Refugiados sirios en Turquía: deseosos de retornar, pero cuando la situación se calme
Estambul, 12 dic (EFE).- Hay unanimidad en el barrio de Esenyurt, un lugar con una gran comunidad de refugiados sirios en el oeste de Estambul: todos volverán a Siria, "muy pronto", "dentro de dos o tres meses", cuando se haya estabilizado la situación.
"Nos iremos todos los sirios de aquí y de Europa, todos volveremos a nuestra patria", asegura a EFE Ridwan, un vendedor callejero de perfumes, padre de familia con seis hijos, todos escolarizados en Turquía.
"Iremos de forma escalonada, en dos meses, en tres... es decir, de aquí hasta la Fiesta", agrega, en referencia a la fiesta del cordero que se celebrará en junio.
"Tres o cuatro meses... o quizás un año, según las circunstancias", opina también su amigo Mohamed, oriundo de Homs y dueño de una tienda de dulces. "Pero volveremos seguro", agrega.
Él también tiene familia y señala que los hijos de los refugiados en general están bien integrados en el país.
"Llegaron cuando eran pequeños, crecieron aquí, aprendieron el turco... Pero si uno quiere ser feliz es necesario que vuelva a su patria", sentencia. "Tal vez luego vayan de visita a Estambul, eso sí".
Perfil bajo
En esta calle comercial de Esenyurt, llena de anuncios luminosos, tiendas y restaurantes, la presencia siria, aunque predominante, tiene un perfil bajo y solo se adivina en los nombres de algunos establecimientos como "El Homsi" (oriundo de Homs) o "Sam" (Damasco), mientras otros han elegido nombres turcos con reminiscencia árabe.
Casi no se ve ningún letrero en árabe, ni siquiera en los carteles de precios, algo que era aún habitual hace cinco años, pero cambió, cuando el Ministerio del Interior turco decretó en 2019 que las letras árabes en un cartel no podían ocupar más del 25 % del espacio.
La medida buscaba reducir visualmente la presencia siria en el espacio público en un momento en el que la oposición nacionalista usaba esa situación para arremeter contra el Gobierno.
Turquía albergaba entonces 3,7 millones de sirios, número reducido hoy a 2,9 millones, con 510.000 registrados en Estambul, aunque se estima que el número real en la ciudad del Bósforo puede ser casi el doble.
Otro millón está registrado en las provincias meridionales de Gaziantep, Sanliurfa, Hatay y Adana, donde trabajan sobre todo en la agricultura, pero muchos sirios censados en regiones con poca oferta laboral han preferido venir a Estambul, pese a que las normas de registro prohíben cambiar de provincia.
"Pronto, en un par de meses"
Esenyurt, distrito de casi un millón de habitantes, en el que alternan zonas prósperas y modestas, acoge la mayor densidad de sirios, pero quizás ya no por mucho tiempo.
"¡Volveremos a Siria! ¡Muy pronto! ¡Dentro de un par de meses!", exclaman también, alegres, Tuqa y Nur, dos jóvenes sirias que llevan de bufanda la bandera siria con la franja verde, la de la rebelión contra el régimen de Bachar al Asad, el dictador derrocado.
"Aquí todos quieren volver a Siria. Es nuestra patria", dice también Mohamed, dueño de una tienda de tejidos en la calle comercial de Esenyurt, oriundo de Alepo, que lleva desde 2013 refugiado en Turquía.
No le ha ido mal en este tiempo, y da las gracias al pueblo turco y al Gobierno por la acogida, pero tiene claro que regresará, "en cuanto se estabilice la situación", ya que ahora todo es muy inseguro aún, apunta.
Además, añade, "si nosotros no vamos a Siria para reconstruir nuestro país ¿quién lo hará?".
Ilya U. Topper
(c) Agencia EFE