Así será el rediseño de la Avenida del Libertador entre Retiro y General Paz
La Avenida del Libertador empieza desde mañana un importante proceso de reestructuración entre el barrio porteño de Retiro y la avenida General Paz. A través de una obra que se extenderá durante los próximos 11 meses, la Ciudad buscará convertirla en la primera “calle compartida” del distrito, mediante la incorporación de 22 kilómetros de ciclovías y de la redistribución de sus distintos espacios para mejorar la convivencia entre peatones, ciclistas, colectivos y vehículos particulares.
Como lo anticipó LA NACION meses atrás, el proyecto pretende, en primer término, potenciar el boom de ciclistas registrado como efecto de las restricciones establecidas por la pandemia de Covid e impulsado por la ampliación de la red de ciclovías, que en 2020 llegó a las avenidas Corrientes y Córdoba. Se convertirá así en el primer corredor metropolitano ciclista que una Retiro con el partido de Vicente López.
Sin embargo, la reconfiguración de la avenida contempla también a los restantes actores que la recorren a diario. De tal forma, aspira a dinamizar el tránsito vehicular, brindar nuevas áreas de esparcimiento destinadas a transeúntes y a la espera de colectivos, promover la actividad comercial en la zona y sumar árboles y espacios verdes.
La denominación “calle compartida” alude, en efecto, a diseños viales apuntados a garantizar el acceso igualitario y seguro para todo tipo de usuarios de una traza. Algunos ejemplos son la Gran Vía o el Paseo Federico García Lorca de Madrid; la Avenida Santos Dumont, en Belo Horizonte; Queens Quay, en Toronto; Oxford Circus, en Londres; o Nørrebrogade, en Copenhague.
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En el caso de la Avenida del Libertador, el Gobierno porteño planea completar 22 kilómetros de ciclovías unidireccionales entre el barrio de Retiro y la General Paz, mantener el número de carriles destinados a vehículos particulares y asignar uno como prioritario —pero no exclusivo— para el transporte público, incorporar 5250 m² de espacio nuevo para peatones, sumar 400 árboles y crear 60 plataformas para la espera de colectivos a lo largo de los 11 kilómetros del recorrido.
Una obra, tres etapas
Según informó el Gobierno de la Ciudad, el proyecto Calle Compartida Libertador se llevará a cabo en tres etapas, las cuales se extenderán durante los próximos 11 meses. La primera, que comienza mañana, durará tres meses y abarcará el tramo entre Avenida General Paz y Juramento. En tanto, la segunda y la tercera tendrán una duración de tres y cinco meses respectivamente y empezarán en abril de 2022. La primera completará el segmento hasta Avenida Sarmiento, mientras que la última llegará hasta San Martín.
Mientras se desarrollan los trabajos, habrá cortes parciales en ambos extremos de la avenida, pero no de forma simultánea. Durante los primeros cuatro meses se aprovecharán aquellos ya programados a raíz de las obras vinculadas con el Parque de la Innovación, los cuales irán entre Udaondo y Mendoza y se extenderán entre diciembre y marzo. Así se evitará la superposición de los proyectos y se aprovecharán los desvíos vehiculares para avanzar en ambos a la vez.
El lugar estelar entre los beneficiados por la obra lo tendrán los ciclistas, que utilizan esta traza más que ninguna otra en la Capital Federal. En contraste con el diseño actual, donde coexisten bicisenda —carriles sobre vereda— y ciclovía —carriles sobre calzada—, en el proyecto futuro los carriles pasarán a ser de uso exclusivo sobre calzada y con un sentido de circulación por cada lado de la avenida. Esto permitirá descongestionar el uso de cada vía y ordenará la convivencia con los peatones.
La reconfiguración de la avenida contempla la integración de los tramos de las trazas que hoy se encuentran interrumpidos. Además, permitirá la conexión con el sur de la Ciudad a partir de la ciclovía de Paseo del Bajo y la intermodalidad en la estación de ferrocarril de Retiro. También se incorporará infraestructura en el tramo que une con Vicente López.
Los mencionados trabajos implicarán, en el caso de los peatones, un mayor espacio para caminar. Esto se debe a que actualmente quienes circulan por la traza a pie están en conflicto permanente con los ciclistas, que ocupan parte de la vereda al circular por el carril para bicicletas. Además, en algunos tramos el trayecto se torna confuso, mientras que en otros no queda espacio para la convivencia. El proyecto también contempla la mejora de los cruces de la avenida.
Por otra parte, los paradores de las 23 líneas de colectivo se reacomodarán en más de 60 plataformas distribuidas a lo largo de la traza. A partir de su implementación, las autoridades porteñas apuntan no solo a mejorar la experiencia de los choferes de colectivo, que contarán con un arrime más sencillo y un trayecto más ordenado, sino a beneficiar a los pasajeros con mayor accesibilidad y menores tiempos de viaje.
Sistema de semáforos inteligentes
El proyecto sobre la Avenida del Libertador también agilizará la circulación de los conductores de vehículos en general mediante la incorporación del llamado Sistema Adaptativo de Tránsito. Se trata de una tecnología que les permite a los semáforos prever eventos especiales y hacer cambios en los ciclos en tiempo real. De esta forma, se optimizan los períodos de espera en los diferentes momentos del día teniendo en cuenta los vehículos que circulan por la calzada a través de la instalación de magnetómetros para su censado.
El innovador sistema —que actualmente funciona y se ampliará a parte importante de la traza— difiere del empleado por la mayoría de los semáforos de la ciudad, que están programados según parámetros fijos basados en el día de la semana y la hora a partir de datos históricos. Muy por el contrario, el Sistema Adaptativo obtiene a cada instante la demanda vehicular y la ocupación de cada carril, y mediante la aplicación de algoritmos optimiza los distintos parámetros semafóricos en tiempo real, lo cual permite reducir los tiempos de viaje y evitar esperas innecesarias en un semáforo en rojo.
Asimismo, funcionarios del Ejecutivo distrital destacaron que el proyecto potenciará la actividad en la Avenida del Libertador al generar más espacio en las veredas para los locales comerciales y gastronómicos, al tiempo que mejorará el acceso a una amplia oferta cultural que incluye centros, museos e hitos turísticos, diferentes instituciones recreativas y espacios públicos, shoppings y diversos puntos de intermodalidad.
Las autoridades también indicaron que la agilización del tránsito sumado a la incorporación de árboles y espacios verdes permitirán una reducción considerable de emisiones de dióxido de carbono, que ascenderá a 1419 toneladas anuales. Según se informó, el proyecto tendrá un costo de $1195 millones y comportará beneficios para 250.000 personas.
“Vamos a transformar una de las avenidas más emblemáticas de la Ciudad en una calle compartida para peatones, ciclistas, pasajeros de transporte público y conductores. Tenemos un Plan Futuro para mejorar la calidad de vida de las personas y el tiempo que pasamos juntos, y una calle con más lugar para todos y más verde forma parte de esa ciudad a la que queremos ir”, dijo a LA NACION Juan José Méndez, el secretario de Transporte y Obras Públicas porteño.
En tanto, Felipe Miguel, jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, dijo: “Vamos a seguir sumando ciclovías en avenidas porque se usan mucho, la gente las valora y nosotros apoyamos cien por cien a los que usan la bicicleta. Cada ciudadano que deja el auto y agarra la bici es una ganancia enorme para todos en la ciudad”.