Reclamos cruzados en dos marchas por la ocupación de tierras en Villa Mascardi

Vecinos de Bariloche protestaron por la ocupación de tierras de Parques Nacionales por parte de una comunidad mapuche

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El conflicto en Villa Mascardi, a 35 kilómetros de esta ciudad, donde desde 2017 el lof Lafken Winkul Mapu realiza un reclamo territorial sobre un área del Parque Nacional Nahuel Huapi, se instaló esta semana en la agenda política nacional.

Y si bien la provincia de Río Negro intentó desactivar una nueva movilización de los vecinos que exigen el desalojo de la comunidad, así como la "custodia efectiva" de esas tierras, hubo hoy una nueva convocatoria en el Centro Cívico, hasta donde llegaron unas 150 personas con banderas argentinas. Volvieron a cuestionar a las autoridades nacionales y también a las provinciales.

Tomas de tierras: una semana de cruces internos y malestar en los movimientos sociales

De manera paralela, en otra toma de tierras de Bariloche que incluye a unas 130 familias, en la ruta de Circunvalación, organizaciones como la Coordinadora del Parlamento Mapuche y la Multisectorial contra la Represión Bariloche instalaron una olla popular, en apoyo a la comunidad y en reclamo por el "acceso a la tierra para barrios populares". Una ocupación que data desde febrero y fue creciendo en los últimos meses. Hasta allí se acercaron, también, referentes del lof que deberá contestar en los próximos días la propuesta que jueves pasado enviaron las autoridades nacionales.

María Nahuel, tía de Rafael Nahuel -el joven que resultó muerto en noviembre de 2017 tras un intento de desalojo en Villa Mascardi, con la intervención de la Prefectura- dijo a LA NACION que la exigencia de la comunidad es "que Parques Nacionales retire la denuncia por usurpación y que nos saquen las causas injustas en las que se nos involucra".

Consultada por esta nueva instancia de diálogo propuesta por el gobierno nacional, se mostró reacia a dar una respuesta aún, pero aseveró: "Nosotros tenemos un compromiso con la tierra, nos van a sacar muertos, la tierra no la entregamos y no la negociamos, la cuidamos".

Creciente tensión

La tensión social desatada en los últimos días en torno a esta ocupación en Villa Mascardi, así como diversos hechos de violencia denunciados y una decena de causas judiciales que aún no han llegado a buen puerto, volvió así a tener, así, un nuevo capítulo con reclamos cruzados en la provincia.

Pese a la reunión que la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, impulsó con algunos vecinos de la zona -también el pasado jueves-, donde prometió mayor presencia policial, colocación de cámaras de seguridad y un puesto de control las 24 horas, la mandataria volvió a estar en el eje de las críticas desde ambos sectores.

En el Centro Cívico, muchos de los vecinos que se acercaron eran los mismos que el sábado pasado protagonizaron la primera movilización en rechazo a los planteos y el accionar del lof Lakken Winkul Mapu, la cual derivó en una reunión de urgencia entre Carreras y diferentes ministros del gobierno de Alberto Fernández. Tal como ella había prometido, esperaban hoy su presencia y cuestionaron el faltazo.

Durante aquella manifestación, una caravana de autos y alrededor de 200 personas se apostaron sobre la ruta nacional 40, con intenciones de llegar hasta Villa Mascardi. Pero un retén policial les impidió el paso, para evitar enfrentamientos con la comunidad. Si bien algunos querían repetir hoy esta acción, finalmente la concentración se quedó en el centro de la ciudad.

"Dijo que venía hoy y sin que nadie se entere armó una reunión con unos pocos vecinos, a los que convocaron con 20 minutos de anticipación. Ninguno es propietario de la zona, incluso nosotros ni nos enteramos; nos pareció una mala jugada", expresó con indignación Alejandro Seguí, comerciante de Bariloche presente en ambas marchas. Y consultado sobre las propuestas del gobierno para dar mayor seguridad y cámaras, consideró que "eso es, más que nada, para cuidar a los intrusos, la indignidad ya no se aguanta más".

Los vecinos autoconvocados en defensa de los pobladores y propietarios de Villa Mascardi volvieron a visibilizar un conflicto que aún parece lejos de poder arribar a un acuerdo. En las puertas del Palacio Municipal, los manifestantes pidieron "seguridad y desalojo". Algunas de las pancartas rezaban: "El Parque Nacional es de todos los argentinos" y "Fuera la RAM de Mascardi". Otros exigían la renuncia de la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, que impulsó una denuncia contra estos manifestantes, y de la titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Magdalena Odarda.

"Ya llamamos la atención. Ahora tenemos que lograr que actúen", dijo Martina Lacour, otra de las vecinas que encabezó los discursos en el Centro Cívico. Por su parte, Diego Breide, el abogado barilochense que denunció penalmente a Frederic, y al secretario de Articulación Federal de Seguridad, Gabriel Fuks, aseguró que el conflicto en Villa Mascardi será prolongado y difícil. "Tenemos que perseverar, ya que las autoridades nacionales son parte del problema no la solución".

"Están queriendo generar una lucha armada o guerrilla dentro del Parque Nacional, haremos 700 cortes de ruta si es necesario, que entiendan que Mascardi es de todos los argentinos", afirmó, megáfono en mano. Y pidió a los manifestantes "estar unidos, sin odios, ni resentimiento".

En el petitorio dirigido a la gobernadora, que deberán entregar el lunes por mesa de entrada, ante el faltazo de la mandataria, se pide el "respeto a los derechos constitucionales, la historia y la soberanía". Y reclaman "la recuperación y custodia efectiva del Parque Nacional, que es patrimonio de todos, la protección de los vecinos, la reparación económica a las víctimas de los desmanes y la detención de los agresores".

De otro lado de la ciudad, desde la Multisectorial contra la Represión Bariloche que respalda los reclamos del lof Lafken Winkul Mapu, Carolina Alac y Marcela Cano dijeron que su convocatoria fue "contra del discurso violento, racista y xenófobo".

Sumaron un reclamo por la emergencia habitacional y cuestionaron "la falta de políticas estructurales".