al menos dos horas diarias. Eso no está en el proyecto de ley del Senado. Todavía hay que resolver algunas diferencias entre los proyectos de ley.

Según ambas medidas, se permitiría a los familiares visitar a sus seres queridos en las siguientes circunstancias casi sin excepción:

▪ Parto

▪ Situaciones de fin de la vida.

▪ Situaciones en las que un residente se haya mudado recientemente al centro y esté luchando con la transición.

▪ Casos en los que un residente tenga problemas para comer o beber, o experimente angustia emocional.

▪ Casos en los que un residente esté de duelo por una pérdida reciente.

DeSantis ha defendido la idea de ampliar los derechos de visita en esta sesión legislativa.

“La gente necesita a sus seres queridos”, dijo DeSantis mientras hablaba en una conferencia de la Federalist Society en febrero. “La mayoría de los hogares de adultos mayores y hospitales han hecho esfuerzos para hacerlo; no todos lo han hecho adecuadamente. Así que estamos buscando promulgar efectivamente una ‘carta de derechos del paciente’”.

¿Un posible inconveniente?

Algunos expertos afirman que las normas pueden ser demasiado amplias y podrían tener consecuencias imprevistas en el futuro. Por ejemplo, la propuesta del Senado permitiría las visitas en circunstancias especiales incluso si el visitante ha infringido previamente las normas de control de infecciones de un centro.

Lindsay Peterson, profesora e investigadora de la Escuela de Estudios sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de la Florida, dijo que esa disposición pudiera abrir las puertas de un proveedor a personas que representan un peligro para los residentes.

“Si nos encontramos de nuevo en esta situación, y los centros están obligados a permitir el ingreso de alguien que no quiere seguir el control de la infección en medio de una pandemia, algo como esto realmente les ata las manos”, dijo Peterson.

Durante la pandemia del coronavirus, mantener a la familia fuera no impidió que el virus se propagara en las residencias de ancianos. En septiembre de 2020, alrededor del momento en que DeSantis reabrió las residencias de ancianos a los visitantes, la Florida tenía una tasa de mortalidad de residentes de atención a largo plazo más alta que el promedio nacional, según un rastreador de AARP.

Hoy la tasa de mortalidad en los centros de atención a largo plazo del estado a causa del virus es la mitad del promedio nacional, según ese mismo rastreador.

“El problema es que no podían mantener a todos afuera”, dijo Peterson. “El personal entraba y salía, así que mientras haya personal entrando y saliendo, entonces existe ese riesgo de todos modos”.

La senadora Ileana García, republicana de Miami y patrocinadora de la medida en el Senado, dijo que su proyecto de ley no pretende permitir que las personas que han burlado las normas de seguridad puedan entrar en las instalaciones de todos modos.

“Vamos a revisar la redacción”, dijo García. “Por mucho que queramos que los pacientes tengan a alguien con ellos, no queremos que entre alguien que haya sido suspendido”.

Aunque las directrices federales señalan que los centros deben permitir las visitas aunque no se hayan vacunado contra el COVID-19, el proyecto de ley va más allá. Tanto la versión de la Cámara como la del Senado prohíben a los centros exigir “comprobante de inmunización”.

“No creo que uno debiera mostrar una tarjeta de vacunación para ver a su ser querido”, dijo el representante Jason Shoaf, republicano de Port St. Joe, patrocinador del proyecto de ley de la Cámara, durante una reunión del comité el 28 de febrero. “En la Florida, hemos adoptado la posición de que no vamos a obligar a la gente a vacunarse, y no creo que sea un buen momento para empezar a hacerlo ahora”.

El sector de las residencias de ancianos apoya los proyectos de ley, al igual que Shannon Daniel. AARP Florida y el grupo sindical Service Employees International Union no se han pronunciado al respecto.

Las medidas de la Cámara y el Senado fueron aprobadas por sus respectivas comisiones el lunes con un sano apoyo bipartidista. Ambas deben pasar a votación del pleno en los próximos días.

El aislamiento causó mella en la salud mental

En los inicios de la pandemia, los centros de atención a largo plazo de todo el país cerraron sus puertas a los visitantes en un esfuerzo por proteger a los residentes vulnerables. Las investigaciones han demostrado desde entonces que esta medida tuvo efectos devastadores en la salud mental y física de los pacientes.

En parte, como la escasez de personal afectaba a la industria mucho antes del coronavirus, los visitantes familiares desempeñaban a menudo un papel clave en el cuidado de los residentes.

Un estudio realizado en residencias de ancianos de Connecticut descubrió que la pérdida de peso y la depresión aumentaron significativamente entre los residentes durante los confinamientos relacionados con el coronavirus , mientras que la cognición disminuía.

En otro estudio de la Escuela de Envejecimiento de la Universidad del Sur de la Florida, que todavía no se ha publicado, los administradores de cuidados a largo plazo de la Florida informaron de un grave deterioro de los residentes con demencia debido a la falta de visitas.