Refugiados afganos duermen al raso tras abandonar Pakistán por la amenaza de deportaciones

Kabul, 1 nov (EFE).- Cientos de familias se vieron obligadas a pasar la noche a la intemperie, sin más recurso que sus pertenencias, ante la falta de refugios en Afganistán, un país incapaz de hacer frente a la masiva llegada de refugiados afganos que abandonan Pakistán tras el ultimátum de las autoridades.

La principal frontera entre ambos países, el paso de Torkham, se encuentra colapsado por las decenas de miles de personas que se agolpan en sus puertas para evitar ser deportados forzosamente de Pakistán a partir de este jueves, un ultimátum a los migrantes en situación irregular que afecta a 1,73 millones de ciudadanos afganos.

Pero una vez llegan a suelo afgano, se encuentran con refugios colapsados y sin facilidades para enfrentar su nueva vida en su propio país, a pesar de las promesas del Gobierno interino de los talibanes de que construirían refugios temporales.

"La mayoría de nosotros no hemos recibido tiendas de campaña, comida ni agua, y nos quedamos en las calles o zonas públicas sin ningún refugio", relató a EFE Haji Afzal Khan, un hombre 70 años que quedó varado una vez pisó suelo afgano.

El caos en la frontera entre Pakistán y Afganistán obligó ayer a las autoridades a ampliar el plazo para abandonar Pakistán un día más. Pasada la fecha, cualquier migrante indocumentado que se encuentre en el país será trasladado a centros de detención y, posteriormente, enviado de vuelta a su nación de origen.

Pero muchos refugiados afganos quedarán en Pakistán trascurrido el plazo debido a las severas restricciones impuestas por los talibanes hacia las mujeres, que tienen prohibido realizar trayectos largos sin la compañía de un miembro familiar masculino.

Kabul Khan, un hombre de 25 años que cruzó Torkham ayer, lamentó a EFE que sus vecinas en la ciudad paquistaní de Peshawar se han visto obligadas a permanecer en el país vecino por esta misma situación.

"El hombre de la familia está en la cárcel en Pakistán, así que no pueden viajar solas o abandonarle en la cárcel", dijo Khan.

Ambos países comparten una frontera porosa que se extiende alrededor de 2.600 kilómetros de longitud, y Pakistán reconoce la presencia de 1,4 millones de refugiados afganos registrados.

Sin embargo, como otros estados en el Sur de Asia, el país no es parte de la Convención sobre refugiados de la ONU de 1951 y carece de una legislación específica para este colectivo.

Según datos de la ONU, al menos 59.780 personas habrían regresado a Afganistán a fecha del 15 de octubre. Sin embargo, según fuentes oficiales citadas por el diario paquistaní Dawn, el número de afganos regresados desde el pasado septiembre asciende a 104.085.

(c) Agencia EFE