A refugio de animales le preocupaba el futuro de un enorme gato, hasta que llegó una formidable noticia

Un gato llamado Patches necesitaba un nuevo hogar y una rutina de ejercicios.

Patches, un enorme gato blanco y gris, se entregó en el Centro de Cuidado y Control de Animales de Richmond, Virginia, el 4 de abril cuando su dueño se quedó desamparado, le dijo a McClatchy News el empleado del refugio, Robin Young.

Al llegar pesaba 40.3 libras, y quizás era “el gato más gordo que alguien hubiese visto nunca”, dijo el centro en una publicación en Facebook fechada el 19 de abril.

Young agregó que Patches tiene unos ocho años y es muy amistoso, con una predilección particular por las caricias en la barriga. Young dijo que Patches vivía en su oficina, lo que le daba un poco más de espacio para moverse y jugar.

El refugio empezó a darle a Patches una nueva rutina para perder peso, como una dieta especializada y un programa de ejercicios, para ayudarlo a alcanzar un peso saludable.

Young esperaba que en su nuevo hogar Patches siga haciendo ejercicios.

Ahora, Patches encontró una nueva casa.

El 19 de abril el centro anunció que Patches había sido adoptado y colgó una foto del gato con su nueva familia.

El peso ideal para un gato doméstico es de entre ocho y 10 libras, según la Asociación para la Prevención de la Obesidad en las Mascotas. Algunas razas de gatos, como la maine coon, surgida en el estado de Maine, pueden llegar a pesar 25 libras.

La rutina para que Patches pierda peso demorará algún tiempo, dijo Young, ya que podría resultar peligroso que los gatos obesos pierdan peso con demasiada rapidez. el refugio creó un plan que ayudará a Patches a perder media libra al mes durante dos años. Su nueva dueña dijo que seguirá el plan.

“Hasta ese momento, ¡nos quedaremos maravillados con su gloriosamente (goloso) cuerpo!”, apuntó el refugio.

Traducción de Jorge Posada