Recibió un diagnóstico devastador y tomó la decisión de su vida: “Lo cambió todo”

Le diagnosticaron una terrible enfermedad y antes de su final, eligió cumplir su sueño
Le diagnosticaron una terrible enfermedad y antes de su final, eligió cumplir su sueño

Ángelo Mastropietro recibió hace seis años un diagnóstico devastador por el cual abandonó por completo su vida en la oficina y se replanteó el próximo camino a seguir, lejos de todo lo que conocía. Con la idea de embarcarse en una nueva aventura, renunció a su trabajo, abandonó su Australia natal y se instaló en el Reino Unido. Allí construyó la casa de sus sueños, la cual en la actualidad es furor entre los visitantes que utilizan las plataformas de hospedaje como Airbnb o Booking.

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Mastropietro se convirtió en un claro ejemplo de cómo un resultado clínico puede cambiar rotundamente nuestra mirada sobre la vida y lo que hacemos a diario. En 2007 le detectaron esclerosis múltiple y sin ánimos de negar su situación, enfrentó la adversidad de la mejor manera. Gracias a un tiempo de introspección, consideró que lo mejor sería aprovechar su día a día al máximo posible y haciendo lo que realmente le haría feliz.

Ángelo abandonó sus obligaciones tras un diagnóstico devastador y priorizó la construcción de la casa de sus sueños
Ángelo abandonó sus obligaciones tras un diagnóstico devastador y priorizó la construcción de la casa de sus sueños

Es por ello que poco tiempo después de su diagnóstico, renunció a su empleo como jefe de contratación y se mudó a Worcestershire, Inglaterra. Allí conoció una antigua cueva de más de 800 años que fue el refugio de los primeros habitantes de la zona y que tuvo residentes hasta 1960. Si bien se encontraba en un estado deplorable por el natural deterioro, escuchó su voz interior y compró aquella porción de roca por un total de 62.000 libras esterlinas, el equivalente a 79.430 dólares.

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Ese paso se convirtió en una hazaña que debió afrontar en soledad. Le llevó dos meses esculpir y tallar el interior de la cueva -en donde retiró casi 70 toneladas de piedra- y otros siete en prepararla para convertirla en un sitio de hospedaje único. Según detalló en una entrevista a la revista británica Grand Designs Magazine, la remodelación le costó 100.000 libras esterlinas (unos 78.055 dólares).

Así es la sala de estar y el comedor en la casa en la cueva
Así es la sala de estar y el comedor en la casa en la cueva

Cuando terminó con su ambicioso proyecto, el cual tardó nueve meses en concretarse, Ángelo sintió orgullo por el trabajo realizado. Con voluntad, esfuerzo y una enfermedad que le avizoraba un duro futuro, no se dio por vencido y culminó con The Rockhause retreat.

“Estaba un poco inseguro sobre cuál sería el próximo capítulo de mi vida, pero cuando lo vi lo supe. Iba a ser un hombre de las cavernas”, recordó Ángelo sobre el por qué de la construcción, al mismo tiempo que definió: “La casa tiene alma. Es un lugar mágico, es un sueño hecho realidad”.

La cocina de Ángelo tiene todas las comodidades y los muebles de madera combinan a la perfección con las paredes de piedra
La cocina de Ángelo tiene todas las comodidades y los muebles de madera combinan a la perfección con las paredes de piedra

En cuanto a la propiedad, Mastropietro le sumó todas las comodidades posibles: wi-fi, losa radiante y agua corriente. Además, los muebles combinan a la perfección con el bosque del exterior, ya que son todos de madera. En tanto, en la decoración incluyó pieles de animales que recrean un ambiente rústico pero a la vez hogareño.

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The Rockhouse Retreat tiene un amplio dormitorio con cama tamaño king y estufa de leña, una reconfortante sala de estar con chimenea rinconera, mesa de comedor, cocina completamente equipada con estufa eléctrica y calefacción en la sala de exhibición en forma de corazón del ‘oasis de la cueva’”, describió Ángelo sobre la casa que talló con sus propias manos. Asimismo, desde el sitio web Coolstays, que oficia como plataforma para reservar un lugar en la Rockethouse, señalaron que el precio por noche oscila entre las 231 y las 286 libras esterlinas. Es decir, alrededor de US$300 por noche.