Reducir la contaminación en el lago de Coatepeque en El Salvador, una posibilidad esperanzadora
El Congo (El Salvador), 28 abr (EFE).- Reducir o hasta revertir la situación de contaminación en la que se encuentra el lago de Coatepeque en El Salvador, uno de los principales destinos turísticos del país y proveedor de agua para unas 7.800 personas, es hoy por hoy una "posibilidad esperanzadora" para expertos y habitantes cercanos al cuerpo de agua.
Este lago está situado en el departamento de El Congo, a más de 55 kilómetros al noroeste de San Salvador y debido a la contaminación, provocada por la actividad humana, la agrícola y la construcción, su agua está en una condición de regular lo que la hace no apta para el consumo.
No obstante, la situación alrededor del lago es compleja y las personas que viven en unas 17 comunidades rurales se abastecen de su líquido para las tareas del hogar, aunque esto no es lo recomendable.
Estas personas no cuentan con plantas de agua potable ni sistemas de tratamiento para aguas residuales -que proceden de duchas y lavaderos-, lo que sumado al uso de fertilizantes dañinos para el ambiente y la salud y la deforestación por construcciones de infraestructuras en la zona, causan la contaminación en el lago.
El Ministerio de Medio Ambiente decretó recientemente emergencia ambiental por un plazo de 12 meses para evitar un "desastre ambiental" en la cuenca del lago, de unos 68,69 kilómetros cuadrados, lo que es una oportunidad, según expertos, para reducir o revertir la contaminación.
Segundo destino turístico del país
Coatepeque recibe 3.000 visitantes cada fin de semana y entre 40.000 y 45.000 durante las vacaciones por la Semana Santa y en agosto -por las fiestas patronales de la capital San Salvador-, según dijo en una conversación con EFE Alejandro Villacorta, director de la Fundación Coatepeque, que contribuye al rescate del lago.
Explicó que la cuenca del lago "es el segundo destino turístico más importante del país después de las playas, es súper importante para la parte turística e hídrica del país".
El lago de Coatepeque está en medio de los volcanes de Izalco y Santa Ana y del Cerro Verdes, todos ubicados en la zona occidental del país. También su agua es alcalina con alguna carga de sales minerales.
"Dentro de 10 o 15 años, cuando el tema del agua vaya preocupándonos más será mucho más rico el lograr tener a Coatepeque salvado", dijo.
Villacorta confirmó la contaminación y aseguró que para revertir esta situación es necesario reforestar la cuenta, usar fertilizantes orgánicos y "manejar correctamente" el saneamiento, con lo que "poco a poco el agua estaría recuperándose".
Apuntó que la fundación "viene dictaminando crisis ambiental en el lago desde hace más de 10 años", y "el hecho que el decreto (declaración de emergencia) salga ahora llega tardío, pero aún estamos en el momento adecuado para salvar al lago".
Altas temperaturas
El lago contiene algas de diferentes tipos que son esenciales para su productividad, explicó a EFE el biólogo Rubén Sorto.
Sin estas algas, de acuerdo con Sorto, "no hay productividad, porque las algas son los productores primarios de una cadena o red trófica que vive ahí (en el interior)".
"Sin algas no hay oxígeno, sin oxígeno no hay productividad, no hay alimentos para herbívoros, sin herbívoros no hay alimento para depredadores y hay un desequilibrio", comentó.
Debido a las altas temperaturas, producto del calentamiento global por la crisis climática, las algas mueren y quedan flotando en la superficie, se descomponen y esto produce mal olor y "hace que el lago se vea mal".
El biólogo explicó que "no es que las algas se están reproduciendo, como se informa que existe una proliferación, es que mueren por el exceso de calor y se acumulan en la orilla y se ve mal".
Señaló que el lago "está contaminado como todos los cuerpos de agua de El Salvador", pero a diferencia de otros "no recibe una carga de aguas industriales que puede provocar otro tipo de contaminación".
Existe esperanza
Adilia López, una mujer que nativa de la zona, aseguró que años atrás "se decía que el lago no podía contaminarse", sin embargo la situación actual afecta a pobladores, al comercio y al turismo.
Recordó que "cuando mis hijos eran pequeños no había mayor problema, nos podíamos bañar con agua del lago, podíamos lavar y no pasaba nada".
Lamentó que nunca han tenido agua potable y que sus actividades domésticas diarias contaminen el agua.
En la circunvalación del lago también se ubican unas 410 quintas -casas de descanso y turísticas- de las al menos 375 son de uso familiar y 35 ahora son utilizadas para eventos privados -como cumpleaños o bodas-.
Además, están instalados 40 restaurantes y hay 7 escuelas.
Sara Acosta
(c) Agencia EFE